Capítulo 21

6.1K 458 112
                                    

-¡Llegamos!

Shazia no pudo no mirarlo como si de pronto le hubiese salido una oreja más en la frente. Estaban en su habitación, y todo seguía tal cual lo había dejado cuando fue en su busca. Bueno, igual no, el servicio de limpieza había entrado a ordenar, dejando la cama impoluta y toallas recién lavadas sobre ella. Sus calzados en fila en frente del armario y el jarrón que había sobre el tocador decorado con un distinto ramo de flores.

Por lo demás, nada fuera de lo común.

-Uh...- se alisó una ceja, volviendo a pasear la vista- ¿hay algo en especial que deba de notar?

Se estaba burlando de ella, lo percató cuando vio una sonrisita torcida adornar su rostro. Se sintió un poco ofendida, la verdad, y el chico lo notó, arrepintiéndose de haberse reído.

-Sólo... Espera cinco minutos- pidió después de echar una rápida ojeada al reloj de su teléfono.

-No lo entiendo...

-Lo harás.

Si Shazia pusiera un mínimo de atención, podría notar el nerviosismo en Zayn. En cómo se recolocaba el tupé cada poco y parpadeaba con más frecuencia, o en cómo se humedecía los labios. Todo eran pequeños detalles, gestos que aún no eran lo suficientemente familiares como para poder darse cuenta.

Esperó pacientemente. Pero, ¿a qué? No tenía ni idea. Simplemente se quedó ahí parada, observándolo con curiosidad mientras el tiempo pasaba. El alcohol de la piña colada la había perjudicado mínimamente, sintiendo su temperatura corporal un poco más elevada y más facilidad al hablar, aunque nunca hubiese tenido realmente problema con ello.

Por lo contrario, Zayn no sabía cómo hacer todo esto sin que fuese raro. Shazia era tan distinta a cualquier chica con la que había tratado... Estaba inseguro de esto, pero se había decidido a hacer algo bonito por ella, en compensación a todo lo que le había pasado, aunque tampoco podía mentirse a sí mismo y negar que no lo hacía por él, también. Era consciente de que seguramente no fuese lo más correcto de hacer ahora mismo, pero cuando aquel reconocimiento se asomaba en sus pensamientos, lo evadía por completo.

Desde que ella tomaba gran parte de tiempo en su día a día no le daba tantas vueltas a las cosas que tanto lo atormentaban últimamente. Sentía que podía volver a ser él mismo con libertad, porque ella no lo juzgaba por las cosas que hacía. Gran parte de la gente que lo rodeaba en su día a día lo miraba mal cuando se pasaba más de media hora sin nada qué decir, desaparecía del mapa por unos días en sus vacaciones o se fumaba unos tres cigarrillos seguidos por el estrés. Ella no, simplemente lo dejaba ser sin rechazarlo en el acto. Eso era lo que llevaba tiempo necesitando, y que encontró en Shazia: aceptación.

Sin duda una casualidad que agradecía... En parte.

Llamaron a la puerta, y una voz masculina vociferó un seguro y alto "servicio de habitaciones". Zayn se apresuró a abrir la puerta, y un camarero entró empujando un carrito lleno de platos y bandejas.

-Déjelo ahí, gracias- pidió él, señalando una zona al azar de la habitación, luego le dio una propina y se fue.

Se giró a ver a la chica, y ésta lo estaba observando con aquella curiosidad inocente que la caracterizaba.

- ¿Qué es todo esto?

-Una cena- especial.

-Eso ya lo veo, pero... ¿por qué es todo tan extraño? ¿No cenaremos como siempre hacemos?

El moreno negó con la cabeza, y con expresión seria se acercó a ella y la tomó por un brazo. La llevó hasta la ventana del balcón, que tenía las cortinas extendidas, y antes de hacer su siguiente movimiento, carraspeó.

Free me | zayn |Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt