Free me | zayn |

Capítulo 89

Coldplay - Fun

La noche transcurría con un ritmo único, donde no eran minutos los contados, sino canciones, risas, y brindis. La banda tocaba con entusiasmo, animados por el denso ambiente del local en el que Dakota había conseguido colarlas a ellas, Kyle, y el resto de compañeros de trabajo de Shazia y él.

Eran pasadas las doce, y la mezcla de cerveza y chupitos de tequila los hacían bailar al son de la música, llenándolos de alegre despreocupación. Incluso Shazia había dejado de lado todo lo que la había estado preocupando estas últimas semanas, por una vez no lo tenía a él en la cabeza, ni las emociones que aquellos pensamientos implicaban.

Las dobleces de su vestido negro se meneaban contra sus muslos cada vez que meneaba las caderas, bailando entre Dakota y una de sus compañeras. Todas habían formado un apretado grupo, siguiendo el cliché de chicas bailando mientras los tíos observaban y conservaban a poca distancia.

La banda que tocaba no especialmente conocida, y cantaban versiones de grupos más conocidos. Pero lo hacían bien, lo suficiente para que la gente estuviese animada. El cantante llevaba la camisa atada a la cintura y un denso cabello castaño que salía en todas direcciones cada vez que saltaba o giraba dramáticamente, inclinándose sobre el soporte del micrófono, sujetándose a él como si fuese la amante sobre la canción hablaba.

Se llevó el vaso a los labios, dando un largo sorbo antes de que Dakota la tomase por la mano libre y la incitase a bailar con ella.

No estaba borracha. Al menos, no al nivel en el que no estuviese siendo consciente de sus actos, sino más bien, a uno en el que se atrevía a hacer cosas que sobria pensaría en hacer pero no haría porque no tenía las agallas suficientes, como subirse a la tarima e ignorar todas las miradas que secretamente disfrutaba.

— ¡Así se hace, chica!— Animó Dakota, riendo con diversión por la despreocupación de su amiga, y contenta por ello, también, por las duras semanas que había vivido. Ojeó tras ella, y la sonrisa se convirtió en una más pícara— tienes admiradores, Shaz.

—Me da igual— se encogió de hombros, siguiendo a su rollo.

— Se está acercando.

— Vayámonos entonces.

— ¿Tienes miedo a perder la apuesta?— Alzó una ceja.

—¿Kyle?

  — Ahá... 

Sintió una mano sobre su hombro queriendo llamar su atención. Dakota le guiñó un ojo antes de volverse con el reto del grupo, que estaban a apenas tres pasos.

  — ¿Me concederías este baile?

Se inclinó ligeramente para tomar su mano y besarla. Hubiese quedado romántico, si no fuese por el echo de que dio un ligero traspiés. Sus mejillas se sonrojaron, y los profundos hoyuelos que poseía se marcaron bajo una sonrisa avergonzada.

  — Lo entenderé si me declinas—continuó— si fuese tú lo haría.

Sabía que estaba bromeando para sacarle peso al asunto, y por ahora lo estaba consiguiendo. 

— Menos mal que tú no eres yo, entonces.

Sus ojos se iluminaron.

— Eso es una permisión, ¿verdad?

Shazia soltó una carcajada, llevándose la mano a la tripa. El rubio rió con ella. El cantante anunció la siguiente canción. El bajista comenzó tocando las primeras notas, no muy lento, pero bailable, y antes de acercarse a él Shazia se deshizo rápidamente de su vaso.