Capítulo 29

4.6K 387 57
                                    

El silencio empezaba a ser realmente incómodo e inquietaba a Shazia, que se había quedado callada desde que dijo la cruda realidad, un problema de bastante peso que afectaría todos los planes. Zayn llevaba demasiado callado, con la mirada perdida en ningún punto en concreto. Había atrapado el labio inferior entre sus dientes y lo maltrataba sin piedad. Ella temía que se fuera a hacer daño, pero tampoco se atrevía a sacarlo de su trance.

Lo hacía mucho, lo de perderse en sus pensamientos, rumiando en ellos por un tiempo, pero demasiados minutos habían pasado ya, y seguía igual. Su ceño fruncido era lo único que dejaba ver alguna expresión en su rostro, y no era exactamente positiva, como era de esperar.

Shazia realmente no sabía qué hacer consigo misma, tampoco podía aportar, dando algún tipo de solución, y debían de encontrar una pronto. Sin sus documentos no podría ir con Zayn, no podría poner pie fuera de Pakistán. Y tampoco podrían dar con unos falsos para salir del paso en tan poco tiempo. Tres días no eran nada.

Decidió que ya era tiempo de intervenir. Por mucho que le gustara observarlo sin que se diera cuenta, habían pasado más de diez minutos y apenas lo vio parpadear. Zayn podía ser un poco inquietante en situaciones como éstas, no era la primera vez que pasaba, pero era la primera vez que abandonaba el planeta Tierra por demasiado tiempo, y temía que acabase plantando raíces en Marte o en la Luna.

—Zayn...— puso una mano sobre su hombro, y surgió efecto. Se sobresaltó por la improvista interacción, y se giró rápidamente para hacer contacto visual. Sus ojos no decían nada, estaban faltos de emoción. Shazia no supo qué decir, no creía conveniente ni preguntar si se encontraba bien, porque no tenía pintas.

Repentinamente se dejó caer contra el respaldo, y se frotó la cara con una mano, luego arrastró su cabello hacia atrás inútilmente, porque volvió a caer desordenadamente sobre su frente.

—Mierda— musitó casi inteligiblemente— mierda, mierda, mierda.

"Bueno, al menos vuelve a habar" pensó, viéndolo repetir aquella palabra una y otra vez, entrando como en un tipo de bucle. Sólo esperaba que no se pasase otro cuarto de hora diciéndola, pero el hecho de que seguía pasándose la mano por el cabello tirando fuertemente de él no parecía para nada una buena señar.

Inspirando hondo dejó su sitio en el sofá y se arrodilló a su vera, rodillas contra una de sus piernas.  Tomó sus manos entre las suyas con fuerza, pequeñas y finas en comparación, e ignoró lo mejor que daño que aquellos grandes anillos que casi siempre llevaba le causaba, obligándole a soltar el cabello y a bajar las extremidades.

—Zayn— pronunció su nombre con más firmeza esta vez. Su entrecejo se arrugó por el esfuerzo, pero consiguió lo que pretendía— calma. No es el fin del mundo.

El moreno le lanzó una mirada envenenada.

—¿Estás de broma?— pió con una inusual voz aguda— ¿no te das cuenta de la gravedad de la situación?

—Me doy cuenta— respondió— pero no creo que tirarnos del pelo hasta quedarnos calvos y comportarnos como unos psicópatas vaya a ayudar.

Le echó una miradita muy significativa, dando a entender que no estaba de humor para reproches. Sin poderse estar un segundo quieto se puso en pie y sacó, y comenzó a pasearse por la sala, dando un par de vueltas antes de pararse en seco, ponerse a palpar en cada bolsillo de su pantalón hasta encontrar su móvil y sacarlo, desbloqueando la pantalla y tipeando algo sobre ella.

—¿Qué vas a hacer?— Preguntó desde su lugar. Shazia se estrujaba las manos con nerviosismo, sin saber muy bien qué hacer con ella misma, sin una pista de cómo podría ayudar.

 —Llamar a Simon. Quizás él sepa qué hacer.

—¿Tu jefe?

—Podría decirse— se dirigió hasta la puerta que daba al pasillo, la abrió, y antes de desaparecer por ella para meterse en su propio cuarto, murmuró algo que le fue casi imposible de entender— espero sobrevivir esto...

***

—Pues sí que es cierto que lo único que tienes sobre los hombros es una cara bonita.

Esta cara bonita llena tu cartera de los billetes más grandes, Simon— siseó de vuelta con la maníbula apretada. Le dio una nueva calada a su cigarrillo que se consumía entre sus dedos.

 —Esa cara bonita me está pidiendo unos papeles falsos para poder llevarse a una chica, ilegalmente.

—¡No hay otra solución posible!

—Dejarla— dijo con total simpleza.

—No.

—Zayn— articuló lentamente.— No vas a traerte a una maldita muchacha de la que te has encaprichado solo porque te ha sabido hechizar con un simple chasquido de dedos.

—No se trata de eso...

—Causará demasiada controversia. Sabes que habrá polémica por esto si te dejo, se volverán locas, y no sólo las fans.

—Me da igual. Ella irá a donde yo vaya.

—Vaya, ¿desde cuándo eres tan posesivo?

—Yo iré a donde ella vaya— aclaró— si se queda, me quedo. Si me voy, se viene.

Una risa burlesca se escuchó al otro lado de la línea. Estaba conteniendo una carcajada.

—¿Acaso crees que estás enamorado de ella?

El chico apretó la mandíbula. ¿Por qué tenía que estar todo asociado con eso? ¿No había acaso más razones por la que actuar que el amor? Sí, Shazia le gustaba, pero había muchas más razones por la que hacía esto que una simple y mera atracción.

—No se trata de eso— repitió, esta vez con un tono crudo y cortante.

—¿Entonces?— Presionó— no veo qué otra cosa podría ser...

—¡No voy a dejarla sola en un sitio como este!— Estalló— ¡no voy a permitir que pase otra vez por todo lo que ha pasado! ¿Sabes en qué condiciones me la encontré? ¿Que si no hubiese hecho nada, ela estaría muerta ahora mismo?

La línea se silenció, lo único que se escuchaba era la pesada y entrecortada respiración de Zayn.

—Estás jugando a los super héroes.

Gritó en frustración. Sabía que Simon era un hueso duro de roer, pero esta vez estaba siendo puro acero.

—Estoy intentando ayudar a alguien que me importa, ¿tan difícil es de entender?

Simon se quedó en silencio, pensativo. Era consciente de que estaba hablando con el chico más tozudo de la banda. Nunca lo había escuchado hablar tanto, o defender algo con tanto énfasis. Zayn seguía con la respiración pesada, esperando por una conclusión final.

—Dijiste que tendríamos más libertad en nuestra vida privada, y Shazia es parte de ella ahora.

—Así que Shazia...— murmuró.

—Por favor, Simon— suplicó— ella no será ningún problema para nadie. No interferirá en mi vida laboral, seguirá siendo igual...

—¿Y Perrie? Hay un contrato, un acuerdo.

Apretó los dientes, molesto.

—A estas alturas todo el mundo sabe lo que pasó, o se lo imaginan. Entenderán por qué ya no habrá más Zerrie.

—Eso no lo decides tú— le recordó.

—Si Modest! intenta algo, lo negaré. Todo.

—¿Crees que será así de fácil?

—Sólo lo sabré si lo intento, pero para eso necesito ayuda.

—No puedo hacer nada.

—¿Cómo?

—Mi trabajo no consiste dejar entrar gente en el país ilegalmente, Zayn. No puedo hacer nada, lo siento.


Free me | zayn |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora