Dudas

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//Narra Annie//

Se estaba haciendo tarde y si no llegaba pronto a mi casa, Mark se enfadaría conmigo. Habíamos acordado que estaríamos los dos juntos para cuando nuestros padres junto a Henry, nuestro hermano pequeño, regresaran de su larga estadía en casa de los abuelos.

Mientras él ordenaba la casa, yo había salido a comprar algunos pasteles dulces para recibir a la familia. Henry tiene siete años y adora las cosas dulces. Claro que se pone algo hiperactivo cuando las come; y, para desgracia mía, el día que Nick y Chris fueron a mi casa, fue cuando mis padres habían partido recién, y Henry había dejado todo completamente desordenado. Me dio tanta vergüenza cuando los hice pasar y noté el “detalle”.

A Nick no lo he vuelto a ver, pero me parece simpático. Lo conocí uno de sus peores días, según me comentó, y a pesar que su ánimo andaba por el suelo y él se quería suicidar, diría que es un buen chico. Eso sí, nunca volvió por su ropa, sino que yo misma tuve que ir a dejársela a su casa…. ¡Ay, qué día aquel!

Era obvio que me iba a encontrar con Joe Jonas, pues también es su casa, pero, ¿por qué? Desde el día que me invitó a salir, en el parque, que siento sensaciones extrañas cuando lo veo en algún comercial o en algún video musical. Además, siempre están sonando sus canciones en la radio. ¿Eso no es demasiada tortura?

Lo peor de todo esto, es que él sólo jugó conmigo. Me invitó a salir sólo porque no quería quedarse sin cita mientras sus hermanos sí tenían con quién salir. Y, pues, me tocó a mí ser la de la mala suerte. Joe Jonas jugó conmigo, lo repito.

Por eso, aunque pienso que es el chico más perfecto que pueda existir, lo ignoro. No soporto sentirme así de humillada. Cada vez que me habla tengo miedo de salir lastimada de nuevo; no puedo ni mirarlo a los ojos, ya que me pierdo en ellos, como una tonta. Creo que mi corazón no me hace caso cuando le digo que no tiene que querer a quien lo daña. Si viera a Joe Jonas ahora, contra mi voluntad, tendría que fingir que no me importa… pues claramente, para él yo no soy nadie.

//Narra Joe//

Apenas llegué al otro lado de la calle, decidí dejar de correr, para que mi corazón no se agitara más de lo que ya se descontrolaba si veía a Annie. Caminé lo más rápido que pude, antes que se me escapara.

La veía avanzar delante, con su largo cabello castaño ondeándole a cada paso que daba. Llevaba bolsas en la mano, ojalá tuviera el valor de ofrecerle mi ayuda. Y entonces me di cuenta de algo grave, que antes no había considerado. Casi no tengo valor para hablarle; cada vez que lo intento, las palabras no me salen, y ella se enoja porque me termina las frases con lo que yo menos pensaba decirle.

Comencé a disminuir la velocidad de mi marcha. Quería hablarle, pero para terminar más distanciados, tal vez sería mejor que no lo hiciera. En una de esas, y lo más recomendable sea sólo olvidarla… Después de todo, que yo sea Joe Jonas no tiene por qué ser motivo para que todas las chicas quieran tener una cita conmigo. [que venga a Latinoamérica y verá que no es así xD]

Mientras caminaba, pensaba si hablarle o no. ¿Qué sería lo más aconsejable? ¿Qué traería menos problemas? Si le hablo, ¿algo me daría la seguridad que las cosas van a salir bien esta vez?

Another Day in the ParadiseKde žijí příběhy. Začni objevovat