60. Viejos hábitos.

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[LEER EL CAPÍTULO ANTERIOR PARA RECORDAR!!! ]

SURPRISE MOTHER FUCKEEEER! Estoy en exámenes es verdad, ya solo me faltan tres😌 Geografia, matematicas y lengua. Easy dude. Y resulta que dije "eh por que no escribo un poquito?" Y me di cuenta que ya tenia el capitulo listo hace mucho -porfa no me maten- y que ya estaba empezado el siguiente así queeee bueeno, ¿Por que no?  Disfruten problemas mios❤️


"La atracción mental es mucho más fuerte que la física. De una mente no te libras ni cerrando los ojos"


Doy vueltas fuera del portal del edificio de Lexi, mi vieja amiga de Londres. Quizás no debería volver a juntarme con mis antiguas amigas y volver a salir a lugares a los que no tengo que. Si me decido por entrar, sería firmar un pacto seguro para ponerme unos tacones y salir de fiesta, tal como solía hacerlo. ¿Realmente quiero eso? ¿Entro o no entro? Si lo hago, ya no hay vuelta atrás, Lexi se moriría de la emoción y no me dejaría ir.

Miro el edificio viejo una vez más y suelto un suspiro. No es buena idea, mejor vuelvo a casa a arreglar las cosas como se debe. Me giro y me dispongo a irme con las manos en mis bolsillos para resguardarme, aunque sea un poco del frío.

—¿Te estas yendo? No lo creo —oigo una clara voz a mis espaldas que consigue helarme los huesos. Volteo con rapidez y estiro una sonrisa al ver quien esta parado a mi frente.

—Debí suponerlo —murmuro riendo al reconocer a Seth Wayland.

—¡Pero si eres tú! —exclama este contento antes de que nos fundamos en un abrazo. Su aroma me trae recuerdos, recuerdos en los que nos la pasábamos tan bien haciendo estupideces que solamente nosotros lográbamos comprender—. Ha pasado mucho tiempo, Alex.

—Lo sé —murmuro contra su pecho. Me fui sin despedirme de Seth también, sin explicaciones, sin nada. Recuerdo una llamada perdida suya pero eso fue todo lo que obtuve, supongo que Lexi lo tranquilizó diciéndole no la verdad pero que por lo menos nadie me había secuestrado. Ellos son grandes amigos junto a Anna.

—¿Cómo has estado, pequeña? —pregunta acariciando mi cabello sin romper el abrazo—. Lex me contó algo y me dijo que estabas bien pero tengo que oírlo de ti.

—Estoy bien —le aseguro. Quizá esta no hubiese sido mi respuesta meses atrás, cuando llegué a Los Ángeles pero sí, creo estar bien. "Bien" en un sentido demasiado general, "bien" en "no quiero hablar sobre ello".

Lo observo bien ahora que lo tengo cerca, casi no cambió nada, quizá solo el hecho que esta creciendo y se le nota. Seth Wayland tiene dieciocho años, casi diecinueve, cumple un día después de mi cumpleaños, por eso siempre lo festejábamos juntos. Tiene el cabello rubio, bah. Si se puede seguir diciendo rubio ya que parece más que nada blanco. Siempre me gustaron sus ojos, en realidad, siempre los envidié. Son azules y logran hipnotizarte, tal como los de Shane. ¿Cuántas veces he oído a chicas llorar por esos ojos rompecorazones? Hombres y mujeres se quedan embobados con la belleza de ser.

Seth luce como el sueño de cualquiera. ¿Qué si nos habíamos acostado? Perdí la cuenta... Está bien, no voy a mentir. Fue una sola vez cuando estábamos muy borrachos y no se volvió a repetir. Preferimos el término de amigos.

—¿Ibas a lo de Lexi? —le pregunto dándole un vistazo a la puerta del edificio.

—Así es, vamos a ir a Heaven —afirma con una pequeña sonrisa. Ni el frío los detiene.

—¿Heaven? —inquiero, mi corazón casi se cae al suelo por poco. Ese lugar tiene mis mejores recuerdos, era como mi segunda casa antes de mudarme a Los Ángeles. El desancha más su sonrisa al notar la emoción que corre por mi interior.

Una Casa 7 Problemas (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora