Capítulo 91

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Caliente agua se estrellaba contra su nuca, limpiando su cuerpo de toda suciedad. Seguramente llevase bajo la ducha más tiempo del que debería, el espejo estaba completamente empañado y una nube de vapor estaba comenzando a tomar forma, pero sus pensamientos habían entrado en un bucle del que no podía salir sobre qué debería de hacer ahora. 

Es decir, le gustaba Kyle, era una buena persona, algo tímido, pero siempre que estaba a su lado se sentía cómoda, las conversaciones siempre eran interesantes. ¿Lo veía como un amigo? Definitivamente, pero, ¿como algo más? Quizás. ¿Sería una buena idea darle a lo que fuese esto una oportunidad? ¿Era eso lo que él quiere? ¿Estaba preparada?

Definitivamente no, ni siquiera había pasado un mes... Seguía teniendo sentimientos por Zayn, negar eso sería estúpido. No iba a ser tan fácil como cerrar los ojos con un diente de león entre sus manos y soplar por su deseo. Esas cosas no existían. Pero, ¿por qué no intentarlo y ver qué sucede? ¿Cómo de mal podría terminar?

Negó con la cabeza, negándose a seguir pensando. Últimamente le daba vueltas a la cabeza a todo, cuando solía ser mucho más despreocupada. Cerró el grifo, envolviéndose en una de las toallas que descansaban en la estantería y utilizando otra de un tamaño menor para secarse el empapado cabello, que, tras meses sin hacerle nada, las puntas rozaban el trasero.

Quizás debería de hacer algo con él... Al fin y al cabo, ya no se trataba de una obligación mantenerlo tan largo.

Volvió al cuarto de Kyle con desgana. No le apetecía volver a ponerse el vestido negro de la noche anterior, demasiado corto como para moverse cómodamente en él. Pero se encontró con que sobre el sillón donde había dejado sus prendas, descansaba ahora una camiseta gris y un par de shorts de baloncesto.

Sonrió, agradecida por el detalle. No tenía ni que ponerse los pantalones para saber que le quedarían grandes, dado que Kyle se trataba de un chico con decente musculatura, pero podría arreglárselas. Seguía siendo mejor que el vestido.

Rápidamente se secó, volviendo a su ropa interior. Los shorts le quedaban anchos, pero tenían unos cordones para apretar. El problema fue al ponerse la camiseta, no por que le quedase mal o algo, sino por el logo en él. 

Marvel.

Fuese quien fuese el que estaba jugando con ella, estaba siendo cruel. Porque si no fuese así, en aquella simple camiseta gris no estaría de la manera más llamativa estampada el nombre de la editorial de cómics preferida de Zayn. Eso había sido un golpe bajo. Su reflejo en el espejo se observaba a sí misma con tristeza.

¿Cómo podría olvidarse de él así? En todas las habitaciones de su casa había algo relacionado con la marca, fuese un póster, una figura o un libro. Para ella, Marvel estaba directamente relacionado con el tatuado moreno.

Quería arrancarse la camiseta y lanzarla al otro extremo de la habitación. Pero había sido un detalle muy dulce de Kyle el dejarle prendas prestadas, no quería hacerle aquel feo. Por ello, se recompuso, decidida a que ese fuese la última vez del día en el que pensaría en él. No se merecía estar en constante tortura, estaba comenzando a sentirse como una protagonista de novela rosa.

Pasó los dedos por la cabellera, deshaciendo los nudos más grandes con ellos antes de decidir que era hora de ir junto con Kyle, desayunar, y mantener esa conversación que sabía deberían de tener. Si se iba de esa casa sin saber en dónde demonios estaban ahora, se volvería completamente loca.

Se guió hasta la cocina por el olor a tostadas y café recién hecho. Su estómago rugió inmediatamente, recordándola que llevaba más de catorce horas sin llevarse nada a la tripa. La melena despeinada se movía por la pequeña cocina con la misma con menos entusiasmo que que lo hacía en la de Jamie. Quizás porque era domingo, y los domingos equivalían a pereza.

Free me | zayn |Where stories live. Discover now