Another Day in the Paradise

Incauto

//Narra Joe//

Amanda sollozaba de pie a mi lado, mientras el sujeto la amenazaba con su arma y le ordenaba que no se moviera. Yo veía el techo en penumbra de la tienda a través de la máscara, achicando los ojos tratando de ver “la luz” que se supone que ven las personas que están a punto de morirse… Como no la encontraba nunca, comencé a preocuparme. Quizás me había portado tan mal en esta vida, que sólo me esperaba el Infierno.

Me dolía mucho el pecho, cerca del corazón. Llevé mis manos hacia el lugar exacto donde había llegado la bala, pero me di cuenta que no me había herido en lo absoluto. El traje de conejo había actuado como un chaleco anti-balas. Estaba a punto de ponerme de pie, cuando se escuché que alguien llamaba mi nombre mientras entraba a la tienda, incauto como una presa fácil en medio de la selva.

* ¿Joe? ¿Aún estás trabajando?-

Por más que me esforzaba, no conseguía reconocer la voz. ¿Quién hablaba? ¿Quién era lo suficientemente despistado para entrar así como así a una tienda que está siendo asaltada?

El ladrón se acercó hasta Amanda, le puso una mano en la boca y apuntándole la sien con la pistola, le dijo al oído en un susurro:

* Será mejor que te quedes callada, hermosa.-

Así, se la llevó con él y se escondieron detrás de un estante, para que la persona que venía llegando no los viera hasta que fuera demasiado tarde para huir. Yo quería decirle algo, darle algún indicio que las cosas estaban mal, pero como estaba de espaldas, con ese estúpido traje al que le debía la vida, no me podía poner de pie por mis propios medios.

* ¿Joe?- seguía llamando la voz, que cada vez se oía más cerca.

¿Cómo decirle? ¿Cómo advertirle sin que el asaltante se dé cuenta?