Another Day in the Paradise

Sin Excusas Esta Vez

//Narra Nick//

El Inspector de la Privada me había cogido en medio de una de mis múltiples fugas de clases. Me miraba fijamente a través del grueso vidrio de sus anteojos, mientras ceñía el entrecejo y hacía una mueca de desaprobación con los labios. Yo sólo atiné a sonreír nervioso.

* ¿Quién se está fugando?- pregunté, como un rebelde respondón.

* ¡Es un irrespetuoso, Sr. Jonas!- me regañó, ofuscado- Usted será severamente reprendido, y ni crea que algo de piedad le tendré al comunicarle el caso a su padre.-

Me tomó fuertemente de un brazo y comenzó a halarme camino a la Escuela, mientras decía entre gruñidos. La gente nos miraba entendiendo poco y nada, y yo sólo atinaba a sonreír, fingiendo que todo estaba bien.

* ¡Hace días sospechaba de su inadecuada conducta!- gruñía el Inspector, que se llamaba Sr. Smith- ¡Los profesores me habían advertido de sus ausencias injustificadas!-

* ¡Soy inocente!- traté de defenderme, pero él no me escuchaba- Yo no he faltado a clases sin tener buenas razones.-

* ¡¿Y cuáles serían las dichosas razones?!-

* Me aburriré en la Escuela.-

* ¡¿Cómo sabe que se aburrirá, si no se digna a asistir a ninguna de las clases?! ¡¿Acaso es vidente ahora?!-

* ¬¬ … Quizás un poco…-

* ¡Y yo soy el papá de Zac Efron!-

* ¿En serio?-

* ¡Sr. Jonas, es sólo una expresión!-

//Narra Joe//

La conversación con Mandy me había servido mucho, pues pude entender varias cosas que sin ayuda de nadie, simplemente no era capaz de comprender. Ella me explicó que en una de esas Annie me juzgó antes de conocerme, y sus prejuicios no la dejan romper esa barrera que separa al Joe que ella imagina del Joe que soy en realidad.

Era una lástima, ya que Annie no permitía que yo me acercara a demostrarle lo equivocada que está. Me destroza el saber que no quiere nada conmigo. Ya sé que tiene novio, tengo claro que no hay lugar para mí en su corazón… pero en el mío ella es la única dueña. La amo, lo aceptó, me enamoré de ella porque no quiere estar conmigo, la amo porque se rehúsa, porque es distinta a las demás. Para Annie soy más que un cantante, para ella soy… soy la última persona de la que enamoraría.

Lamentablemente es así, la vida no es un cuento de hadas y no siempre las cosas nos salen bien. A veces nos enamoramos de la persona equivocada, y no hay nada que nos haga dejar de amarla; aunque sabemos que estamos equivocados, deseamos besar esos labios y ser correspondidos en nuestros sentimientos.

Tropiezo una y otra vez con esa piedra… Annie, si tan sólo me permitieras demostrarte cuánto me importas, cuánto daría por ti. Por favor, no me dejes solo si sabes que te necesito…

Mi mente había divagado todo el día pensando en ella, así el trabajo se me hacía más fácil. En estos seis días que llevo en “Pink Girls” no he dejado de desear verla cruzar la puerta de nuestra tienda, pero nunca aparece. Siempre lejana, siempre inalcanzable para mí. ¿Por qué eres imposible? ¿Por qué no me das la oportunidad de amarte sin sufrir?

Estaba sentado en el parque donde la vi por vez primera, esperando que la Vida la trajera de regreso a mí. Tenía los ojos nublados por la emoción, era una amalgama perfecta entre amor y desamor. Mi corazón latía lastimeramente mientras se desangraba. ¡Qué amor más cruel es este! ¡Qué castigo más injusto! Miraba el horizonte en busca de nuevos sueños por los que luchar, cuando la vi aparecer.

Annie venía sola, avanzando con sus gráciles pasos y su eterna sonrisa que tanto amo, pero que desaparece apenas me cruzo delante de ella. No resistí, ya no podía aguantar más sin hacer nada. Me puse de pie y me acerqué. Intentó evitarme por todos los medios posibles, pero no la dejé. La tomé por los brazos, la miré a sus hermosos ojos y le dije, en un susurro:

* Esta vez no vas a huir sin decirme nada.-

* Joseph, déjame…-

* No, no te voy a dejar ir… Me importas demasiado como para permitir que te vayas otra vez…-

* No te entiendo…-

* ¿Tan difícil es comprender que me estoy enamorando de ti?-