Capítulo 37

4.8K 362 11
                                    

El humo se dispersaba sobre su cabeza hasta lo invisible, saliendo por los orificios de su nariz de la misma manera que los antiguos trenes; en abundancia, gris, e incluso hipnótico. Tomaba diferentes formas en cada exhalación, hasta que el viento se lo llevaba.

Él observaba fijamente la hierba moverse con la suave brisa mientras el cigarrillo se consumía entre sus dedos sin prisas. Todo parecía demasiado calmo como para ser real: el sosiego de su jardín, casi calmo si no fuera por la suave corriente y las escasas nubes que flotaban en el cielo, ocultando el cálido sol de vez en cuando, o las pocas prisas que tenía el pitillo en quemarse, incluso las inhalaciones de aire fresco a veces contaminadas por el humo que tragaba. Es como si se encontrara en algún tipo de sueño, completamente irreal y surrealista, comparándolo en cómo se sentía por dentro.

Por dentro se sentía como un cuadro de Dalí: irreal y desastroso.

Estaba nervioso, sería una idiotez ocultarlo. Su cabeza era un lío, demasiadas cosas intentando ocupar el limitado espacio, luchando por intentar organizarse sin éxito. Se sentía como que cada idea tomaba forma de boxeador, y dentro de un pequeño cuadrado rodeado por cuerdas luchaban por la solución a sus problemas, a encontrar un poco de paz interior mientras despotricaban sin ganar la victoria, fallando los golpes constantemente, sin encontrar el punto clave. Y mientras eso ocurría, un público ensordecedor y desconcertante gritaba o abucheaba, lo que hacía a aquellos boxeadores más difícil el ser capaz de concentrarse.

Mayoritariamente aquel pensamiento/luchador era el de siempre: el invencible: Familia. Otras veces era Estrés que sentía y que cerraba su estómago, otras Presión, que era una derivada del luchador Estrés. Pero hoy eran boxeadores relativamente nuevos en el campo de batalla, y muy específicos: Sentimiento y Entrevista.

Quizás en ese momento Entrevista debería de estar más alto en la jerarquía, pero Sentimiento era muy bueno en hacerse notar y exigir su atención, por lo que daba igual la concentración que pusiera sobre Entrevista, el otro daba muy buenos golpes, y parecía mejorar demasiado rápido teniendo en cuenta el poco tiempo que lleva en el ring.

Zayn exhaló la última calada, y apagó la colilla contra el metal del pequeño cenicero azul marino que había llevado consigo al exterior. Revisó el móvil y encontró un nuevo mensaje de Preston, que estaría ahí en un par de minutos, así que aprovechó y encendió otro, ya que sospechaba que no dispondría del tiempo después.

Shazia, que lo había espiado por diez minutos desde el umbral de la puerta trasera volvió a meterse dentro, preocupada por él, que había estado excesivamente silencioso hoy, y que apenas había desayunado un par de bocados de su tostada, además de haberse fumando como media cajetilla aquella mañana. No creía que eso fuera lo mejor para su salud, aunque no le hubiese dicho nada. Ella le había lanzado un par de miradas preocupadas que Zayn esquivó. Estaba siendo tan distinto al chico relajado que terminó siendo ayer...

Aunque, de nuevo, no había estado así todo el día. Le inquietaba que eso pudiese tener en él algún efecto psicológico negativo. ¿Debería de hablarlo, preguntarle lo que le pasaba? Se hacía una idea de lo que podría ser, o quizás se equivocaba. Zayn siempre parecía tener cosas en las que pensar. Y quizás le molestase que le preguntase ahora mismo por ellas, dado que la entrevista iba a ser en un par de horas.

Prendió la tele y puso un canal donde aparecía un hombre calvo y con gafas mirar con muy mal humor a algo tras la cámara mientras decía algo, pero sólo prestaba atención a medias.

Un cuarto de hora pasó hasta que escuchó un claxon pitar, y poco después apareció Zayn, que tomó una chaqueta de cuero gris que no se puso encima.

-¿Te vas ya?

Él simplemente asintió. Apenas había dicho nada tras el "buenos días" en la cocina. Sus labios apretados, su expresión seria. Shazia se levantó y caminó hacia él hasta quedar de frente. Esperó hasta que hizo contacto visual con ella, aquellos ojos ambarinos podían decir mucho si te fijabas en ellos, a veces incluso más de lo que él mismo contaba con palabras, como sus emociones el día que le contó sobre su familia.

Free me | zayn |Where stories live. Discover now