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//Narra Joe//

Miré a Kev otra vez. Después habría tiempo de buscar a Nick, sólo espero que no esté demasiado grave. Tomé un paño que estaba cerca y limpié su rostro, pues tenía varias heridas y sangre. Volví a llorar al ver a mi hermano en ese estado. Ya no podía contener las lágrimas por más tiempo, pues sentía que me ahogaban el corazón.

Se moría, lo sé, se moría. Nunca pensé que algo así pasaría, que vería a mi hermano casi muerto tan joven… No sé por qué, pero pensaba que la muerte nos encontraría cuando fuéramos ancianos, y hubiéramos hecho giras por todo el mundo (hasta por Chile =D); cuando hubiéramos formado familias, y tuviéramos nietos que lloraran nuestra partida. Cuando tuviéramos muchos discos de grandes éxitos y tantos premios que nuestras casas parecieran salones de la fama. [lo serán, Joe, algún día =D]

Pero ahora no teníamos nada de eso… Ni siquiera habíamos comenzado a vivir, y mi hermano ya moría. Apreté mi rostro en su pecho y lloré con rabia, con odio, con impotencia…

* ¡Maldita ambulancia!- pensé ofuscado- No llegas y mi hermano se muere…-

Me parece que estuve horas llorando sobre su pecho, mientras lo abrazaba para que el trozo de vidrio no se le clavara más en su espalda. Hace tiempo no rezaba, pero esta vez lo hice. Rogué a Dios que le diera más vida, no me importaba si a mí me pasaba algo después, sólo Kev era importante ahora.

Mis divagaciones me alejaron de la realidad. Ni siquiera escuché la ambulancia. Ni tampoco los pasos de los paramédicos hasta que llegaron a la cocina y me apartaron de Kev. No se los quería entregar, no sé por qué. Sentía que quería estar con él todo el tiempo que pudiera… pues temía que fuera la última vez que lo abrazaría y su cuerpo estuviera cálido aún.

* Hijo,- dijo mi madre cuando se me acercó- debes dejar que se lo lleven… Ellos lo pueden ayudar, tú no…-

Lo repito… Admiro la fuerza de mi madre. Sé que ella también quería llorar, pero se resistía a hacerlo…. Y no sé cómo lo hacía…

Mientras subían a Kev a la ambulancia, los vecinos salieron a la calle. Algunas personas tomaron sus cámaras fotográficas y tomaron fotos de nuestra desgracia… Quise golpearlos, pero Mamá me detuvo. La miré y vi que de sus ojos comenzaron a caer lágrimas, las que le recorrieron las mejillas.

La abracé y también a Frankie… Así nos apoyamos mientras se llevaban a Kev.

//Narra Nick//

Apenas entiendo qué ocurrió. Se suponía que le pediría a Lucy que fuera mi novia. ¿En qué momento llegamos a esto?... Tenía tanta ira dentro de mí, que casi mato a mi hermano… ¿Dónde están mis límites?... ¡¿En qué clase de monstruo me he convertido?!

Caminé sin rumbo por varias calles, con la conciencia en otra parte, pues no pensaba en nada. La gente me miraba y se apartaba de mí, pues los asustaba. Tenía el cuerpo herido y la ropa ensangrentada, como sobreviviente de una tragedia. Me alejé de todos y recorrí las callejuelas más abandonadas, donde sólo aparecían gatos de vez en cuando. Estaba anocheciendo y hacía frío.

Me acerqué al puente que había en la ciudad. Le di un vistazo al agua que había debajo. Mil ideas rondaron mi mente. Si Kev se muriera, yo sería el responsable. No podría cargar con ese peso, además de considerar que pasaría el resto de mi vida en la cárcel.

No lo pensé dos veces. Primero apoyé una pierna y me impulsé con los brazos. Estaba sobre la baranda del puente, dispuesto a saltar. Miré al agua oscura arremolinándose debajo…

//Narra Joe//

La ambulancia desapareció al doblar la esquina, llevándose la última esperanza que mi hermano sobreviviera. Mamá, entre lágrimas, nos dijo que entráramos rápido a la casa a vestirnos con algo para ir al hospital; además quería que yo me sacara la sangre de Kev que me había manchado la ropa mientras lo sujetaba.

Another Day in the ParadiseWhere stories live. Discover now