Bad Reputation♥️

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Part One

"Ella tiene una mala reputación, Ella toma el camino largo a casa"

Dolía, mirarla dolía.

Ella descansaba su cuerpo sobre los casilleros. Sus ojos se mantenían cerrados y su respiración era lenta, sus ojeras solo delataban cansancio y muchas lágrimas derramadas.

—¿Que miras?. —Patrick se acercó a mí y palmeras mi hombro.— ¿Anna Tremblay? No pierdas tu tiempo. Ella no quiere nada serio con nadie. Créeme, he estado con ella, solo va al grano.

—¿A que te refieres?

—Después te enterarás.— Patrick se despidió chocando su puño con el mío y se fue. Antes de retirarme vi como un chico golpeaba con maldad los casilleros haciendo que Anna se sobresaltara. Al ver sus ojos algo enrojecidos en combinación con esas enormes ojeras solo me hizo sentir un poco de lástima por ella.

"Todos mis amigos la ha visto desnuda o al menos así cuenta la historia"

—¿Conocen a Anna Tremblay?.—Todos los chicos levantaron la mirada de sus hamburguesas y me miraron con una cierta sonrisa socarrona.

—Está buenísima. Pero si te gusta olvídalo, no es para ti.—Habló Connor antes que los demás.

—Patrick me dijo lo mismo, pero ¿Quien es ella?.

—Digamos que es una chica de dudosa moral.—Recalcó Cory dándole la razón a su hermano.—Creo que todos en esta mesa hemos estado entre las piernas de esa chica excepto tú. ¿Porque no lo has hecho? Porque eres el chico más inocente que conocemos. Trata de no estar muy cerca de ella, te traerá problemas.

...

—Hola.—Pasaron dos semanas antes de atreverme a cruzar palabra con ella. Muchas veces me dijeron que ella solo me traería problemas pero no me importaba, debajo de esa apariencia y fuera de esos malos comentarios debía haber una chica sincera.—¿Tu eres Anna Tremblay?

—Ve directo al grano y dime cuando y de cuanto hablamos.

—¿De que hablas?.—Ella me analizó por un momento mirándome como si fuese el tipo más repugnante que había visto en su vida.—He escuchado hablar de ti un poco y solo quería presentarme. Mi nombre es...

—No me interesa. Chicos como tu merecen mejores chicas como las chicas de las Abejas Deletreadoras o algo por el estilo. Chicos como tus amigos son los que buscan chicas como yo, con quien pasar un buen rato por la noche. No soy tu tipo de chica, lo siento.—Cerró su casillero y se dio la vuelta sin darme la oportunidad de una platica fluida y amena. Antes de retirarme noté como un polvo blanco salto de éste esparciéndose sobre el casillero de abajo. Era cocaína.

Tal vez los chicos tenían razón, no debía acercarme a ella. Pero había algo que no me permitía hacerlo, y no descansaría hasta que ésta me aceptara. 

"Ella tiene una mala reputación, pero yo sé lo que ellos no saben."

Connor se burló un poco de mí cuando se enteró que intenté hablar con Anna, me dijo que solo perdía mi tiempo pero no me importaba. Un viernes por la noche, Patrick organizó una fiesta de improviso aprovechando el tiempo que tardarían sus padres en volver de un viaje de negocios. La fiesta estuvo repleta de todo tipo de drogas y suficiente alcohol como para dejar en coma etílico a todos y cada uno de los invitados sin excepción alguna.

Solo bebí una simple cerveza, sabía que tendría que ser el chico que llevara a sus amigos a salvo a casa porque ninguno de ellos se ofrecería voluntariamente. En un momento de aburrimiento me dispuse a recorrer cada lugar de la enorme casa encontrándome en el camino a chicos dormidos abrazándose a las botellas, tres de las cuatro habitaciones con las puertas cerradas pero los jadeos y gemidos dentro de estos se hacían escuchar.  Pasé por uno de los baños, la puerta estaba abierta en su totalidad y de esta se desprendía un olor fuerte a marihuana.

Me acerqué por curiosidad, asomé mi cabeza un poco por la puerta y la vi. Vi como Anna se inclinaba sobre el lavamanos e introducía en su nariz un billete enrollado para aspirar aquel polvo blancuzco frente a ella. Sentí lástima, sentí impotencia y mucha tristeza, era muy joven como para tener problemas pero a final de cuentas la única perjudicada era ella.

