Magnolia - Amor natural

C085 - Las bestias caídas pueden recuperarse

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Ian se enteró de que habían aterrizado naves espaciales, y Edgar, naturalmente, también. Sin embargo, Edgar y Shu Shu no conocían los detalles porque los dos estaban cultivando.

Al no tener que ayudar a las bestias caídas a restaurar sus núcleos bestiales, Shu Shu pudo ahorrar mucho poder espiritual, y generosamente le dio todo ese poder espiritual a Edgar, acelerando la velocidad de recuperación de Edgar y haciendo que finalmente sus heridas sanaran por completo.

Hoy mismo, una bola de energía espiritual reapareció en el cuerpo de Edgar.

Aunque sólo era una bola de energía espiritual que probablemente necesitaría mucho tiempo para convertirse en un dantian, ya era un buen comienzo. Edgar por fin se sintió aliviado.

Aunque nunca había demostrado nada, de hecho, siempre había estado muy ansioso, temiendo no poder seguir cultivando. Ahora, podía tranquilizarse.

De hecho, la preocupación de Edgar era correcta. Si un demonio corriente resultaba gravemente herido y perdía su dantian, le resultaba muy difícil volver a cultivarlo. Edgar, sin embargo, tenía la sangre de un animal mitológico, así como a alguien que no dejaba de ayudarlo a curarse, por lo que la situación también era sustancialmente distinta.

Controlando una y otra vez el poder espiritual de su cuerpo para que circulara, la velocidad de circulación era cada vez más rápida, y el poder espiritual reunido también aumentaba... Edgar estaba cultivando sin cesar cuando de repente descubrió que algo de poder espiritual había entrado en su cuerpo y se había fusionado rápidamente con la bola de energía espiritual de su cuerpo, haciendo que la bola de energía espiritual de su cuerpo se agrandara en poco tiempo.

Edgar abrió los ojos y descubrió que Shu Shu le estaba introduciendo poder espiritual de nuevo... Suspirando, Edgar usó su cola para escribir en un lado: «Tienes un niño en el vientre; no uses tu poder espiritual conmigo.»

―No pasa nada. He dejado suficiente poder espiritual para el niño. ―Shu Shu sonrió a Edgar.

Aunque Shu Shu lo decía, Edgar no podía evitar sentirse afligido, sobre todo después de ver que el vientre de Shu Shu sólo sobresalía ligeramente incluso después de haber pasado tanto tiempo. Sintió pena por el niño y aún más por Shu Shu.

Shu Shu concibió a su segundo hijo justo después de haber dado a luz al primero. Esto era realmente perjudicial para el cuerpo. Y ahora al niño incluso se le impedía absorber el poder espiritual necesario tanto como le gustaba... Edgar siempre sintió que los había tratado mal.

Cuando este niño saliera, tenía que tratarlo bien, y también tenía que tratar bien a Shu Shu. Edgar puso la cola sobre el vientre de Shu Shu y lo acarició suavemente de un lado a otro mientras introducía el poder espiritual de su cuerpo en el vientre de Shu Shu.

Su poder espiritual acababa de entrar en el 'tumor' del vientre de Shu Shu, y éste lo absorbió de inmediato. Podía verse que al niño le faltaba mucho poder espiritual.

Edgar se sintió aún más culpable. A Shu Shu, por el contrario, no le importó. ―No te preocupes. La falta de poder espiritual sólo hace que crezca un poco más despacio. No pasa nada. Tienes tan poco poder espiritual; mejor guárdalo. ―Aunque le había dolido la barriga durante un rato, ahora no sentía nada. Claramente, el niño estaba creciendo muy bien.

―Creo que deberías dejar de preocuparte por mí. Ya estoy bien ahora. Una cantidad tan pequeña de poder espiritual puede volver a cultivarse rápidamente. ―Edgar realmente quería besar a Shu Shu, pero era una serpiente, una serpiente gruesa y grande para colmo. ¿Cómo iba a besar a Shu Shu? Al final, sólo pudo usar su cola de serpiente para arañar el hueco de la palma de la mano de Shu Shu.