41. Bebé desaparecido.

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—Sí, claro —murmuro aún confundida.

Ash está dormida. ¿Qué mal puede hacer un bebé de un año?

La despido y se va por la puerta, cerrando tras ella. Me levanto del sofá sintiendo un dolor en el cuello. ¿Demasiado era pedir que me dejaran en el bueno?

Recuerdo los sándwiches que dejó Britanny. No me hago muchas emociones en el trayecto, seguramente son de queso y con un pan libre de gluten o una de esas cosas que ahora tanto están de moda.

En la casa reina el silencio, tanto que parece perturbador. Falta ese to...

—¡LOGAN HA LLEGADO! —se oye un estruendo desde la puerta.

Ese toque.

Giro sobre mis talones para ir a la entrada.

—Cállate, tonto. Cameron también llegó —el moreno empuja a mi mejor amigo con un movimiento de caderas.

—¿De donde vienen?

—Maldición, casi sueño con que te quedaras dormida para siempre —Shane pone una mueca.

Solo son ellos tres, pero son los tres más ruidosos y escandalosos de toda la casa.

—Fuimos a comprar unas cosas. —Contesta Cameron esbozando una sonrisa picara—. ¡Johnny!

Un chico, que aparenta unos veinte y tantos, aparece en la puerta. Es alto, pero no tanto como Cameron, tiene el cabello color rubio ceniza y ojos cafés. Para variar, es un tipo alto y flaco como palo. ¿Lo han comprado?

—Venga, Johnny. Trae las cosas —Logan palmea su hombro como si fuesen viejos amigos.

Este asiente con la cabeza y se va por donde vino. Miro a los tres problemáticos con mis ojos entrecerrados.

Vuelve con la ayuda de otro hombre más, este siendo ya, mayor que Johnny. Cargan en carritos verticales, tres cajas cada uno. Las dejan en el suelo y retroceden. Logan se acerca a firmarles una planilla y pronto se han ido.

—¿Qué es esto? —pregunto observando las cajas marrones y selladas, lo cual no me decían mucho. Aunque viniendo de ellos, puedo esperarme cualquier cosa.

—Hemos hecho el papel de tíos mal —habla Shane abriendo una de las cajas tras cortar la cinta adhesiva que la cubría—. Vamos a recompensarlo todo.

Me inclino para ver el interior. Muñecas, balones, ropa de bebé, vasos con dibujos, autitos de carreras y muchos más juguetes se encuentran en tan solo la primera caja.

Suelto un suspiro de admiración. Me parece tan tierno que hayan tenido ese detalle.

—¿Dónde está? —pregunta Logan.

—¿Quién?

—Ashley, mi pequeña preciosa, ¿quién más?

Bien, tienen todo el derecho a llamarme estúpida, pero me siento celosa. Celosa de que ahora Ash será la niña de la casa y mi reinado de mimos y regalos se ha acabado. De todas formas, sigo molesta con ella por el mensaje que le envió a Luke.

—Ehm... Arriba, durmiendo.

—¿La podrías traer? —inquiere Shane abriendo las otras cajas.

—Bien —mascullo poniendo mis ojos en blanco. No pienso esconder mi furia.

Subo los escalones de dos en dos, mientras recuerdo a los sándwiches en la heladera. Ya los he perdido, Cameron es un tragón olímpico.

Entro a la habitación de mi pequeña sobrina. Las paredes son de color rosa chillón que te provoca mareos, pero claro, fue elegido por Britanny. En el centro hay una cuna color blanco, cuadros con fotografías de Ashley cuando recién había nacido decoran las paredes, era obvio que su madre mando a hacerle sesión fotográfica apenas nació. Su armario, esta lleno de ropa. Literalmente, lleno. Se nota a kilómetros que es hija de Britanny Nelson.

Una Casa 7 Problemas (COMPLETA)Where stories live. Discover now