Volver a Empezar

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//Narra Joe//

Todavía recuerdo cómo fueron las cosas. Papá nos había hecho sentar a Nick y a mí en el sofá frente a él. Se notaba a simple vista que él lo lamentaba más que nosotros dos, pero intentaba fingir de un modo burdo. Tenía la decisión tomada desde hace tiempo, y yo sospechaba que no era algo que hubiera hecho por libre albedrío, sino que lo hizo porque simplemente vio que era la única solución que traería menos problemas. [ya era hora xD]

La operación de Kev había sido hace una semana. Gracias a Dios no tuvo complicaciones; con su caída sólo se fracturó un brazo, el cual le enyesaron, y además debe usar un cuello ortopédico por algún tiempo. Cualquier cosa parece poco al lado del riesgo de muerte por el que pasó o de su invalidez.

Mañana lo traemos a casa, pero antes papá nos pidió hablar con él, de padre a hijos, como había mencionado. Nick y yo ya suponíamos lo que nos iba a decir. Las noticias habían adelantado todo antes que nosotros pudiéramos darle una explicación que nos dejara las manos más o menos limpias, aunque eso se veía difícil, después de todo, una imagen vale más que mil palabras.

El día que Nick besó a Lucy y yo comencé a golpearlo en la calle, los vecinos aparecieron con sus cámaras fotográficas y filmadoras, registrando tan vergonzoso momento para la posteridad. Claro que no se guardaron las fotos para ellos, sino que las mandaron a las cadenas televisivas. Desde que operaron a Kev, nuestra peleíta callejera habíamos sido la noticia de la semana… ¿qué noticia?... ¡El escándalo, diría yo!

* ¿Es esto lo que quieren hacer de sus vidas?- nos preguntó de pronto, con los brazos cruzados, frente a nosotros dos.

* ¿A qué te refieres con “esto”?- quiso saber a su vez Nick, algo preocupado, a juzgar por el tono de su voz.

* Me refiero a si de verdad quieren solucionar sus problemas recurriendo a los golpes siempre.- explicó papá, con el entrecejo fruncido- Yo no los crié así, los desconozco, chicos. Hasta hace poco eran hijos ejemplares que cualquier padre querría tener, pero ahora se han vuelto conflictivos… extremadamente conflictivos…-

* Las circunstancias que estamos viviendo no son las mejores…- rebatió Nick, como defendiéndose, pero yo no permitiría que se zafara así de fácil.

* ¿Y quién trajo la desgracia a la casa?- lo interrogué, mirando hacia otro lado, aunque más bien fue una pregunta retórica.

Nick me dio una mirada fiera y volvió a hablarle a papá. Le trataba inútilmente de dar explicaciones, justificando lo injustificable, con palabras lindas como cambiando la realidad y moldeándola a su antojo… Obviamente no le funcionaba. Mi hermano había hecho suya la mala costumbre de creer que con palabras del tipo “lo siento, no fue mi intención, me arrepiento de verdad, si de todos modos no trajo mayores consecuencias” lo podían redimir de sus culpas, y esa actitud me parecía lastimera.

Permanecí callado a su lado, escuchándolo hablar y deshacerse en explicaciones sin sentido, hasta que papá me observó y me preguntó si yo quería decir algo para defenderme antes que él dictara sentencia.

* ¿Desde cuándo nos estás juzgando en un tribunal?- quise saber, algo molesto.

* No los juzgo, sólo trato de solucionar un problema, extirpando de raíz a la mala semilla.-

* Para eso tienes que echar a Nick de la casa.- dije por lo bajo, pero mi hermano alcanzó a oír y me dio un pisotón- ¿Ves lo que digo? ¡Él comienza todo!- lo acusé, aprovechando la evidencia a mi favor.

* Habrá castigo para los dos.- declaró nuestro padre, muy serio.

* ¡¿Castigo?!- dijimos al unísono.

Another Day in the ParadiseWhere stories live. Discover now