73. La típica fiesta de los lunes.

58.1K 4.3K 1.2K
                                    


—DO YOU THINK OF ME?! OF WHAT WE USED TO BE? —Logan canta como si no existiera mañana mientras intento arrastrarlo fuera de la fiesta—. ¡PENNY! —vuelve a gritar y siento la necesidad de estrellar su cabeza contra la balaustrada—. DO YOU THINK OF ME?! OF WHAT WE USED TO BE?! (¿Piensas en mí? ¿En lo que solíamos ser?)

Ahg. Maldito Luke y enseñarle Maroon 5 mientras que One Direction esta en su "descanso". Se ha obsesionado con otra banda, lo último que me faltaba.

—¿Está bien? —Britanny se acerca a nosotros, con sus tacones aguja, su vestido que mata a cada chico que pasa cerca de ella y su cabello rojo perfectamente acomodado. Yo, en cambio, debo lucir como un pato mojado.

—Lo estará —contesto dubitativa—. Ayúdame a llevarlo a su habitación.

La pelirroja asiente y toma los pies de Logan, lo alzamos y vamos hasta a su habitación. Para cuando entramos, haciéndonos espacio entre la ropa que él tiene en el suelo, Logan ya esta balbuceando cosas sin sentido.

—Quiero a Bessie y dormir hasta el cuarenta y siete de febrero —pide.

—¿Quién mierda es Bessie? —pregunta Britanny juntando sus cejas.

—Su vaca de felpa —digo rebuscando en su armario. Saco a Bessie y le muestro a la mamá de mi sobrina. Logan la tiene desde que tiene tres años según lo que me contó. No la saca a relucir a menudo pero siempre la tiene cerca.

—Uhm, esa cosa —dice reconociéndola con una mueca—. Hace unos días la vi abrazada a Logan cuando entré a buscar una cosa, pensé que le había robado a Ashley.

—Es todo un caso —digo viendo al borracho que tengo en el suelo. Pongo a la vaca en su pecho, él la abraza y gira, indicándonos que va a dormir.

—Mi trabajo aquí está hecho —concluyo y palmeo mis piernas—Ahora, tengo que asesinar a otros seis idiotas, si me permites.

Temprano esa mañana...

—¡MOMENTO DEL DESAYUNO! —grita Shane sonriente mientras le da una fuerte patada a mi puerta, la cual se estremece. Yo, mejor dicho, me estremezco.

—¡Imbécil! —exclamo y ahogo la cabeza en mi almohada.

Hoy es el día. Se supone que hoy me llegaría una carta de Cambrige con mis resultados. Con tan solo imaginarme que dentro de poco sabré que me depararán los siguientes cuatro años de mi vida, se me pone los pelos de punta.

Esta vez, para sorpresa de todos, me levanto sin protestar o hacer mucho escándalo. Mi cabeza esta en modo avión el día de hoy. Solo quiero leer esa carta. Así que en mis pantuflas, bajo rápidamente las escaleras, sin importarme que tan corto sea el short de mi pijama o cuan desordenado este mi cabello, esta gente debía de acostumbrarse luego de un año de vivencia. Salgo a la calle y me sorprende el clima, esta nublado y amenaza con llover dentro de poco pero no me interesa. Corro al buzón con la mirada de los chicos desde la ventana de la cocina.

Básicamente tiro todo lo que no tuviera un logo rojo. Pero me sorprende no encontrar nada. Suspiro y dejo todo como estaba, con la mirada atenta de nuestro querido viejo vecino, el cual intenta no reírse mientras recoge su periódico. ¿No conoce el Internet?

—¿No se supone que llegarían hoy? —pregunto bufando mientras vuelvo a la casa y entro a la cocina.

—Yo las tengo.

Giro mi cabeza a Drake y abro los ojos bien grandes. ¿Estará bromeando? Unos segundos de silencio transcurren y es suficiente para saber que lo que dijo es verdad.

—¡¿Qué te pasa, entonces?! ¡Dámela! —vocifero.

—Todavía no —responde él. Mi mandíbula estuvo a punto de caerse al piso de la indignación. Estoy a punto de lanzarme a los golpes con mi mellizo cuando Thomas pone sus manos en mis hombros.

Una Casa 7 Problemas (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora