Another Day in the Paradise

El Único Lugar Donde Huir

//Narra Nick//

No sabía bien adónde ir, sólo huir me importaba. Huir de todo como un cobarde, pues cada día que pasa pienso que no soy más que eso. No me hago responsable de mis actos, y menos de mis errores. Sé que he sido un tonto, un idiota que no ha pensado en nadie más que en él. He dañado a quienes amo más de lo que quisiera, pero es algo que ya no puedo controlar. Creo que los errores y las consecuencias que puedan traer se han vuelto algo inherente a mí. No soportaba comprender lo fácil que se me hacía causar dolor… Aunque no sepa bien por qué sucedió lo que ocurrió con Kev, algo me hace sentir responsable… la culpa me carcome por dentro.

Frankie, quien me apretaba la mano, aún sollozaba como un bebé mientras avanzábamos sin rumbo claro. Me lo quise llevar de ahí para que no viera lo que sucedía. Es un niño aún, no es capaz de entender ni soportar tanta desgracia junta. Instintivamente me detuve y le di un abrazo, al que respondió por inercia.

* No quiero que nadie muera.- me dijo con las lágrimas bañándole la carita.

* Nadie se va a morir.- le aseguré, sin ni siquiera creer en mis palabras.

Luego escondí su cabeza en mi pecho, para no verlo a los ojos. Mentirle con naturaleza no se me hacía fácil. Mis padres no me enseñaron a hacerlo, fue algo que, ¡maldita sea!, debí aprender yo mismo mientras crecía. ¿Para qué mentimos? ¿Por qué negamos la realidad? ¿Acaso creemos que así la podemos cambiar?... ¡Por favor, cómo si con mentir las cosas se volvieran mejores!

Me separé de él y volvimos a emprender la marcha, después de todo era muy noche. Sólo había una persona que podía ayudarnos, no sé por qué, pero yo confiaba en ella… creo que era porque prometió no juzgarme.

//Narra Annie//

Henry, como siempre, había dejado los juguetes arrumbados, desordenando toda la casa. Mamá me había pedido que los ordenara antes de dormir, y aún no terminaba, pues era una labor difícil. En esta casa hay privilegios, ya que a Mark nunca le piden que ordene nada… ¡Qué rabia! Papá dice que es porque va a la Universidad, pero eso no tiene por qué volverlo un flojo descarado.

Los juguetes los encontraba a cada paso que daba, claro que había algunos que estaban un poco escondidos entre los muebles, y en esos casos, debía agacharme un poco. Los iba guardando en una cajita, para que estén ordenados al menos hasta mañana, cuando Henry vuelva a usarlos ¬¬.

Estaba dejando la caja en la alacena bajo la escalera [donde vivía Harry Potter xD], cuando alguien golpeó la puerta con los nudillos muy fuerte. Agradecí que no tocara el timbre, porque hubiera despertado a mis padres, y estaban muy cansados después del trabajo. Era tarde, pero tuve un presentimiento extraño, de no ser por eso, no hubiera abierto la puerta.

* Tenemos que hablar.- mencionó Nick apenas le abrí la puerta- Eres la única que me puede ayudar.-

Estaba muy pálido y asustado, las manos hasta le temblaban de los nervios. Sus ojos me hicieron recordar cómo se encontraba cuando me lo encontré la primera vez, en el puente. Tenía esa misma expresión de temor e incertidumbre. Y también tenía heridas en el cuerpo, algunas eran las que tenía la vez anterior, que seguramente se volvieron a abrir. De pronto, de la oscuridad tras él, apareció un niño pequeño, más o menos de la edad de Henry.

* ¿Tú vas a impedir que mi hermano se muera?- me preguntó, con los ojos llenos de lágrimas.

No supe qué responder. ¿Qué sucedía? ¿Por qué venían en ese estado a mi casa? ¿Por qué Nick confiaba en mí?... ¿Quién se moría? ¿Era Joe? Un escalofrío me recorrió entera… Si a Joe le pasa algo, yo…