Darkness👻

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💀

—¿Cuando llegaremos?.— Pregunté ansiosa mientras me sobaba el vientre. Shawn sonrió sin dejar de ver a la carretera, una de sus manos abandonó el volante del auto y se posó sobre mi mano izquierda.

—Faltan unos minutos, te agradará mucho. Es un lugar muy tranquilo. Es el lugar perfecto para criar niños.

—¿Has visto la casa?

—Solo en fotografías, es bonita. El vendedor de bienes raíces nos espera para cerrar el trato.

Me quedé callada el resto del camino simplemente observando todo a mi alrededor, lo único que distinguía a través de la ventana eran enormes árboles en espacios verdes algo secos. Shawn decidió que era una buena idea alejarnos de Nueva Jersey y vivir a una considerable distancia lejos de aquella ciudad para iniciar nuestra nueva vida como marido y mujer y disfrutar de nuestra próxima paternidad.

Mientras más observaba aquellos paisajes algo dentro de mí sentía inquietud y un poco de angustia. Shawn maniobro sus manos en el volante y dió vuelta a la izquierda en una calle que tenía solamente tres casas algo grandes, no presté mucha atención hasta que escuche una palabrota susurrada de los labios de mi esposo.

—¿Qué sucede, cariño?

—Ésta es la casa, no luce como en las fotografías. Ese maldito vendedor me debe una explicación.— Miré por mi ventana y el reflejo de una enorme casa algo descuidada llamó por completo mi atención.

Al apagar el motor del auto, abrí mi puerta tomándome el tiempo y el cuidado de bajar de éste. Shawn se acercó a mi y colocó una de sus manos sobre mi espalda algo adolorida por el largo viaje.

La casa era enorme, sus paredes de ladrillo rojo estaban despintados, la madera del porche estaba algo putrefacta y su opaca fachada principal era un verdadero asco. Escuchamos el motor de un auto apagarse a unos cuantos metros de nosotros y de este bajó un hombre canoso con una sonrisa algo nerviosa, mientras caminaba hacía nosotros miraba el suelo y tocaba constantemente su viejo maletín marrón. Al llegar a nosotros comenzó a hablar antes de que Shawn lo hiciera.

—¿Son el señor y la señora Mendes?

—Somos nosotros.— Afirmó Shawn. —¿Que sucedió con la casa, Henry? Dijiste que estaba en buenas condiciones.

—Y lo está solo que...

—Eso lo decidiremos mi esposa y yo.—Soltó algo grosero. El vendedor de bienes raíces se removió algo incómodo en su lugar y después de unos segundos se puso en marcha en dirección a la enorme vivienda descuidada.

—Como pueden notar, la sala es enorme al igual que el comedor.— Parloteó el hombre mientras se movía con rapidez entre estos dos sitios para despejarlos de algunas bolsas de frituras y botellas de gaseosas algo amarillentas.

—La cocina tiene una gran vista al jardín y la lavandería tiene un mueble organizador muy útil. Las habitaciones son mejores, la principal tiene un enorme cuarto de baño y un vestidor además de que las escaleras tienen unos enormes barandales que protegerán a su futuro hijo. —Concluyó mientras miraba mi hinchado vientre haciéndome sentir algo incómoda.

—Sé que es lo que contiene la casa, pero esto no fue lo que me enseñaste hace un mes. No podemos vivir aquí, la casa necesita muchísimas reparaciones antes de ser habitada y nuestros muebles están en camino.

—Lo entiendo, señor Mendes. Le ofrezco una disculpa pero no cambie de opinión, bajaré el precio de compra a la mitad si le parece bien.

—¿Qué piensas, cariño?... ¿Maya?

{Shawn Mendes One Shots}^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora