16. La voz del demonio II - Chris

477 99 38
                                    


Chris – Pennsylvania

Carretera hacia Philadelphia - 10:05pm


Nada más entrar al motel junto a la gasolinera, dejo caer la bolsa con las armas en el suelo. No es muy grande, pero al menos parece mejor que la última. A la izquierda se encuentra la cama con el típico edredón cutre y desgastado de tanto lavarlo. La mesita con el teléfono y una lámpara que parece sacada de un anticuario. Pegada a la ventana con horribles cortinas hay una mesa con dos sillas y a la derecha tengo la televisión y el microondas. A pesar de que no es de los mejores no puedo pedir más por el precio que me han cobrado. De repente noto el cansancio.

Hace ya unos días desde la última vez que paré en un motel a descansar. Pero mi cuerpo pide a gritos un descanso de los buenos. Y una cama que no sea el asiento trasero de mi viejo coche.

"¿Cansado, Chris? "

Ignoro al condenado demonio. En parte, es su maldita culpa que esté en esta situación.

"Tranquilo, poco a poco estarás más cansado. Dejaras de luchar, y entonces serás todo mío".

―No ― respondo en voz alta, aunque sé que no hace falta que lo haga.

Saco el portátil de su bolsa y lo conecto. Lo dejo encendiendo mientras pongo a calentar agua en el microondas para hacer unos fideos instantáneos. Ya habrá tiempo para un buen desayuno mañana por la mañana.

La carcajada que el demonio me otorga por respuesta hace ecos en mi mente

"¿No? No me hagas reír. Soy demasiado fuerte para ti".

― Te vencí una vez. Puedo hacerlo de nuevo ― aseguro.

Saco el agua caliente del microondas y la vierto dentro de los fideos, tras lo cual me los llevo junto al portátil y los cubro para que el calor haga su trabajo. Puede que esta vez tenga suerte y encuentre una solución a mi situación.

"No pudiste exorcizarme"

― Evité que siguieras matando niños inocentes.

Siento su rabia. Pero al poco rato se calma.

"Pero no por mucho tiempo. Tienes un cuerpo y una mente fuerte, y esos estúpidos tatuajes tuyos no ayudan. Pero soy paciente, Christopher. Muy paciente. De hecho, conocerás a muy pocos demonios que sean tan pacientes como yo. Te sorprendería saber el tiempo que llevo en vuestro mundo, estúpido humano."

― Ni lo sé ni me importa. Ya no estarás en él mucho más tiempo.

"Eso ya lo veremos... Cada vez estás más débil. Lo noto, lo siento. Tu alma pronto será devorada por mí. Y aunque no sea tan deliciosa como el alma de un inocente niño, disfrutaré devorándola. Porque nunca nadie antes me había atrapado, y eso me tiene muy enfadada, Christopher."

Prefiero ignorar al maldito demonio. Y seguir con mi escasa cena y mi búsqueda de una solución a mi situación. Pero como los otros días, no hay nada de nada. Me gustaría seguir indagando, pero siento mi cuerpo pesado y cansado. Será mejor dejarlo por hoy. Me dirijo a la bolsa y busco las pastillas para dormir. Últimamente el demonio no me ha dejado pegar ojo. Pero no encuentro por ningún lado los somníferos. Afortunadamente en la gasolinera de abajo puede que encuentre algunos.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETAWhere stories live. Discover now