C069 - Es hora de escapar

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Los luchadores mech bajo el mando de Chris acababan de recoger la cápsula salvavidas expulsada de la nave espacial de Jonathan, y la cápsula salvavidas que tenían en sus manos explotó de repente.

Aunque la potencia de la explosión no fue grande, tampoco fue pequeña. Casi todos los mechs cercanos sufrieron, pero afortunadamente, los luchadores mech dentro de la cabina no estaban en peligro de muerte.

Al ver esta escena, Chris, que llevaba dos días sin dormir, abrió la boca y escupió una bocanada de sangre.

―¡Su Majestad Imperial! ―La gente alrededor de Chris gritó horrorizada.

―¡Recojan y revisen los escombros que aparecieron tras la explosión de la cápsula salvavidas! ―Chris ordenó. Si había gente dentro de la cápsula salvavidas, los fragmentos que quedaron de la explosión definitivamente estarían salpicados de material genético... Por supuesto, esperaba que no hubiera nada dentro.

Pero incluso si no había nada dentro...

Volviéndose hacia el agujero de gusano que ya estaba cerrado porque Jonathan había soltado aquella bomba en el último momento, la expresión de Chris era inescrutable.

Desearía poder precipitarse de inmediato, pero en la situación actual, aunque se precipitara, dudaba que pudiera encontrar a Jonathan. Lo más probable era que se perdiera en el agujero de gusano o incluso que lo despedazara la cuchilla espacial que había dentro del agujero.

No podía alcanzar a Jonathan, ¡así que sólo podía buscar gente en el exterior!

―¡Ve a ofrecer una recompensa por encontrar a la emperatriz! ―Chris se limpió la mancha de sangre de la comisura de los labios e hizo que sus hombres publicaran enormes recompensas en la red estelar, en busca de Ian y los otros dos, así como del buscado Jonathan y sus compinches. Con Edgar siguiéndoles el ritmo, Ian y los demás seguro que estarían bien... 

Cuando Jonathan hizo atracar las dos naves espaciales y permitió que la gente de su nave se trasladara a la otra, Edgar se dio cuenta enseguida de que las cosas no iban bien. Inmediatamente hizo que Shu Shu encontrara el huevo y a Jones.

En los últimos dos días, Edgar y Shu Shu no siempre habían vigilado atentamente a Jonathan. Ellos, por separado, ya habían revisado a fondo esta pequeña nave espacial privada, incluidas las cabinas donde se encontraban el huevo y Jones. Y ahora, los guardias acababan de irse, por lo que Shu Shu corrió enloquecido hacia la cabina.

Edgar le dijo que llevara el huevo y a Jones a la cápsula salvavidas.

Por motivos de seguridad, esta nave espacial privada estaba equipada con cuatro cápsulas salvavidas grandes y pequeñas. El que Jonathan había soltado antes era el más grande. Sin embargo, Edgar hizo que Shu Shu llevara el huevo y a Jones al más pequeño.

Los miembros de la familia imperial sabían que la cápsula salvavidas más pequeña era la más fuerte, y aunque era bastante pequeña, aún podía albergar a tres o cuatro personas.

A bordo de la nave espacial privada, Shu Shu se apresuraba locamente. Tras llegar al exterior de la cabina cerrada donde se encontraba su propio huevo, se metió inmediatamente en el pequeño agujero que Edgar había excavado y apareció en el interior de la cabina.

En la espaciosa y vacía cabina había dos robots y un huevo sobre la cama.

Si no tenía cuidado al tomar el huevo, podría alarmar a estos dos robots... Tenía que hacerlo rápido, y también tenía que evitar a esos dos robots...

El pequeño hámster del tamaño de una uña cuyo cuerpo estaba cubierto de poder espiritual podía evitar ser detectado. Shu Shu se subió a la cama y se transformó bruscamente en una forma humana.

Magnolia - Amor naturalDove le storie prendono vita. Scoprilo ora