39. Soy el padre.

154K 9.2K 5.8K
                                    


"Ningun mar en calma hizo experto a un marinero"


NARRA TRAVIS O'CONNELL

Mi mirada cae en Alex apenas habla. Mi corazón da un vuelco al mirarla a los ojos, mi alrededor deja de existir inmediatamente. Olvido por completo los compañeros de casa de Alex espiando desde atrás, con sus miradas celosas, olvido a Katherine Collins con una sonrisa de orgullo en su rostro.

Mi pecho palpita con mucha fuerza. Ella es la única que logra acelerar mi corazón y ponerme nervioso. ¿Cómo es capaz de hacer todo esto? Se supone que era yo, Travis O'Connell, el chico que no se enamora. Sin embargo, acá estoy.

Trago saliva.

—¿Nos vamos?—le pregunto extendiendo una mano hacia ella.

Esta salida tiene la palabra cita escrita por todos lados. Suena muy cursi, muy tonto y definitivamente, muy de la época pasada. Sin embargo, Alex pide a gritos romanticismo aunque no lo diga expresamente. Y acá estoy yo, rompiendo mis estereotipos para darle lo que la chica que me gusta quiere.

Ella asiente con una sonrisa y acepta mi mano. Kath cierra la puerta lentamente con una sonrisa más grande que la del gato de Cheshire. Los espectadores desaparecen y finalmente puedo respirar normalmente.

—¿Nervioso? —inquiere Alex al notar como exhalo una bocanada de aire.

—Todos querían asesinarme ahí dentro —bufo—. Luke, en particular.

—Luke —murmura negando con la cabeza mientras ríe. ¿Y ahora qué?—. Son muy... Ellos. ¿A dónde iremos?

—Espera, espera —tiro de la mano de Alex para acercarla a mi cuerpo—. Vamos paso a paso. Ahora, me toca decirte que te ves preciosa. En este momento y siempre.

Sonríe y baja la mirada.

—Gracias. También te ves bien.

—¿Qué dijiste? Lo siento no escuche bien —entrecierro mis ojos y me acerco mas a ella.

—No te hagas el imbécil, no lo repetiré. Mala suerte si no lo has escuchado.

—Alex, me encantas —murmuro riendo. Ella ríe también y me inclino a dejar un corto beso en sus labios mientras sonríe.

Mi motocicleta esta estacionada y reluciente en la acera. Es una Harley Davinson completamente negra y moderna. Honestamente, es toda una belleza y me enamoré de ella desde el primer instante que la vi hace ya un año.

Subo antes y mientras Alex coloca sus manos alrededor de mi torso, intento no pensar demasiado en los resultados de paternidad, estarían listos en unas horas y estoy nervioso. Muy nervioso.

Le entrego un casco a Alex y ella bufa. Oh, la princesa no quiere arruinar su cabello. Se coloca el casco a regañadientes. Pensé seriamente en pedirle prestado el Audi a Ian para que sea mas cómodo, pero suficiente fue con ponerme esta camisa con estos zapatos de vestir ridículos. No voy a convertirme en otra persona.

Arranco con velocidad, como me gusta y como sé que a Alex le encanta.

Manejo por la ciudad, acordándome el lugar a donde tenemos que ir. No voy a ese restaurante hace años. A mamá le gustaba llevarnos de vez en cuando, tengo muy buenos recuerdos en el. Como por ejemplo, el código de etiqueta.

Bajo la velocidad cuando diviso a lo lejos el lugar donde comeríamos hoy. Alex no podía estar en Los Ángeles sin haber probado de este restaurante. Es una zona tranquila, con vista al mar.

Una Casa 7 Problemas (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora