Living Proof 🔥

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Dedicado a BubblegumBitch98

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"Dime algo, pero dilo con tus manos, despacio.
Cuando me toques, píntame como un Van Gogh. Quiero estudiar cada pulgada de tu cuerpo, hasta que confíes en mí para hacer que los ángeles se manifiesten."

Estoy terriblemente obsesionada con él. Estoy intranquila cuando no estoy con él. Se ha convertido en algo sagrado, casi una religión a pesar de ser totalmente prohibido para mi. Estoy completamente intoxicada por su simple esencia.

Suele decirme que soy su musa. Suele hacerme tocar el paraíso con la punta de los dedos por ese tacto tan suave y seguro. Suele hacerme sentir tan bien cada segundo que compartimos a pesar de no ser mucho.

—¿Que quieres hacer conmigo?.—Sus manos han dejado de lado aquellos lápices con los cuales minutos atrás se encargaba de plasmar mi figura en papel. Ahora se encuentran navegando curiosas por cada centímetro de mi piel en un modo tan único y lento como si quisiese que este momento quedara en su memoria por siempre.

—Quiero admirarte hasta quedarme ciego, quiero tocarte hasta no tener sensibilidad en mis dedos y voy a hacerte el amor tantas veces sean necesarias hasta conocerte por completo.

"Como un coro cantando el aleluya,
cuando mi cuerpo está chocando contra el tuyo, cuando nos alineamos, oh, sí.
¿Me sientes? ¿Puedes sentirme?, Porque yo no puedo respirar."

Nos hemos conocido hace más de un año en una galería de arte. Él como un artista incomprendido y yo como una simple empleada más de aquel sitio. Nuestros caminos se conectaron después de sentir su imponente mirada sobre mi por semanas, acepté un café de su parte después de un par de meses insistiendo, dejé que plasmara mi silueta en sus bocetos al darme cuenta lo fuerte que estaba cayendo por él.

Me di cuenta que no había vuelta atrás cuando, después de una de nuestras sesiones, me hizo suya por primera vez.

Nos hemos conocido en el peor momento de nuestras vidas por dos posibles razones: Añadir equilibrio a nuestras vidas o simplemente para destruirnos mutuamente de manera muy lenta.

"De dónde viniste, cariño?, ¿Y te enviaron para salvarme? Oh, Dios está en cada movimiento. Oh, y tú eres la prueba viviente."

—¿Quieres que me detenga, ma chérie?.—Adoro cuando me halaga en distintos idiomas, pero sinceramente, disfruto más el silencio durante este tipo de momentos. Sé que no necesito de un nombre cariñoso para sentirme amada por él.

—No.

No pone resistencia alguna y me deja retirar aquella camisa arrugada de su cuerpo. Él no necesita desnudarme ya que, al ser su modelo en este momento, ya lo estaba. En medio de aquel espacio abierto que hacía llamar departamento se dedica a dirigirme hacia su cama. Me deja en medio de sus suaves sábanas y me mira malicioso mientras desata con destreza el cinturón que sostiene sus pantalones.

Verle desnudarse no me causa ninguna sensación de incomodidad, solo puede inspirarme sensualidad y muchísimo amor. Al sentir su cuerpo posarse sobre el mio, lejos de hacerme sentir pequeña y nerviosa, me hace sentir como la mujer más afortunada del mundo. Sentir su piel de una manera tan cruda ante la mía explota mi mente y me eleva hasta las nubes.

Besa mis labios con sutileza y desciende de una manera lenta por mi cuerpo hasta llegar a mi vientre. Lugar en el cual decide dar un par de pequeños besos en la reciente y pequeña cicatriz que mancha el lado derecho de mi cuerpo. Me ha enseñado a no seguir acomplejandome de mis marcas y desperfectos, al contrario, simplemente sentirme orgullosa de ello.

Sigue su húmedo camino hasta descender por mis piernas adorándome de pies a cabeza. Abre mis piernas haciéndose un lugar en ellas y explora con cuidado mi intimidad como si fuese la mayor y más valiosa pieza de arte.

Él no tiene idea de lo hermosa que me siento cuando estoy a su lado.

Sus manos sujetan con fuerza mi cintura con la completa intención de sentarme sobre sus caderas, al hacerlo solamente puede mirarme a los ojos y notar su suplica por que hiciera algo al respecto por su placer y el mio. Sin perder un minuto más y siendo guiada con sus suaves manos me hundo completamente en él. Sujeta mis caderas tratando de fijarlas y se encarga de iniciar aquel vaivén de cadera tan característico de él, en cada movimiento me hace ver el cielo.

"Contando pecas mientras bajan por toda tu columna. Muestra tus demonios y puede que yo te muestre los míos de uno en uno, sí."

Su dulce mirada fija en mi rostro, su labio inferior atrapado suavemente entre sus dientes tratando de callar aquellos roncos sonidos que demuestran su placer, el sudor en su frente y la única manera en la que su cabello se adhiere a su piel. Este es el rostro que observo cada vez que me hace suya. ¿Estoy frente a un ángel que ha venido a salvarme? Tal vez nunca lo sabré pero si es que esto es así, no tengo manera de agradecerlo.

"La forma en que tus manos pueden hacerme temblar, tan suave tu tacto, cariño. "

Admiro su cuerpo completamente empapado descansar al lado izquierdo de su cama, su cuerpo solo esta cubierto desde sus caderas a los pies y su rostro se ha girado hacia el mio a pesar de estar durmiendo. Recorro su fornida espalda con las yemas de mis dedos tratando de conectar cada peca presente en ella logrando formar un par de figuras abstractas que terminan por convertirse en una suave caricia. Deja escapar una pequeña sonrisa adormilada.

Estoy completa.

"Oh, Dios está en cada movimiento. Oh, y tú eres la prueba viviente."

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{Shawn Mendes One Shots}^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora