1. Sueños, recuerdos y mi vida.

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Esto debe ser un sueño. Pronto me despertaría y encontraría a mis padres felices como siempre para el desayuno.

—¿Es porque Drake y yo peleamos? —pregunto parpadeando varías veces para no llorar— ¿Por eso te vas, por eso no quieres mas a mamá? Porque podemos cambiar...—las lágrimas comienzan a deslizarse por mis mejillas.

Deja lo que está haciendo y tras un largo suspiro, se gira hacia mí. Flexiona sus piernas para estar a mi altura. Llevo mi mirada al suelo. No quería que me viera llorar.

—Alex, mírame. —me pide subiendo mi cabeza desde mi mentón con su mano —. Quiero que seas fuerte. ¿Sí? Vendrán momentos difíciles, pero debes prometerme que nunca te dejaras caer, ¿le prometes eso a papi?

Asiento con mi cabeza.

—Volveré por ti, lo prometo —besa mi frente—. Ahora, ve a dormir.

Vuelvo a asentir, confundida antes sus palabras y me voy. Paso por la habitación de mi hermano antes de volver a la mía, la puerta esta entreabierta esta vez. Dentro, Drake llora en silencio en su cama mientras mamá hace sus maletas.

Mi corazón parece detenerse.

—¡¿Drake se va?!—chillo entrando al cuarto y estrellando la puerta contra la pared. Mamá odia que hagamos eso.

—¡Alex! —Me regaña y noto sus ojos llorosos—. ¡Te había dicho que a dormir!

¿Por qué todo el mundo insiste en que debo irme a dormir?

—¡No se lo lleven! —exclamo ignorando su orden—. ¡Por favor! ¡Mama, haz algo! ¡Por favor!

Se limpia las lágrimas y me empuja para salir. Cierra la puerta tras ella y oigo como le coloca el seguro. Golpeo la puerta unas cientas de veces mientras las lágrimas inundan mí rostro, no sé qué hacer.

Finalmente me dejo caer al suelo, con mi espalda contra la puerta. Mis nudillos estan rojos cuando decido parar. Duele mucho. Cierro mis ojos.

Despierto al día siguiente.

Los ruidos de la puerta principal de abajo causaron que me despertara. Me encuentro en mi cama y recuerdo no haber dormido acá anoche.

Salgo rápidamente de habitación y bajo las escaleras hasta llegar a la puerta de entrada. Veo a la cabeza Drake a lo lejos y me apresuro a llegar lo más rápido que puedo.

No puedo evitar dejar escapar un par de lágrimas cuando lo veo parado de espaldas con una mochila y su estúpido oso de peluche que tanto odio por robarme tiempo con mi hermano. Sí, estoy celosa de un juguete.

—Drake —lo llama papá, quien estaba parado a su lado con más maletas—. Despídete de tu hermana.

  Drake se acerca mí y me envuelve en un abrazo con fuerzas.

—No te vayas... —suplico entre llantos.

—Nos volveremos a ver.  —susurra él—. Después de todo somos hermanos. ¿No? Mellizos para siempre.

Mellizos para siempre...

Abro mis ojos al sentir una luz dando de lleno en mis ojos. La ventana, claro. Cierro mis ojos con fuerzas.

Otra vez ese sueño. No parecía querer dejarme en paz. ¿¡Es qué no podía quedarse en el pasado?!

Observo de reojo a mi tía Susan abriendo las cortinas de mi pequeña pero cómoda —no me quejo— habitación. Parpadeo un par de veces para terminar de acostumbrarme a la luz.

Una Casa 7 Problemas (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora