23. En la carretera - Byron

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Byron - Maryland

Carretera – Nov, 14:00

— ¿Por qué vamos a Virginia? — pregunta Cassie por casi décima vez desde que salimos del garaje de Bob.

Suspiro y fijo la vista en la carretera.

— Ya te lo he dicho, voy a buscar a unas personas.

— ¿Amigos tuyos?

— Conocidos – respondo de manera lúgubre.

Cassie da otro mordisco a su sándwich de atún antes de volver a hablar. Va sentada en el asiento del copiloto. Lo cierto es que a Keeper le daba igual, y tenerla delante me ayuda un poco a la hora de mirar los mapas. Aunque si llego a saber que iba a estar tan preguntona, la hubiera metido en el maletero.

— ¿Y son conocidos normales o... de los otros?

— Cómete el sándwich – respondo evasivamente.

— Ya lo estoy haciendo – contesta ella a su vez, masticando.

Doy una cabeceada y vuelvo a suspirar.

— Oye, si vamos a seguir juntos estaría bien que empezaras a contarme las cosas – apunta ella.

Giro la cabeza y la miro un instante. Ella me contempla con el ceño fruncido, pero con ese aire de superioridad al que ya estoy empezando a acostumbrarme. Clavo la vista en la carretera y aprieto un par de veces el volante con las manos antes de responder.

— De los otros.

— ¡Lo sabía! — exclama ella, contenta.

En el asiento de atrás, Keeper va tumbado, medio dormido, completamente ajeno a nuestra conversación que no le molesta lo más mínimo. Me da un poco de envidia.

— ¿Qué son? ¿Más fantasmas? — pregunta, y puedo escuchar ilusión en su voz.

Obviamente no pienso decirle que son una familia de vampiros.

— No. ¿Se puede saber por qué te emocionas tanto?

— Porque estoy feliz de que por fin alguien me crea, que sepa que existen los fantasmas y que se dedique a ayudarlos.

— Sí bueno..., — comento, parándome en un cruce y mirando a ambos lados – lo de ayudar no lo tengo yo muy claro.

— Ayudaste a la señora Harris – me recuerda Cassie, y da otro mordisco a su sándwich.

— Sí, pero con el fantasma que la poseía no fui demasiado amable.

— ¿Lo mataste?

— Algo así... — respondo vagamente, y sigo adelante en el cruce.

Cassie traga.

— Pero los fantasmas ya están muertos.

— Lo exorcicé, ¿recuerdas?

— ¿Con eso los matas?

— Los regreso a su mundo.

— Al Cielo – aclara ella.

— O al Infierno, qué más da – replico.

Ella permanece en silencio, y eso me extraña, así que me giro un instante para mirarla. Parece preocupada.

— ¿Qué?

— ¿Crees que existe el Infierno? — me pregunta.

Vuelvo a mirar a la carretera, que está desierta, y me encojo de hombros.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora