「Extra IX」 - Una amenazante rival amorosa (5)

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Elena tenía mucha confianza y creía que Edgar estaría definitivamente de acuerdo.

Sin embargo, debido a que ella había crecido en el Imperio Kamira durante toda su vida, en realidad no sabía lo que los hombres bestia realmente querían... 

Pensaba que conocía muy bien el Imperio Bestia, pero en realidad no sabía nada de él. 

Al menos, ningún hombre bestia del Imperio Bestia querría tener más de una docena de hijos a la vez. 

En general, a los hombres bestia les encantaban los niños, pero una docena o más a la vez... Si realmente tuvieras tantos hijos a la vez, ¿cómo podrías cuidar de ellos? A la larga, ni siquiera ganarías suficiente dinero para que los niños recibieran una educación mejor. 

Al ver a Elena llena de confianza, los internautas guardaron silencio. 

[Aunque tengo muchas ganas de tener hijos, pero tantos a la vez... Bueno, mejor olvidarlo.]

[Jajajaja... Si de repente la familia imperial tiene tantos hijos, Su Majestad Imperial el Emperador se deprimirá hasta la muerte, ¿verdad?]

[¿De repente estoy un poco ansioso de que suceda? Si la familia imperial tiene tantos hijos, ¡definitivamente ya no serán la familia más rica del imperio!]

[Arriba, piensas demasiado simple. No olvides a la emperatriz. Su capacidad de hacer dinero es grandiosa. Aunque tenga cien hijos, puede hacer que todos ellos se conviertan en multimillonarios si lo desea.]

[La emperatriz puede hacer dinero +1. ¿Cómo es que no puedo conocer a un sub-bestia tan bueno? Aunque yo también soy un sub-bestia, no me importa casarme con él, ¡ah!]

[Hey, ¡¿en qué estás pensando, ah?! La emperatriz es mi ídolo. Déjame decirte que si Su Majestad Imperial el Emperador realmente se desvía, ¡apoyaré a la emperatriz para que se divorcie de él!]

......

―Edgar, si te atreves a desviarte, me divorciaré de ti. ―Shu Shu dijo a Edgar, poniendo abajo la tableta en su mano con un 'bang'. 

La cara de Edgar estaba oscura como el fondo de una sartén. Shu Shu era realmente capaz, ah. De hecho, todavía se atrevía a abrir la boca para gritar divorcio después de decir que le gustaba Elena. 

―¿Por qué me miras? Déjame decirte, ¡no tienes permitido tocar a otros! ―gritó Shu Shu, blandiendo los puños. Se sentía muy irritado mientras pensaba que Edgar podría estar junto a otros. 

Edgar, al ver el aspecto de Shu Shu, perdió inmediatamente su enojo e incluso quiso reír un poco. ―Muy bien. 

―¡Estás absolutamente prohibido tener hijos con otros! ―volvió a decir Shu Shu. 

―Desde luego que no. ―Edgar tomó la mano de Shu Shu. ―Pero en ese caso, ¿te gustaría darme otro hijo? 

Shu Shu pensó un momento, sintiéndose enredado, y luego dijo: ―No es imposible... 

―Está bien, me basta con tener a Fred y a Gary. No quiero que más personas se interpongan entre nosotros. ―Edgar, al ver que Shu Shu se tomaba el asunto en serio, se apresuró a afirmar. 

Dos hijos eran suficientes. No quería tener ninguno más. En cuanto a docenas... Aunque fuera Shu Shu quien los diera a luz, sentía que se le entumecía el cuero cabelludo sólo de pensarlo.

Aunque le gustara un hamster tan pequeño como Gary, una docena o así sólo le haría preocuparse de no poder cuidar de ellos, ¡ah!

―De hecho, tener un montón de niños no es algo malo... ―Shu Shu dijo de repente. ―De todos modos, ¡qué es eso de que está tan orgullosa de sí misma por haber dado a luz a docenas, ah! En nuestro lugar de origen, los hámsters como yo somos especialmente capaces de tener hijos. Podemos tener dos camadas en un mes, y hay varios bebés en cada camada. Si no estuviera contigo, iría a buscar un hámster hembra, y entonces tener docenas de bebés cada año es pan comido. 

Magnolia - Amor naturalWhere stories live. Discover now