{Shawn Mendes One Shots}^

Invierno 🔥

❄️

—Tengo muchísimo frío.—Escuché su suspiro a través del teléfono. Hacia un frío de puta madre y me encontraba sola en casa como la mayoría de los días.

—Abrigate, iré por ti y pasarás la noche con nosotros.

—Tu mamá...

—Eres amiga de mi hermana, ¿No? Tranquila, dormirás en su habitación así que no sospechará nada. No quiero que estés sola estos días.

—De acuerdo, empacaré mi pijama.

—Te veré en quince minutos.

.

—¡Que bueno que estás aquí!.—Hayden Mendes era un encanto. Éramos amigas desde hace tres años y gracias a ella ahora me encuentro saliendo con su hermano.—Shawn me ha dicho que te quedarás, ¿Es cierto?

—Si, mis padres no están y me da algo de miedo quedarme sola. ¿No te molesta?.

—Para nada, me encanta que estés aquí. Veremos películas y hornearemos galletas, será divertido.

Aunque la tarde era fría y algo oscura, no dejamos que ello nos quitara la diversión. Los tres nos acomodamos de una cómoda manera en el sofá y planeamos un hermoso maratón con las películas de Shrek. Sin que nadie lo notara Shawn se dedicaba a acariciar mi brazo con armonía y besar mis labios cada determinado tiempo. El momento no podía ser más perfecto.

—La cena está servida.—La madre de mi novio nos habló así que nos tomamos un pequeño descanso de aquella cómoda ociosidad y cenamos una rica lasaña calientita que degustamos en la barra de la cocina.

Era tarde, tal vez un poco más de medianoche y afuera ya había comenzado a nevar.

Hayden y yo nos encontrábamos en su habitación debajo de diez cobijas y con la calefacción en su máxima potencia pero aún así el frío calaba muchísimo. Mi amiga se quedó dormida tres minutos después de haberme prometido una gran charla sobre chicos y esas cosas. Si, esa era mi mejor amiga.

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Shawnie💕
Online

Honey♥️

¿Estás dormida?

No🤔

¿Y si me visitas?

Prometo mantenerte
calientita 😚😎🔥

Eres increíble😉😂

Voy para allá.

Me levanté de la cama con cuidado de no despertar a mi amiga y salí de la habitación siendo lo suficientemente cuidadosa de no hacer ningún ruido. Abrí la puerta de la habitación de mi novio y entre de puntillas para acostarme a su lado, él no estaba ahí sino que estaba de pie a un lado de la puerta solo para asegurarse de que este tuviese seguro.

—¿Con esas cobijas tendremos suficiente?.—Le miré dudosa al notar que solo habían tres cobijas sobre u cama.

—Tenerte a mi lado es como abrazar un calentador.—Ronroneó mi novio en mi oído.—Me calientas todos los días.—Creo que alguien está un poquito excitado. ¿Está mal profanar el hogar de mis suegros?

Comenzó de una manera muy dulce y especial, algo torpe a decir verdad ya que aquellas cobijas sobre nosotros limitaban un poco nuestros movimientos. Me encantaba sentir sus besos en mi piel y acariciar con cuidado aquella mata de rizos que lucían perfectos en su cabeza.

Cuando la ropa comenzó a desaparecer moría de frío pero el tener su caliente piel pegada a la mía contrarrestaba un poco más aquella sensación. Nunca habíamos llegado tan lejos hasta ahora, no es que fuese virgen y él casto pero está sería nuestra primera vez juntos. ¿Cómo no ponerse nerviosa con ello?

—Espera, creo que tengo preservativos en algún lugar.—Se levantó de la cama completamente desnudo y comenzó a buscar en la cómoda frente a su cama dejándome admirar aquel jugoso durazno al que él llamaba trasero.—Los encontré.

¿Los encontré?,¿Son varios? Ni siquiera sé si resistiré una ronda. Trabajó con aquel preservativo en privado y finalmente se posó sobre mi cuerpo.

Definitivamente sabía lo que hacía, callaba nuestros ruidos entre besos y tiernas caricias mutuas pero llegó un momento donde simplemente ya no pudimos callar lo que nuestros cuerpos nos hacían sentir y terminamos de una manera algo escandalosa pero realmente placentera.

—Me encantas.—Me refugié en los brazos de mi novio sintiendo aquel ardiente calor envolverme, y a pesar de estar desnudos el calor que sentíamos era superior al frío de afuera. Simplemente fue una noche perfecta.—¿Lista para una segunda vez?

.

—Chicos, salgan de ahí. Ya sabemos que han pasado la noche juntos.—Demonios, ¿Cómo veré a la madre de mi novio a la cara sin que me pase por la cabeza la manera en la que me tiré a su hijo la noche anterior?

—Ni hablar, hay que bajar.—Shawn besó mi cabello antes de salir de la cama y comenzar a vestirse.

Ambos bajamos y tuvimos una larga charla sobre sexo y embarazos no deseados con los padres de mi novio. Debieron ver sus rostros cuando Shawn les confesó que guardaba preservativos en sus cajones, simplemente esto era incómodo pero no imposible de sobrellevar.

—Solo, ya no lo hagan aquí. Respeta nuestro hogar, hijo.

—Entonces ustedes ya no cojan todos los jueves cuando piensan que dormimos.—Ay dios.

Mi novio tenía una lengua muy suelta, en ambos sentidos pero aún así nunca lo cambiaría por nada.

❄️