Sensaciones Indescifrables

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//Narra Nick//

Estaba detenido en el puente aún, mirando el río correr debajo, cuando alguien me tocó el hombro y esfumó mis divagaciones. Pensé que era Joe que me había seguido y quería arrogarme al caudal, [qué paranoico xD] pero al voltearme me encontré con Cathy. Para variar, sonreía.

* No llegaste a tomar los helados.- me dijo, aún sonriendo- Pero no me importa, porque de todos modos te encontré.-

Apoyó sus codos en el barandal y miró el horizonte, con los ojos brillándole gracias a los rayos rojizos del Sol que ya desaparecía. Creo que yo llevaba mucho rato ahí, pues cuando llegué era más temprano. Supongo que he perdido demasiado tiempo pensando en los problemas que he ocasionado. ¡Hasta olvidé ir a tomar los helados con ella!

* Cuando éramos niños veníamos aquí, ¿lo recuerdas?- me preguntó de pronto.

Esa pregunta mágica apartó de mí mis remordimientos, miedos, torpezas. Todo lo que había pasado en estos últimos días desde el beso entre Lucy y Kev, se había borrado de mi mente por al menos un segundo. ¿Cómo era posible que Cathy tuviera ese poder?

* Claro, Cathy, eras mi mejor amiga… ¡qué momentos los que pasamos aquí!-

Realmente no me había acordado de eso, era como si ese dato estuviera bloqueado por mi mente alterada. Pero ahora que ella lo decía, el recuerdo salió a flote y entendí por qué sentía tanta paz cada vez que miraba ese río. Al mismo tiempo, la invalidez de Kev, el rencor de Joe, todo eso estaba en un segundo plano y ya no me torturaba como había estado haciendo, al punto de ya casi no poder ser capaz de conciliar el sueño durante las noches.

Aparté los ojos del río para mirar a Cathy, porque había dejado de hablar, y eso no es común en ella. Estaba sonrojada y yo algo inquieto. El viento jugaba tiernamente con su cabello.

* ¿Ocurre algo?- interrogué, preocupado.

* Aquí me pediste que fuera tu novia, hace cinco años…- respondió, ruborizándose más.

* Y tú me dijiste que no querías.- le recordé, y sonreí- Y eso fue lo mejor para no dañar nuestra amistad. Creo que yo sólo estaba algo confundido porque te quiero mucho, como se quiere a una hermana… además sólo teníamos diez años… ¿A los diez años se puede saber qué es estar enamorado?-

Cathy guardó silencio un momento, mientras agachaba su cabeza y la sonrisa se le borraba de los labios. Sus ojos brillaban más que antes. Estuvo así un rato, hasta que de improviso me tomó la mano y volvió a sonreírme como antes.

* Sabes que adoro ver los atardeceres contigo.- confesó mientras me miraba con los ojos empañados por la emoción- ¿Puede haber algo mejor que esto?-

//Narra Joe//

Era casi de noche cuando alguien tocó el timbre. Mamá estaba en su cuarto, leyendo una revista estúpida para distraerse de los problemas, mientras papá dormía a su lado. Supuse que yo tendría que abrir la puerta. Si teníamos mala suerte, era tío Josh, que traía a Frankie de nuevo. No quiero parecer grosero, pero tal vez no es tiempo para que “The man” regresé a casa. No ahora, con Kev en ese estado y Mamá sin saberlo.

Bajando las escaleras me tropecé con un juguete de Frankie y salté cinco escalones a lo tonto, cayéndome y golpeándome el trasero. Gracias a Dios eran los cinco escalones más cercanos al suelo. Adolorido, me puse de pie y abrí la puerta.

No podía creer que fuera ella. Me sonrojé de inmediato. La busqué tantas veces y de pronto ella aparecer en mi casa como si nada. Esta vez no le cerraría la puerta, esta vez no cometería los mismos errores. Le diría que no tenía intención de dañarla, y le pediría una nueva oportunidad de conocerla, ya que no sé bien por qué, pero cada vez que pensaba en ella, sonreía como estúpido.

* Vine a dejar la ropa de Nick.- me dijo Annie, entregándome un paquete- La olvidó en mi casa y creo que olvidó recogerla.-

* ¿Por qué mi hermano deja su ropa en tu casa?- quise saber, extrañado y algo celoso… ¿celoso por qué?

* ¿Tan poca comunicación tienes con él?... Pensé que todos los hermanos se llevaban bien.-

* Hemos tenido algunos problemas…- confesé tristemente- Pero eso…-

* … no me interesa. Lo sé.- completó ella secamente- Bueno, yo sólo venía a dejar eso. Adiós…-

Fue todo. Se dio la vuelta y se fue. Antes de pensar en seguirla, antes de cualquier cosa, me pregunté por qué no me dejó terminar de hablar. Sólo quería decirle que “eso era una larga historia”.

Annie se fue otra vez. Así como llegó, tan fugaz e incomprensible…. Apreté el paquete de ropa con mi mano y me pregunté por qué… ¿Por qué Annie me hace tanto daño? ¿Por qué su indiferencia me afecta? No la conozco… ¿entonces cómo siento estas cosas por ella?... Soy un estúpido.

Another Day in the ParadiseWhere stories live. Discover now