Llamada Inesperada

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//Narra Annie//

Nunca más le haré caso a Mark, ya que siempre me trae problemas el hacerlo. Ayer noche me ofreció que fuéramos al cine a ver una película que empezaba a la medianoche. Era de terror, y, para no parecer cobarde, acepté el “reto”, aunque la verdad es que yo sabía que me iba a tener que cubrir los ojos con las manos en la mayor parte de las escenas.

Así, poco y nada disfruté la película, sin embargo, cada vez que mi hermano me preguntaba qué me pareció, yo respondía que me había encantado. Volvimos caminando a casa, ya que no queríamos que el ruido del motor de autobús despertara a nuestros padres… Ok, lo reconozco… habíamos ido sin permiso. Desde pequeños nos gustaba jugar a fugarnos por las ventanas o por la puerta trasera, sólo por diversión; claro que varias veces Mark tuvo que ayudarme, ya que como yo era más pequeña que él tenía problemas para bajar desde el segundo piso sólo apoyada en las grietas de la pared.

Habíamos llegado a las tres de la madrugada, cansados de tanto caminar desde el cine. Tuvimos suerte, ya que gracias a nuestra experiencia como profesionales de irrumpir en la casa sin que nadie lo note, no hicimos demasiado ruido. Llegué a mi cuarto y me arrojé sobre la cama sin ponerme pijama. Estaba muerta de sueño…

Gracias a es me desperté tarde al día siguiente, pues la irresponsable había olvidado o querido olvidar que tenía escuela. Cuando sonó el despertador, simplemente lo apagué por inercia, y ni a mis padres ni a mis hermanos se les ocurrió siquiera el intentar despertarme ellos mismos. Para cuando yo lo hice, era demasiado tarde y debí correr a la escuela para llegar a tiempo.

El autobús demoró siglos en pasar por la parada, y cuando al fin lo hizo, iba repleto a colapsar [odio cuando pasa eso xD]. Me subí apretujada entre los demás pasajeros, y de pronto empecé con que me faltaba el aire. Comencé a ahogarme ahí mismo, se me subió el color a la cara y yo sentía que me moría. Gracias a Dios la escuela estaba cerca y me bajé lo más rápido que pude. Una vez lejos de esa masa de gente, al sentir el aire entrarme a los pulmones, me sentí revitalizada. Pero me duró poco antes de correr a la escuela como una loca desesperada.

//Narra Joe//

Mi corazón había estado latiendo como loco esperando que alguien respondiera, pero apenas esa voz me contestó, quedé petrificado de la impresión y la sorpresa Se supone que marqué el número de Annie, ¿entonces por qué me respondía un hombre? Me impactó tanto que no podía ni hablar, las palabras simplemente no me salían.

* ¿Aló?... ¿Hay alguien ahí?- preguntaba el sujeto mientras yo seguía sin modular nada.

Quise pensar que a lo mejor Nick esta vez había recurrido a un amigo cuando se fue de la casa con Frankie, para tranquilizarme un poco, así que opté por preguntarle al sujeto del teléfono si es que conocía a Annie y así salir de la duda de una vez.

* ¿Annie está por ahí?- dije, con la única voz que me salió, que más pareció cualquier cosa que voz de Joe Jonas xD.

* No, se fue a la escuela, pero se le quedó su celular…-

¡Rayos! La conoce… ¿será el novio acaso? Claro que es el novio, una chica tan linda como ella seguramente tiene novio, ningún tonto la deja pasar así sin más... Ok, el único idiota que hace eso soy yo.

Me daba pena pensar que su corazón ya tenía dueño, pero a la vez me hacía comprender miles de cosas. De la nada entendí por qué Annie me rehuía cada vez que me la encontraba por ahí, por qué no apareció el día de la cita… siempre la razón era la misma: el maldito novio con el que yo ahora hablaba por teléfono.

* ¿Le quieres dejar un mensaje?- quiso saber el “novio”, devolviéndome a la realidad.

Sin saber bien por qué, sentí envidia por el sujeto. Lo he dicho varias veces, sé que no la amo, pero siento cositas extrañas, típicos síntomas de estar al borde del enamoramiento, cada vez que la veo o pienso en ella. Podría estarme todo el día imaginándola, pensando en lo que podríamos hacer juntos si ella quisiera estar conmigo… tengo miles de planes para nosotros dos… pero Annie tiene novio, así que nada de eso serviría.

* No, así está bien.- respondí y corté la llamada.

Mejor terminar de una vez con todo este juego, antes de salir herido. Supongo que podré olvidar lo que siento, lo puedo guardar en algún sitio oculto de mi corazón y dejarlo ahí, hasta que simplemente otra persona aparezca en mi vida y, esta vez, las cosas sí salgan bien… Aunque no niego que me hubiera fascinado que Annie fuera la chica con la que yo tuviera la suerte y la dicha de compartir un San Valentín… ¡cielos, creo que siento por ella más de lo que creí!

Guardaba el celular en mi bolsillo, cuando alguien volvió a llamar. Tal vez era el envidiado “novio”, que había notado las segundas intenciones (no sólo de amistad) que yo tenía con Annie. Asustado miré la pantalla de mi teléfono… sólo era papá.

* ¿Aló?- respondí a la llamada.

* Hijo, te parece si nos juntamos en “……”, hoy comienzas en tu nuevo trabajo.-

* ¡Qué emoción!... No puedo esperar hasta empezar a trabajar.- respondí sarcástico.

Conocía la dirección, pero como estaba en el centro, había tantos lugares donde podía ser, que no quise gastarme la cabeza pensando en cuál de todos yo debería comenzar… había una carnicería cerca… sólo espero que no sea esa…

Another Day in the ParadiseWhere stories live. Discover now