Poor Unfortunate Souls

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//Narra Joe//

Estuvimos toda la noche con las cabezas escondidas entre los libros. Me sorprendí al comprobar que mi hermano simplemente era un cero a la izquierda cuando se trataba de Física. Además de fugarse de clases, no mostraba el mínimo interés en tomar un cuaderno por sus propios medios y ponerse de lleno a estudiar. Me parecía que él era de los que creían que una ascendente carrera de cantante podía asegurarle un futuro económicamente estable; sin embargo, ahora, los dichosos cimientos de su carrera artística estaban débiles. Jonas Brothers se había convertido demasiado pronto en historia pasada, y Papá quería que cada uno de nosotros terminara sus estudios, y fuera perfectamente independiente. Por eso Nick había regresado a la escuela en lugar de dar exámenes libres, y a mí me habían puesto a trabajar en “Pink Girls”.

Tres veces me levanté del escritorio en la habitación de mi hermano para ir a la cocina en busca de dos tazas de café bien cargado; Nick hizo lo propio otras dos veces. Por dentro moría de sueño, la cama con sus sábanas tibias y su blando colchón se veía verdaderamente tentadora, pero tuve que resistir, desviando la mirada y dejándole a Nick otro ejercicio que resolver. Cuando el reloj marcó las seis AM, y mi hermano daba muestras de dominar al revés y al derecho toda la materia, lo insté a dormir por al menos una hora, ya que tenía clases a las ocho. Sin duda fuimos unos descriteriados al no dormir la noche antes de un examen, pero no quedaban más alternativas de donde escoger.

* Creo que rechazaré tu propuesta, mi querido Joseph.- me respondió Nick, dándose aires de intelectual y con una sonrisilla dibujada en los labios- Cierto es que dormir se me presenta como una tentación a la que ansío sucumbir, pero prefiero declinar de ella. Una ducha de agua caliente y un buen desayuno me traerán más beneficios que una hora de sueño que bien puede perjudicarme.- terminó, mirándome divertido y resistiendo apenas la risa.

* Se supone que nos pasamos la noche estudiando Física, no el Manual de Carreño.- le reproché, enarcando una ceja.

* Pues, digamos, Joseph, que puede haber un sexto sentido mío que me causara tal efecto… Supongo que no me equivoco si confieso que esto te resulta tan fascinante a ti como a mí.- continuó con sus delirios de erudito.

Sólo le faltaban unos anteojos de cristales gruesos para parecer académico de alguna universidad. Más que provocarme gracia, la situación se me hacía peculiar… y hasta preocupante.

* Comienzo a creer que tu café tenía algo extraño.- declaré, con un gesto de aprensión- O bien dormir te causa un verdadero problema… ¿Te sientes bien?-

Nick me dirigió una mirada llena de reprobación.

* ¿Dónde está tu sentido del humor, hermanito?- me preguntó enseguida, con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

* Supongo que se quedó en “Pink Girls”…- dije, en un susurro sin emoción.

Muy a mi pesar, recordé que yo también tendría que volver al trabajo a las ocho de la mañana. Ojalá Molly tuviera la sensibilidad para darnos un día de descanso “post-asalto”, pero, conociéndola, eso era pedir un milagro. El casi morir no me traumó especialmente, después de todo tenía la suerte de estar vivo; más bien fue la discusión con Amanda la que me hacía sentir un especial rechazo a poner un pie en la tienda rosa… Además, aún cosquilleaba dentro de mí la sensación de haber estado en el sitio equivocado. Aunque, claro, yo no le hallaba el mayor sentido.

* Me dan escalofríos cuando pienso que estuviste tan cerca de morir.- dijo Nick, de pronto, interrumpiendo mis divagaciones.

* No te alcanzas a imaginar lo cerca que estuve de pasar al otro mundo.- murmuré yo, por lo bajo.

Another Day in the ParadiseWhere stories live. Discover now