Free me | zayn |

Capítulo 58

 — Sigo sin creerme que os hayan dejado venir.

Zayn abrazó a Safaa por un costado mientras se alejan del puesto de helados, donde cada uno había pedido una enorme terrina con todo tipo de sabores, escoltados de vuelta a la seguridad del furgón. Saludó alegremente a un par de chicas que lo llamaban antes de meterse dentro, sentado entre sus dos hermanas pequeñas.

  — A nosotras también nos sorprendió la facilidad con la que dejó irnos— Waliyha se llevó una cucharada de helado de pistacho a la boca, sonriéndole— pero estamos aquí, eso es lo que importa.

El moreno asintió, alegre. La última semana había estado esperando con impaciencia a que la gira legase a Grecia, porque era cuando ellas vendrían, y ahora que estaban aquí, no paraba de consentirlas con cada cosa que se les antojase. Se giró hacia atrás, donde la mayor y Shazia conversaban.

 —¿Todo bien?

Shazia no pudo no sonreír por la felicidad que desprendía. Ayer tuvo que soportar a un Zayn nervioso, imposible de estarse quieto. Había estado recorriendo el hotel, hablando con empleados y pidiendo que preparasen un par de habitaciones y lo llenase de los productos preferidos de sus hermanas, como una cesta llena de productos de belleza, el chocolate preferido de Doni o el zumo favorito de Safaa.

Al principio intentó ayudarlo para que se calmase un poco, de verdad que lo intentó, pero todo fue en vano. Era como si estuviese atrapado en su mundo, daba igual la cantidad de veces que le dijese que no tenía por qué estresarse, que ellas estarían contentas de todos modos. Tras una hora intentando habar con él decidió que era mejor dejarlo estar, y se encaminó de vuelta a su cuarto cuando se cruzó con Niall, que cargaba con un paquete de cervezas y distintos tipos de snacks.

— Insufrible, ¿verdad?— preguntó con una pequeña sonrisa.

— Eso no salió de mi boca— alzó las manos—  pero no voy a ser la persona que lo niegue.

 El rubio carcajeó, lo que causó que una de las bolsas se le cayese. La tomó por él e intentó colocarla entre sus brazos llenos, consiguiendo que más cosas acabasen en el suelo. Finalmente se ofreció a ayudarlo, llevando todo lo que se había caído.

 — Espero que todo esto no sea solo para ti.

  — Toda la tropa ha aparecido en mi habitación sin avisar.

— ¿Y tienes que llevarles la comida?— Preguntó con real curiosidad.

Niall se encogió de hombros, o hizo el intento de.

  — Soy un buen huésped.

Puso una expresión que dejó claro que no se tragaba la broma. Él soltó una risita.

— Era eso o aguantar sus quejidos por horas. No quieres escuchar a Louis cuando lo hace.

  — Supongo que no. 

Cuando llegaron a su suite, el ojizarco se paró. Girándose hacia Shazia, que le tendía los paquete que le estaba ayudando a llevar, dispuesta a irse.

— Puedes entrar si quieres, no estaría mal tener un poco de compañía femenina— rodó los ojos— quizás así no terminen desnudos sobre el sofá.

  — ¿Estás seguro de eso?

— A no ser que alguno quiera que Zayn le arranque la cabeza, sí, estoy bastante seguro— afirmó con un tinte sarcástico— vamos, te lo pasarás bien. Además, hay cosas para picotear— meneó las cejas con esa singular expresión suya.

— Me has vendido— rió, abriéndole la puerta para que pudiese entrar sin hacer más malabares.

En efecto, había sido muy gracioso, ver cómo se ponían competitivos jugando al FIFA y vaciando latas y bolsas de patatas a una velocidad bastante admirable a la vez que Louis y Niall hacían comentarios ridículos, lanzándose púas entre ellos para hacerse enfadar. Calvin la había retado a una partida en algún juego de carreras que sorprendentemente había ganado ella, ganándose aplausos y un par de "choca esas cinco".