Capítulo 69

2.8K 275 47
                                    

Ambos hermanos estaban sentados en el sofá con ojos rojos y acristalados. Tras abrazarse por lo que parecieron horas mojándose las camisetas por culpa de las gordas lágrimas procedieron a asimilar que habían vuelto a encontrarse tras farfullar "no me lo puedo creer", "esto es imposible" unas cien veces cada uno.

Shazia no era capaz de asimilarlo. Desde el día que dejaron atrás Pakistán pensó que nunca más habría manera posible de comunicarse con Fahim, que todos y cada uno de los miembros de su familia irían emborronandose en su memoria a lo largo de los años en el que construiría su nueva vida casi desde cero.

Pero ahí estaba, en cuerpo presente. Fahim sonreía como no había sonreído en años, cuando eran unos niños, ella con cinco años y él doce, jugando al escondite entre el heno de las cuadras.

  —Sigo sin creerme que estés aquí— lloriqueó con voz pastosa, sin soltarle el brazo con miedo a que se desvaneciese en el aire como si se tratase de un sueño. Fahim le había estado contando por la última hora como había decidido marcharse tras asumir que no la volvería a ver nunca más y el milagro de haberla visto en aquella portada gracias a Richie -nunca le podría estar lo suficientemente agradecido por comprar el peor periódico de toda Gran Bretaña-y haber decidido que iría a Londres cada fin de semana, tragarse horas de viajes e ignorar el derroche de dinero que eso implicaba, hasta encontrarla.

Fue en ese momento que Zayn se había asomado con timidez, carraspeando para llamar su atención.

  —Eh, esto...— se rascó la cabeza, incómodo, cuando tuvo dos miradas verdes sobre él— he encargado la cena y ya ha llegado...

  — ¡Genial!— Exclamó la chica con una enorme sonrisa. Con la manga se limpió los últimos restos de lágrimas casi secas de sus mejillas— me estaba muriendo del hambre.

Se puso en pie, guiando a su hermano hasta la cocina, donde bolsas de papel esperaban llenas de deliciosa comida humeante.

— Espero que te guste la comida china— Zayn se refirió a Fahim con una sonrisa incómoda. 

Desde que Shazia había comenzado a llorar sobre el hombro de su hermano él se había hecho a un lado, encerrándose en "la sala artística", encargar la comida de su restaurante preferido y perderse en sus propios pensamientos, cigarrillo entre sus labios y manos manchadas en acrílico que aun no había limpiado.

Estaba feliz por Shazia, ¡por supuesto que lo estaba! Pero... Había algo en la boca de su estómago que no le dejaba relajarse, era una sensación punzante y desagradable. ¿Temor? No podía decirlo con certeza, sólo confirmar que no era algo agradable, pero lo dejó a un lado. Esto no se trataba de él, se trataba de Shazia reencontrándose con el único familiar y amigo que se había preocupado por tanto tiempo antes de salir de lo que ella llamaba antigua hogar.

— Sí, claro— asintió amablemente.— Huele de maravilla— Fahim también tenía un inglés fluido, sin duda, aunque su acento era algo más cortante y pronunciado en comparación al grácil y melódico de Shazia.

Y la noche procedió, sentados en las banquetas de la encimera, Fahim en frente a Shazia y Zayn al lado de su novia, haciendo que sus rodillas se chocaran aposta, algo que o ella ignoraba o no se daba cuenta. La cena fue silenciosa los primeros cinco minutos, abriendo las cajas de papel que contenía dicha comida, Shazia intentó explicarle a su hermano cómo se sostenían los palillos, pero terminó rindiéndose y tomando un tenedor. 

  — Dilo, Fahim— alentó Shazia con cejas alzadas. El chico había estado hesitando por un tiempo, mirándola a ella y volviendo a su comida, de vez en cuando observando a Zayn por el rabillo del ojo. Zayn los observó, perdido. ¿Habían dicho algo?

Free me | zayn |Where stories live. Discover now