Arriba Las Manos

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//Narra Nick//

Eran más de las ocho, y yo ya iba de vuelta a mi casa. Llevaba largo rato caminando junto a Jeremy, un amigo de la escuela que vivía a unas cuadras. Nos conocíamos hace algunos años y él era uno de esos chicos que te siguen viendo igual aunque salgas en MTV y en Radio Disney. Volvíamos juntos y caminando ya que nuestros padres no quisieron ir a recogernos hoy, y ninguno de los dos tenía dinero para tomar el autobus. Sé que es difícil creer que yo no tenga ni un centavo en los bolsillos, pero hace tiempo que no me dan la mesada. Llamémoslo “castigo”.

De pronto escuchamos cómo las patrullas policiales iban a toda velocidad en dirección al centro. Parecía que algo grave pasaba allá. Jeremy me miró asustado.

* ¿Qué será lo que pasa?- preguntó.

* ¿Y a nosotros qué nos importa?- le respondí sencillamente- Si no tiene que ver ni contigo ni conmigo.-

* A lo mejor un pariente lejano podría estar involucrado.- insistió él. Se ve que quería que yo le diera la razón.

* Sí, claro, el mejor amigo del novio de la prima de la sobrina nieta de mi tío abuelo segundo está metido en medio de todo esto.-

* ¿Tú crees que él tenga algo que ver?-

Sí, le faltaban neuronas también.

* ¬¬ Si existiera, tal vez.-

Dejamos pasar las patrullas y nosotros seguimos caminando. Sea lo que sea que ocurriese, a mí simplemente no me importaba. Tenía examen mañana y lo único que me importaba era llegar a mi casa y tomar el cuaderno de Física para estudiar. Aunque claro, tal vez Joe me podía dar una mano.

//Narra Joe//

El asaltante me dio un empujón que me obligó a sujetarme de una estantería o hubiera caído al suelo. Cuando recuperaba el equilibrio pude verlo. Traía una máscara tipo Spiderman que le cubría la cara [Wow, Joe sabe para qué sirven las máscaras xD], pero aún así le pude ver los ojos rabiosos llenos de odio. El tipo sabía lo que hacía, y el arma en la mano no le temblaba ni un poco al apuntarme.

* Mejor te apuras, o serás conejo muerto.- me dijo con su voz tan violenta.

* Joe, ya volví… Ahora sonríe para la cámara.- mencionó Amanda, sin notar lo que ocurría.

* ¡Arriba las manos, señorita!-

El sujeto ahora la amenazaba a ella con la pistola, que poco y nada entendía. Es decir, yo tampoco comprendía mucho, pero ya había tenido unos minutos para

acostumbrarme a la idea que me estaban asaltando. Al menos no era día de pago. [=D]

* Ahora, el conejo irá por la caja fuerte mientras tú te quedas aquí sin moverte o te juro que no respondo.-

Yo ni bien sabía dónde diablos estaba la dichosa caja fuerte, sin embargo, comencé a caminar hacia la oficina de Molly, ya que ella debía saber. En una de esas ni siquiera teníamos caja fuerte.

* Espera, Joe.- me detuvo la voz firme de Amanda. Creo que ella no tenía miedo- No vayas a ninguna parte.- miró al ladrón con una expresión decidida- No te daremos lo que quieres, así que no nos exijas nada.-

* ¿Estás loca?- le pregunté asustado- ¿No ves que tiene un arma?-

* ¿Y tú crees que es de verdad?-

* Yo empiezo a creer que tú eres suicida.- le respondí.

* ¡Ustedes ya me colmaron la paciencia!- gritó rabioso el tipo.

Apuntó con su arma al techo y disparó a un foco de luz. Ya no quedaban dudas, la pistola era de verdad. La tienda quedó en penumbra enseguida, mientras Amanda soltaba un grito asustado y corría hacia mí. La miré a través de mi cabeza de conejo y negué con la cabeza.

El asaltante abrió con brusquedad la chaqueta que traía puesta y dejó a la vista una bomba atada a su pecho. ¡OMG! ¡Era todo un kamikaze!

* Si en dos minutos no me traen la caja fuerte, nos morimos todos.-

* ¿No crees que en dos minutos no alcanzo a traerla?- dije.

* Pues no sé cómo piensas hacerlo ahora que sólo queda un minuto…-

¿Un minuto? ¿Sería el último minuto de mi vida? Y yo que pensé que moriría viejo junto a mi esposa rodeado de mis hijos y nietos… Supongo que no es uno quien decide.

Miré a Amanda a mi lado… Sus ojos estaban empañados y sus manos tiritaban. ¿Nos salvaríamos esta vez? Los recuerdos pasaron frente a mis ojos como un bólido. Desde que era un niño jugando con Kevin y Nick, mi primer rap, la primera canción que compuse, el primer concierto, el primer beso y también el más reciente, el último show frente a las miles de fans… todo se redujo a ese instante en que las dudas desaparecieron. Un escalofrío me recorrió la espalda… Ya lo entendí, estaba a punto de morir…

Another Day in the ParadiseWhere stories live. Discover now