Eterna Intriga

265 5 0
                                    

//Narra Annie//

Zac me observaba con sus ojos azules muy abiertos, pero ninguno de los dos emitía palabra. Supongo que la tensión del ambiente era demasiada para poder decir algo. Habíamos hablado de otros sentimientos antes, pero nunca de amor. Era un tema que hablándolo con él no se me hacía cómodo.

* ¿Cómo le explico a mi corazón que deje de amar?- me preguntó, como un niño que no sabe qué hacer en una situación que lo toma por sorpresa.

* Tal vez no tengas que decírselo.- comenté- Quizás no sea necesario dejar de amar.-

* Para mí es necesario, Annie.- respondió llevando sus ojos al suelo y concentrándose en un punto indefinido- Yo no sé cómo se ama.- dijo después de un rato, sin levantar la vista- Tengo miedo de amar y no ser correspondido, tengo miedo de entregar mis sentimientos y que éstos no lleguen a tierra fértil… - hablaba con frenesí, mientras jugaba con sus manos nerviosas- Es la primera vez que algo así me sucede, nunca antes un sentimiento se apoderó de mí, al punto de ya no pensar en nada más. Paso todo el día tratando de negar lo obvio, de obligar a mi corazón a dejar de latir, de dejar de entregar amor como loco… Pero mis intentos son más que inútiles…-

Yo lo observaba completamente callada mientras él hablaba. Al mismo tiempo que ponía atención en sus palabras, centraba mi atención en cada detalle suyo, sus ojos celestes como el cielo en un día de Verano, su cabello rubio como el oro, sus rasgos faciales que ya lo hacían todo un hombre, sus labios húmedos moviéndose al hablar. Mientras su voz me acariciaba con cada palabra que Zac emitía, yo rogaba con todas mis fuerzas que la persona que él estaba amando no le hiciera ningún daño.

Ya había asumido que esa chica no era yo, después de todo, mi participación en su vida se había resumido a una burda palabra, ahora sin sentido: amiga. Así, lo único que me quedaba era pedirle a Dios que mi “amigo” fuera feliz con aquella a quien su corazón eligió amar. En un acto inconsciente, le tomé sus manos entres las mías.

Estaban muy frías, hasta temblaban un poco; pero yo quise transmitirle calor y seguridad. Zac me miró a los ojos, provocando que mi corazón saltara dentro de mí.

* Créeme que ninguna persona sabe amar antes de la primera vez.- declaré tratando de sonar segura, pero la verdad es que las palabras me quedaban grandes- Pero no estás solo, Zac; te prometo que estaré contigo y haré lo que esté a mi alcance para que tú puedas sonreír como siempre.- me dedicó una sonrisa que me hizo ruborizar- Ya verás, como dentro de un tiempo, esta charla ingenua nos parecerá ridícula… Ya nunca más pareceremos niños cuando hablamos del amor…-

Volvió a sonreír, con más confianza esta vez. Sin embargo, de un segundo a otro, su semblante otra vez se mostró inseguro. Su fija mirada me penetró hasta el alma, al momento que mi corazón latía descontrolado…. No sé si me estaba volviendo loca, pero podría jurar que escuché cómo el corazón de Zac se desesperaba dentro suyo.

* Annie,-comenzó a hablar- ¿qué harías si supieras que la persona que despierta tantas emociones en mí es…?- pero no alcanzó a terminar, dejando la pregunta en un suspenso insoportable.

Another Day in the ParadiseWhere stories live. Discover now