Capítulo 11

6.3K 432 45
                                    

— ¿Eres imbécil? ¡Apártate!

Fahim, da un brinco asustado, apartándose inmediatamente del terroso camino, el hombre que conducía la camioneta le soltó unas cuantas barbaridades que ignoró rotundamente. La gente se lo quedó mirando, pero no le importó tampoco.

Estaba desesperado, llevaba días enteros caminando interminablemente por los infinitos barrios de la ciudad, incluso suburbios, con una foto de su hermana pequeña en mano y preguntando a cada ciudadano que se cruzaba en su camino. Para su desesperación, todos y cada uno, al observar detenidamente la imagen, negaban con la cabeza. Unos con pesar, otros con indiferencia u molestia.

No era extraño que desapareciesen mujeres , aún menos en la zona por la que estaba preguntando el cansado joven. Apenas había conseguido conciliar un par de horas de sueño, preocupado por la localización y el bienestar de Shazia. En realidad no sabía siquiera si estaba viva, si es que estaba buscando un cuerpo ya inerte, si seguiría viva, maltrecha en algún rincón de la zona, o incluso que la hayan raptado...

Miles de ejemplos pasaron por su mente, torturándolo. Sentía también una pena y culpabilidad enorme. Se echaba la culpa de lo que había pasado, por no haberla defendido mejor y estar más de su parte. Estaba tan metido en los estudios que no se dio cuenta de la gravedad de lo que estaba sucediendo dentro de su propia y asquerosa familia. Eran unos locos, en el peor sentido de la palabra, y se sentía cada vez más repudiado de compartir apellido con ellos.

Completamente sudado y con el agotamiento agonizando dentro de él se rinde por hoy. Está haciéndose de noche por tercera vez desde que vio a su hermana, y en contra de su voluntad, a cada hora que pasa siente menos esperanzas de volver a verla. Así que caminó de vuelta a casa con la fotografía arrugada guardada dentro de uno de los bolsillos de sus pantalones.

Ella era especial, una chica inteligente y con principios a la que se le arrebató todo por rebeldía, por tomar sus propias decisiones y pensamientos. Era injusto, lo sabía, pero para su padre. En realidad para el noventa por ciento de los hombres aquí, era lo que debía de hacerse si una mujer no obedecía, y sentía repulsión ante aquel modo de vida.

Debía de haberse llevado a Shazia consigo, debería de haberla llevado a su piso en la ciudad vecina, que es donde estaba estudiando. Debería de haber hecho muchas cosas por ella que no hizo, ya que si Shazia era como era, fue en buena parte, por su causa, por haberle enseñado cosas a escondidas de sus padres, por enseñarle a leer y mostrarle las maravillosas cosas de la cultura occidental. No se sentía culpable por enseñarle todo lo que le enseñó, sino por no haberlo hecho del modo correcto, por no haber sido prudente con el tema. Sabía que padre podría enfadarse, pero nunca supo que podría llegar hasta el punto al que llegó, y se sentía horrible por ello.

La había dejado sola, a su suerte en manos de aquel monstruo.

Dios, ¿se podría ser más estúpido e imprudente? No lo creía posible.

Su mirada cruzó con la de un chico no muy alto y delgaducho, pálido en comparación al resto. Su estilo al vestir contrastaba un poco con el del resto, mucho más grunge, por no hablar de su piel llena de tatuajes. Casi nadie se tatuaba aquí, y quizás por eso se fijó en él. Era claramente extranjero, y cargaba un montón de bolsas de las marcas más populares en Europa. Por el mismo hecho de no ser de por aquí pensó que sería tontería preguntarle, además de que caminaba con prisas y sin prestar atención. Tropezó con Fahim al intentar esquivar a la gente que volvía del trabajo, y cruzando una rápida mirada se disculpó con un simple "perdona" en inglés.

Sin prestarle más atención, cada uno siguió su camino, perdidos en sus propios pensamientos.

***

Free me | zayn |Onde histórias criam vida. Descubra agora