13. Razones para confiar II - Micah

238 70 0
                                    


Micah - Philladelphia

Fábrica abandonada, 21:20pm


Nevi observa el cielo nocturno con abstraimiento. La lluvia ha cesado otra vez, pero las nubes sobre nuestras cabezas no auguran un cielo despejado en un futuro cercano.

—Te escucho.

—Se trata de Caleb —le digo sin rodeos.

Nevi me mira. Noto que hay cierta inquietud en la forma en que lo hace. Puedo ver que está al tanto de lo que sospecho:

—Es el responsable del asesinato en Aberdeen.

—¿Él te dijo eso?

—Lo intuí. Él sólo lo confirmó.

—Chiquillo estúpido —bufa—. No tenía para qué hacerlo.

—¿Por qué no me lo dijiste? —exijo saber.

—¿Tienes alguna queja, Whitey? ¿Después de que puse tu trasero en un sitio alejado de la lluvia y el frío?

—Para después dejarnos solos con un hombre lobo que devoró a una chica hace un par de días —le encaro—. Sé que, en mi posición, no tengo derecho a pedirte explicaciones o a nominar a quien decidas traer aquí. Pero tenía derecho a conocer la situación si esta representaba un riesgo potencial para mi hermano y para mí y decidir si era mejor marcharnos.

—Exacto. Si ese fuera el caso —asiente Nevi. Noto que está irritado—. No hubiese permitido que algo os sucediera a ti y a tu pequeña pulga. Si traje a Caleb aquí era porque sabía que podía con él. Y si os dejé solos, es porque sabía que Nikolas podría manejar la situación en mi lugar. Urgía que os dejara. El vampiro que atrapamos ya se había cobrado a una víctima. Quién sabe a cuantas más, de no haberle detenido hoy. Tu hermano y tú seguís vivos y por todo lo que a mí respecta, es lo que importa.

Suspiro, empezando a calmarme. Nevi lo tenía todo pensado desde el principio, tal y como había sospechado... pero no apartaba el hecho de que había escondido algo de mí que merecía saber.

—Si quieres irte, no estás forzado a quedarte, Micah —dice Nevi, dirigiéndose por primera vez a mí por mi nombre—. Pero piensa en el chiquillo; en Abel. Ahora mismo... hay un hombre lobo suelto y al parecer, un peligroso clan de vampiros está dando vueltas por Philadelphia.

—¿Un clan?

—Toda una maldita familia de sanguijuelas.

—¿Lo sabías?

—Lo sé ahora. Los cazadores que han venido conmigo están tras su pista. El vampiro que atrapamos era un chico como Caleb. Convertido por la fuerza y asesinado por uno de sus propios compañeros.

—Creía que vosotros...

—Nosotros le atrapamos. Pero otro vampiro le asesinó antes de que pudiese decirnos nada —explica, con gran pesar.

No me cuesta creerle. Asesinar a los de tu propia especie es algo común incluso para la especie humana.

—Ya veo...

—¿Lo entiendes ahora? Los vampiros son criaturas codiciosas y selectas. Buscan expandir sus clanes y de esa forma se vuelven cada vez más fuertes. Suelen elegir a personas con aspecto o habilidades únicas. ¿Cuánto pasará antes de que decidan que dos muchachos sin hogar y con el pelo plateado serían una gran adición a sus filas?

Me estremezco de sólo pensar en que mi hermano pudiese caer en las garras de otra criatura. Ya he tenido suficiente de ellas.

—Aquí estáis seguros y tenéis un sitio donde estar tranquilos —me advierte con tono serio y severo. Luego descruza los brazos y se deja caer, sentado al cobijo de la pared, sacando un cigarrillo de su chaqueta y encendiéndolo para empezar a darle profundas caladas—. Pero te repito... es tu decisión.

Le observo unos instantes, inseguro sobre qué hacer. Nos quedamos largo rato en silencio, sólo contemplando el cielo, aspirando el aroma de la tierra mojada y la lluvia.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETAOnde histórias criam vida. Descubra agora