Capítulo 12

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Shazia estaba esperando en la habitación de Zayn. Aquella misma tarde se había despertado de una eterna siesta con ojos hinchados por llorar, pero se sentía mucho mejor físicamente. Tanto descansar estaba empezando a dar sus frutos, y aunque todavía le dolía bastante moverse como normalmente lo haría, se vio capaz de levantarse para ir al aseo sin que terminase sudando e hiperventilando por el esfuerzo.

Por esa misma razón había decidido ir a hablar con Zayn, tomando la tarjeta que él mismo le dio en caso de que lo necesitase, y cruzó el pasillo. Se desilusionó al encontrar el lugar vacío, pero no se enfadó, ni se molestó. No era como que el chico se fuese a encerrar en el hotel como ella. Él dijo que estaba aquí de visita, recordaba que se lo mencionó en una de las pocas veces que habían cenado juntos, y era normal que saliese a investigar los alrededores. Era una ciudad bonita, de todos modos, y bastantes monumentos que merecían la pena ver.

Se sentía mal porque por culpa de su estado lo único que hacía era dormir, llorar y comer, dejándola casi sin fuerzas para cuando Zayn se acercaba y le preguntaba qué tal se encontraba, o se quedaba a comer. Apenas era capaz de cruzar cinco palabras, además de que no quería acabar lagrimeando delante suya y hacerlo sentir mal, porque era el único que estaba haciendo algo positivo para ella en mucho, mucho tiempo.

Su cabeza siempre se ocupaba de torturarla con hechos como que ya no tenía donde caerse muerta, que no podría contar con la amabilidad y la hospitalidad de un apuesto chico al que apenas conoce. Se sentía tan rechazada por todo el mundo, como una paria. Ni en su familia la quería, y a la única persona que sí le importaba le era imposible de contactar. Se llamó de todo por no saber su número telefónico de memoria, y en broma podía aparecer de nuevo por su casa.

Y ahí estaba, aterrada y sintiéndose peor en frente de la televisión mientras atendía a un canal de noticias, dándose cuenta de que por desgracia no era ella sola la que tenía problemas.

Según comunicaba el presentador, Isis volvía a las andadas, cometiendo nuevos atentados, cada uno peor que el otro, y centenas de personas inocentes muertas de por medio. Decía que este grupo de islamistas radicales, rebeldes, querían controlar y someter a muchos países, y los más afectados estaban siendo los más cercanos a Pakistán, y éste mismo estaba sufriendo ya las consecuencias. Eso estaba asustando extremadamente a Shazia, que se mordía las uñas, encogida en el sofá cerrando los ojos cuando una escena estaba siendo extremadamente violenta.

Odiaba, odiaba su cultura exactamente por cosas como estas, y se torturaba viendo sus propios temores, su propio odio, rencor. Son gracias a gente como ellos que todo volvía a ser como antes.

— ¿Shazia? —Una voz extrañada interrumpió su cadena de pensamientos, y volvió la cara hacia donde Zayn se encontraba con una decena de bolsas en mano. Frunció el ceño al ver el rostro descompuesto de ella, y lo frunció incluso más al ver el televisor— ¿qué haces viendo eso?

Dejó las compras en el suelo y se acercó a la mesita, tomó el control remoto y apagó la pantalla. Si eso la estaba haciendo llegar al borde de un nuevo llanto, se negaba rotundamente a que llegase al final.

—Yo...— Shazia sacudió la cabeza, y tomó una larga inspiración, negándose a que aquello siguiese en su cabeza— te estaba esperando. Tardabas mucho, y me puse a ver la actualidad.

—Por lo que sé hay más canales, y seguramente no te haría llorar como aquel.

Quizás no fuese un experto del tema, pero sabía que cosas malas estaban sucediendo, y que esas imágenes eran demasiado fuerte para cualquiera con un poco de sensibilidad. Arrugó la nariz en desaprobación, gesto que a la chica le pareció muy tierno, y, de algún modo, extrañamente atractivo.

Free me | zayn |Where stories live. Discover now