C079 - Reynolds se convierte en humano

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¿Hao Ran? ¿Hao Xuan? ¿Zi Xuan? ¿Yu Xuan? ¿Zi Rui? ¿Zi Mo?

Aunque estos eran nombres comunes en la tierra, pero eran únicos en el Imperio Bestia, y sus significados también eran buenos... Sin embargo, el idioma de aquí era diferente al de la tierra, por lo que estos nombres eran inconvenientes para llamarlos. Si tuviera que inventar un nombre para la pequeña serpiente de acuerdo con el idioma de aquí...

A Shu Shu le pilló un poco desprevenido.

Mirando a la pequeña serpiente, le entraron ganas de llamarla 'Ai Shu' (amar al roedor) para que le recordara que debía amar y proteger a los hámsters en todo momento.

Frunciendo el ceño, Shu Shu meditó sobre el nombre de la pequeña serpiente con sentimientos encontrados. La pequeña serpiente que se había quedado dormida dormía profundamente, pero de repente se convirtió en un bebé.

Las formas de los niños recién nacidos eran muy inestables. A veces estaban en sus formas de bestia, y a veces se convertían en apariencias de bebés humanos... Shu Shu tenía un poco de miedo de la forma de bestia del niño, pero no tenía ni un poco de miedo de su forma de bebé e incluso perdió su corazón cuando vio esta forma.

Con las mejillas redondas, las manos carnosas y los pies suaves, ¡el bebé era realmente muy lindo! Shu Shu ya no podía ocuparse de nada más. Se acercó y sostuvo al niño en sus brazos; este niño dormía en un lecho de hierbajos como aquel, lo cual era realmente lamentable; ¡tenía que cuidarlo bien!

El niño había subido y bajado por el cuerpo de Edgar hasta agotarse, y ahora dormía profundamente. Cuando lo recogió Shu Shu, ni siquiera se despertó; en lugar de eso, se arrimó a Shu Shu con su cabecita... Shu Shu le tocó la cara con los dedos. Primero le besó en la frente y luego en ambas mejillas, una a una, y finalmente en su boquita, y de pronto sintió que su hijo era realmente el niño más guapo del mundo.

Shu Shu se sintió perfectamente satisfecho mientras sostenía con mucho cuidado al niño en sus brazos. Desgraciadamente, el niño que tenía en sus manos volvió a convertirse en una serpiente después de que lo hubiera sostenido durante un rato.

Shu Shu se congeló de nuevo. Edgar miró a Shu Shu y amablemente barrió la serpiente en brazos de Shu Shu con la cola y la colocó de nuevo encima de una hierba amontonada a un lado.

Shu Shu se sintió un poco melancólico. En realidad, tanto Edgar como el niño le gustaban mucho. Sólo que el instinto de cientos de años siempre le hacía sentirse inquieto... Al pensar así, Shu Shu se sintió aún más culpable hacia el niño.

Encontró una suave colcha y una suave toalla de baño entre las cosas que le dieron aquellas bestias caídas. Utilizó el edredón para hacer un nido e hizo que Edgar metiera al niño en él. Después, dobló la toalla de baño varias veces y la cosió en una bolsa con aguja e hilo.

Shu Shu robó originalmente estas aguja e hilo a cierto dueño suyo. Después de robarlos, clavó la aguja en una ramita que utilizaba para rechinar los dientes, enrolló el hilo alrededor de ella y luego la escondió dentro de su bolsa de comida.

En aquel momento, escondió la aguja porque pensaba utilizarla como arma. No esperaba que al final la utilizara para coser cosas en lugar de tomarla como un arma.

Después de coser una bolsa junto con la correa, Shu Shu se colgó la bolsa del cuello y se volvió hacia Edgar: ―¿Qué te parece esta bolsa? Mete al niño en ella y no podrá correr por todas partes. ―Lo importante era que las escamas de serpiente no le atravesaran el cuerpo, y que tampoco tuviera demasiado miedo.

El niño era un hombre bestia; ¿por qué había que mimarlo tanto? Edgar se sintió insatisfecho de algún modo, pero al final, no obstante, escribió: «Cuélgamelo del cuello.»

Magnolia - Amor naturalΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα