Capítulo 46

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**Poned la canción que dejé al lado. Y si no os gusta, dejad de leer esta novela inmediatamente. Besos**

Una canción de Snow Patrol retumbaba desde dentro de la casa, colándose por las cristaleras abiertas. La música se mezclaba con los sonidos nocturnos del exterior. La cálida brisa de inicios de agosto abrazaba los árboles, sacudiendo sus frondosas ramas suavemente. Un par de grillos cantan a lo lejos, una lechuza ulula, y mientras que Shazia se balanceaba en una hamaca, las cuerdas crujían rítmicamente contra el peso de los troncos a los que se sostenía.

Estaba como en trance, completamente seducida por el ambiente. Con una pierna impulsaba la hamaca, la cual no había percatado que colgaba, tentadora en uno de los escondrijos del frondoso jardín, hasta aquella noche.

Escuchaba atentamente la letra que aquella melódica voz parafraseaba mientras tenía la vista fija en el cielo. Azul marino y levemente estrellado. Contra el que contrastaban las siluetas de las ramas. Las hojas bailaban con el viento y siseaban, batiéndose entre ellas como tenues caracas. Harley dormía bajo ella, se había encariñado mucho con ella, y ahora la seguía a todas partes. Irónico pensar que al principio su corpulenta anatomía le diese algo de miedo, porque ahora pensaba que nunca había conocido una perra tan cariñosa y obediente.

Y la verdad era que estaba agotada, los días anteriores habían sido una locura. No habían parado de ir de un lado para otro. Zayn había insistido mucho sobre lo del teléfono, y tras tener eso hecho, siguieron muchas más cosas como una cuenta bancaria, tarjeta de crédito propia, comenzaron a hablar sobre empadronarla, e incluso se registró en la tienda Apple y en Spotify, aplicaciones que se le escapaban de las manos.

Todo era un enorme caos, y daba igual las veces que le dijese a Zayn que hacerle una cuenta bancaria era estúpido, y aún más estúpido invertir en ella una cifra de seis números. Primero porque no lo sentía correcto, no era su dinero, no había hecho nada para ganarlo, y segundo porque no había manera posible en que pudiese gastarse todo eso, no queriendo.

Sintió que de pronto había muchas cosas que hacer, y por lo que había escuchado, pocos días para finalizarlas. Lo único que realmente le había preocupado de toda aquella lista de estupideces era el papeleo, ser "ilegal", dado que sonaba tremendamente peligroso, y ni en broma quería volverse a casa. No ahora que estaba comenzando a sentirse cómoda: había hecho nuevas amistades, le gustaba ocupar el tiempo cuidando de Brooklyn cuando iba a los ensayos, que era la mayoría de las mañanas.

Además, Lynn y ella habían quedado un par de veces, y como había prometido, visitaron partes de la ciudad que había que ver al menos una vez en la vida: museos, edificios históricos, incluso se subieron en un carro en Hyde Park y se sacaron una foto con el Big Ben de fondo. Estaba muy contenta de poder haber visitado tanto en tan solo dos tardes, dado que el resto de la semana las había mantenido ocupadas gracias al repentino arranque de Zayn por tener todo hecho.

Pero dejando eso a un lado, finalmente estaba viviendo la vida que siempre había deseado, en el que podía tomar sus propias decisiones, salir a la calle vistiendo lo que le diese la gana y sin que nadie le gritase estúpidas órdenes. Feliz, junto a gente que se preocupaba por ella... Lo que le hizo pensar en Fahim. ¿Qué estaría haciendo ahora? ¿La echaría de menos tanto como ella a él?

I'll be right beside you, dear.

Una voz susurró tan cerca que sintió el aliento contra su oído, causando que casi se cayese de la impresión. Zayn la tomó de los hombros, riendo.

—Qué oportuno.

—Que casi me mates del susto, sí.

Ignoró su tono enfadado besando su mejilla, y no sin un poco de dificultad, se sentó dentro de la tela, resguardándose del viento junto con ella, un poco apretados por el escaso espacio. No se sentía incómodo, en cambio.

Free me | zayn |Where stories live. Discover now