41. Bebé desaparecido.

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—Supongo que mal —concluyo arrepintiéndome de haber mencionado el tema, no es lindo cuando Luke sufre por este tipo de cosas. Drake, bueno está bien, Shane lo supera muy fácil, pero ¿Luke? Oh, Luke es un dilema.

Siente mucho y se deja llevar por sus sentimientos muy rápido. La culpa que siento yo, Luke la siente el doble, la angustia, la alegría y todas las otras emociones también.

—Y lo que más me dolió fue decirle que ella no me importaba por el idiota de Drake —masculla.

—Así de complicado es el amor, por eso nunca me enamorare —alzo mi botella a manera de brindis y le guiño un ojo. Tomo un sorbo.

—Cameron, ¿recuerdas a Katherine? —inquiere en un tono que me sugiere que se ha olvidado de Alex. Casi me ahogo. Me atrapó —. ¿Crees que nadie oyó como le suplicabas a Alex?

—¿¡Hablas enserio?! ¿Quién más me escucho? —exclamo avergonzado. Quiero guardar mi gran flechazo por la chica que me odia mientras pueda. La gente no puede saber que Cameron Holt, el chico que nunca es rechazado, fue rechazado.

—Creo que Sean lo tiene en Blue Ray —se encoje de hombros burlón. Gruño—. Fue taaan tierno.

Pongo mis ojos en blanco.

—Aun así, Alex no ha hecho demasiado.

—Oh, vamos. Tienes que entenderla, está pasando por un momento... Intenso.

¿Cómo puede ser tan bueno y comprensivo con la chica que lo rechazó? Si todos fuésemos como él...

—Solo espero que Kath me perdone —confieso. Tengo miedo de que no lo haga y yo termine con un arrepentimiento de por vida. Me pasa por imbécil y lo tengo bien merecido, eso sí.

—Lo hará —me asegura pero sé que Luke me está diciendo lo que quiero oír.

***


NARRA ALEX FOSTER.

Ya ha pasado mucho tiempo. Sí, definitivamente ha pasado mucho tiempo. Pero eh, por lo menos ha sido una buena siesta. Me reincorporo en el sofá y observo a mí alrededor. Las cajas han desaparecido y ya no estorban como antes. Sin embargo, no veo a nadie.

—¡¿Hola?! —vocifero en busca de una respuesta.

—¡Hola! —exclama una voz chillona desde las escaleras.

Ah, Britanny.

La madera suena a medida que unos tacones pisan fuerte. Elevo la mirada para observar a la pelirroja bajar las escaleras con una sonrisa tonta en el rostro. ¿Por qué estar aquí la pone de buen humor? ¿Es que nadie le ha dicho los letales que son los pedos de Cameron?

—Mhh, hola —murmuro.

—¡Qué bien que hayas despertado! —estira una sonrisa de emoción. Tengo que contenerme para que mi mandíbula no caiga al piso. ¿Britanny siendo amable? ¿Esto es un sueño?

—Sí que bien —murmuro. Me desperté, ¿y qué? No es una hazaña. ¿Acaso esperaba que no lo haga?

—Te prepare unos sándwiches, están en la cocina.

—¿Los envenenaste? —le pregunto automáticamente. Repito en mi cabeza sus palabras. Me ha preparado unos sándwiches, están en la cocina. Dificultosamente captado.

Rueda sus ojos.

—¿Cara de qué me ves, estúpida? —cuestiona con un gesto que lo dice todo. Oh, ahí está la Britanny sin corazón que todos conocemos. Un poco más y comenzaba a extrañarla—. Pensé que sería un lindo gesto, ya que ahora viviremos juntas, es mejor llevarnos bien —sonríe recuperando la compostura. Asiento, intentando asimilar la idea—. Como sea, iré a la casa de unas amigas. ¿Podrías cuidar a Ashley? Esta durmiendo en su habitación y ya ha comido. No demoraré, pero por las dudas.

Una Casa 7 Problemas (COMPLETA)Where stories live. Discover now