...

—¡Déjame!.—Escuché la voz de aquella chica, estaba asustada.—No me hagas nada.

—¿Porque te haces la difícil? Todos sabemos que te gusta.—Giré mi cabeza en el momento exacto donde aquel chico que doblaba el tamaño de Anna se abalanzaba sobre ella y metía sus manos a su blusa. Por inercia sin importar que mis amigos me gritaran que no debía acercarme, caminé hacia ellos y golpee el rostro de ese sujeto. Anna retrocedió y se quedó detrás de mi mientras el sujeto se levantaba del suelo y regresaba el golpe a mi pómulo para después retirarse después de lanzarle un par de insultos a Anna.

—¿Estás bien?.—Le pregunté. 

—Yo debería preguntártelo. 

—Te llevaré a casa.—Ella solo asintió y caminó junto a mi hacia mi auto.—¿Donde vives?

—¿Puedo quedarme en tu casa? No quiero que mis padres me vean drogada.—Ella solo bajó la cabeza después de que asintiera. 

Cuando llegamos a mi departamento, Anna tomó asiento en el sofá y se quedó callada mientras miraba el suelo fijamente. Me dirigí a la cocina y llené un vaso con agua, lo tomé y caminé hacia ella para entregárselo y entonces noté como las lágrimas se resbalaban por sus mejillas.

—¿Que sucede?.—Ella me miró y negó. —Puedes hablar conmigo sin problema. 

—Soy una estúpida. Desde que empecé la adolescencia me acuesto con sujetos a cambio de drogas.—Me confesó.—Pero cuando ese tipo me tocó, sentí tanta repulsión... Gracias por defenderme.

—Lo haría cuantas veces fuera necesario.—Ella me miró por unos minutos y pasó delicadamente una de sus manos por mi pómulo inflamado. —¿Cuanto tiempo llevas drogándote?

—Más del que podría imaginar. Y cuando trato de dejarlo solo caigo con más fuerza.

—¿Porque lo haces?.—Ésta me miró y sin dejar de mirarme comenzó a contarme todo. Me dijo tantas cosas que sinceramente no podía creer. ¿Cómo una chica de su edad pudo haber pasado tantas cosas? A las tres cuarenta y cinco de la mañana ésta ya estaba completamente dormida sobre mi cuerpo con una expresión tranquila en su rostro y todo su maquillaje esparcido en su rostro.

"Y no me importa lo que digan de ti, bebé. Ellos no saben por lo que has pasado. Y, créeme, yo podría ser aquel que te trate como una dama "

—Eres tan bueno conmigo.—Anna acarició mi cabello y sonrió. Ésta se posicionó sobre mis muslos y tomó mi rostro entre sus cálidas manos y comenzó a besarme. Metió una de sus manos por debajo de mi camiseta y comenzó a subirla poniéndome nervioso. Ya no era virgen pero había pasado mucho tiempo desde la ultima vez.—Voy a recompensarte.

Comencé a frecuentarme con Anna después de ese día, ella estaba más activa y por lo que sabía no había tocado ni un solo gramo de cualquier droga que se encontrase. Cada noche se quedaba en mi departamento debido a sus problemas familiares y eso no me molestaba. Estaba cansado de estar solo.

—Anna, ¿Realmente quieres hacerlo?.—Ella me miró algo confusa.—Se que estás acostumbrada a esto pero conmigo no es necesario que trates de recompensar nada. Ahora eres mi chica, no voy a permitir que nadie te haga daño.

—Quiero hacerlo porque me gustas.—Me dijo decidida antes de volver a besarme esta vez no me negué haciendo que ese momento fuera realmente bueno.

...

—No deberías salir con ella amigo.—Patrick intervino una vez que dejé a Anna frente a su salón de clases.—¿Cómo puedes follarte a una chica que ha sido tocada por todos los hombres de esta escuela?

—No me interesa. Anna es una chica muy linda.

—No dirás eso cuando te pegue una enfermedad.

—Vuelve a repetirlo maricón.—Lo empujé hacia los  casilleros y le tomé por el cuello de la camisa.

—Perdóname amigo. Solo me preocupo por ti.

—Solo quiero ayudarla.—Lo solté.—Ella no merece ser criticada.

—Ella se ganó esa reputación.

{Shawn Mendes One Shots}^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora