52. Toda precaución es poca II - Nevi

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Nevi - Philadelphia

Fábrica, Nov 23:00pm


Los chiquillos me siguen escaleras abajo en completo silencio, al punto en que cada cierto rato siento el impulso de mirar hacia atrás sobre mi hombro para asegurarme de que todavía me caminan detrás de mí. Detrás de ellos marcha Byron, como una especie de escolta, y me devuelve una mirada seria desde su lugar al final de la fila.

Nos detenemos frente a la puerta en donde, hace no mucho, Caleb cumplía su sentencia auto-impuesta. Cassie ya conocía el lugar. Los albinos no, por lo que son quienes parecen más desconcertados con el sitio.

Ayudado de la linterna del móvil, alumbro los rincones de la habitación. Está oscura, polvorienta y huele a humedad, pero en el peor de los casos podemos confiar en que el olor logre camuflar el de quienes pronto podrían ocupar la estancia lo bastante bien como para mantenerles a salvo del olfato del vampiro:

—A partir de ahora, esta será la habitación del pánico —les informo,

—¿Eso qué significa? —pregunta Cassie, mirando por los alrededores. 

Caleb parece tenso y observa meditabundo la cadena que descansa sobre el suelo; la que estuvo alrededor de su muñeca hace no demasiado tiempo.

—Significa —tercia Byron—, que será vuestro refugio cuando aparezca el vampiro.

—No es ninguna suite presidencial —suspiro—... pero aquí difícilmente podrían detectarlos. Necesito que aprendan bien el camino de manera que, en su momento, sean capaces de llegar aquí lo más rápidamente posible y permanecer en silencio hasta que vengamos por ustedes. Durante ese tiempo, deberán obedecer en todo a sus hermanos mayores —digo, refiriéndome a los muchachos más grandes—. Caleb, Micah, cuento con los dos.

Ellos asienten al unísono.

—En el peor de los casos les tocará determinar cuándo es seguro salir y habrán de esperar la mejor oportunidad posible para escapar. Si las cosas llegan a ese punto, deberán ir a la ciudad, a algún sitio concurrido, y permanecer todo el tiempo a la luz del sol, en donde haya más personas.

—¿El peor de los casos? —susurra Cassie con una pronunciada arruga en el entrecejo, y yo eludo su mirada, inerme. Realmente no se le escapa nada...

Byron y yo intercambiamos otra mirada. Doy un paso al lado cuando aquel se adelanta para hablar con ella; para lo cual, se agacha hasta quedar a su nivel:

—Debéis saber qué hacer incluso en el más negro de los casos. Pero te aseguro que todo va a estar bien. Es sólo una precaución.

La niña me dispara una mirada interrogativa, quizás buscando en mí una respuesta que no va a conseguir de Byron, pero no me corresponde a mí decidir si es conveniente que sepa los riesgos que esta misión implica. 

Ni siquiera lo sabemos Byron y yo.

Después de mostrarles a los niños el refugio, estamos de vuelta en la planta de arriba y sumidos todos en un denso silencio. Hace mucho que este lugar no estaba tan callado, pero el ambiente que se ha asentado resulta de todo menos tranquilizante.

Nikolas ha emergido de la oscuridad de sus habitaciones y nos acompaña en la estancia principal, recostado en silencio contra la pared. 

Es como si esperásemos... pero sin una idea exacta de qué es lo que aguardamos exactamente ni por cuánto tiempo habremos de hacerlo.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETAWhere stories live. Discover now