HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETA

25. Payday, parte I - Nevi

Nevi - Philadelphia

Fábrica Abandonada, Nov 22:30pm

El día pasa tranquilo. Después de una agitada cacería, un día de descanso nos ha servido tanto para recuperar fuerzas como para cimentar un extraño compañerismo basado en la nueva situación que enfrentamos en común. No solo la presencia de un poderoso aquelarre de vampiros en la ciudad, sino también la aparición de un licántropo alfa, la huella de una peligrosa secta y la situación de Chris.

Si creyera en el destino, diría que algo nos ha unido a todos en este sitio con un propósito mayor que el que perseguimos normalmente en solitario; cada uno por su cuenta.

Después de verificar que Nikolas se durmiera y en lo que me aseguraba de que nada irrumpiese en su sueño, sin darme cuenta el día se ha consumido en la oscuridad y ya es otra vez de noche. Tanto Byron como Chris tienen mejor aspecto y Caleb parece mucho menos abatido con la presencia de Cassie, distrayéndole con su animada charla.

En el centro de la fábrica se alza otra vez el fuego de una hoguera, brindando luz a los lúgubres rincones de la habitación y ayudando a mermar el frío despiadado que sopla afuera.

Micah se acerca a mí, en compañía de su hermano, pegado a él como una lapa. Ni siquiera le ha dado tiempo a sentarse junto a mí antes de empezar a tirar de su brazo insistentemente en un intento de hacer que se levante y se alejen de allí:

—No muerdo, Copo de Nieve —le digo irritado.

—Está bien, Abel —dice Micah, y eso consigue amainar su afán y conseguir que se siente con él. Aunque me observa desde el sitio bajo el brazo de su hermano como si yo fuera un reptil venenoso.

—¿Al final has decidido quedarte? —le digo, haciendo caso omiso del menor.

Micah observa a Caleb unos instantes y da una cabeceada.

Nos quedamos unos momentos en silencio, antes de que el muchacho se aclare la garganta para llamar mi atención:

—¿En dónde está el señor Gustav?

—No hace falta que le llames por "señor". Es la cosa más alejada a un "señor" que existe —suspiro.

No sé si sea prudente mencionar lo ocurrido con Nikolas. Ya han de saber que no está completamente sano de la cabeza... pero dudo que se imaginen a qué punto no lo está. Es un lado suyo que sólo yo y él conocemos, y empiezo a preguntarme cuanto tiempo pasará hasta que su condición, sin tratamiento o medicamentos, se haga más evidente, y cuál será la posición de los demás frente a ello. No es que Nee vaya a resultar más peligroso que un hombre lobo y un hombre poseído por un demonio; pero ya sabemos más o menos qué esperar de los primeros dos y de qué cuidarnos.

Micah se ha quedado mirándome, aguardando mi respuesta. Pienso rápidamente en qué decirle que le deje satisfecho y que no evidencie lo ocurrido esta mañana.

—No se sentía bien. Estaba exhausto, así que le convencí de dormir y dejar por un momento al neófito.

Byron aparece de la nada y se acerca a nosotros como si hubiese escuchado la última parte de la conversación, seguido de Chris:

—¿Hay novedades sobre eso?

—Sólo que el cadáver está en proceso de descomposición y que este proceso no se parece para nada al de un ser humano normal.

—¿Qué quieres decir? —Byron me observa con los ojos en rendijas.

—Según lo que ha descrito Nikolas y lo que yo mismo pude ver, que se está secando como si fuera una fruta puesta al sol. No le queda sangre. No durará mucho antes de consumirse.