44. Símbolos I - Chris

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Chris - Philadelphia (Pennsylvania)

Mansión - Nov, 1.30am


Me bajo del coche y camino hacia  la casa sin dudarlo. A pesar de que llevo años frecuentando este tipo de sitios, he de reconocer que esta mansión me sigue provocando escalofríos. De tres pisos, paredes de piedra recubiertas en gran parte por enredaderas descuidadas y un pequeño jardín delantero sin flores ni árboles, solo tierra batida, la casa tiene toda la pinta de lucir abandonada, salvo por las luces del interior. Es de noche, pero es precisamente la hora a la que ella trabaja. Me dispongo a llamar a la vieja y sucia aldaba con cara de gárgola, pero la puerta se abre antes de que siquiera la toque:

— Has venido antes de lo que pensaba — me dice la Negociadora desde dentro.

No le respondo. Simplemente entro en el enorme vestíbulo como si fuera mi propia casa y me encamino hacia la habitación que utilizó como despacho la última vez, desde donde proviene la voz. La Negociadora está sentada en su cómodo sillón observado algo en un viejo libro a través de un lupa. A su lado, en su otra mano, una copa de cristal llena de un líquido rojizo es agitada suavemente.

— ¿Y bien? — me pregunta sin levantar la mirada.

— Yo he cumplido ya con mi parte del trato — respondo. — La secta está destruida. O al menos, esa sede. No sé si tienen otra.

La vampiresa ni se molesta en levantar la mirada del escritorio.

— Eso lo daba por hecho. Ya acordamos que no hacía falta que vinieras a informarme personalmente de eso. Si estás aquí es porque quieres algo más de mí.

Me quedo parado. Sigue sorprendiéndome lo directa que es en los negocios y el poco miedo que tiene a que le clave una estaca entre las costillas. Saco mi móvil y le enseño la fotografía que Byron me ha mandado por whatsapp mientras conducía hacia aquí.

— ¿Conoces este símbolo? — le pregunto.

Angelica levanta entonces la mirada hacia el móvil y se queda observándolo unos instantes, aunque sin muchas ganas.

"Querido, pensaba que teníamos una relación especial. Yo sí que conozco ese símbolo. ¿Por qué no me lo preguntas a mí?"

Al escucharla no puedo evitar hacer una mueca y sentir que la sangre me hierve. Me pregunto si no será para ella algo placentero pues siempre hace que me sienta con ganas de golpear algo. No sé si la vampiresa ha notado mi súbita tensión, pero si lo ha hecho, me ignora y sigue observando la pantalla del móvil.

— Puede que me suene — murmura. — ¿Tienes algo más que pueda ayudarme? — Me pregunta.

— Baer-ha-Bher. Ese es el nombre del demonio.

"¿Sabes? Así nunca llegarás a saber nada de él. Venga Chris, deja que te ayude. Solo debes hacer un pequeño trato conmigo y te prometo que encontré a tu padre. Este demonio al que buscas es un demonio cualquiera. Yo soy más fuerte. Y mucho más atractiva que esta vulgar vampiresa."

Intento ignorarla y centrarme en la Negociadora, quien parece meditar un momento antes de contestarme:

— Lo siento, Chris. No me viene nada a la mente. Para serte sincera, podría buscarlo, y sé que encontraría la información que buscas. Pero me temo que el precio sería elevado y la información no te llevaría a ningún lado.

Parpadeo al escuchar sus palabras sin terminar de creérmelo.

— No lo termino de entender — confieso. — ¿Eso no te beneficiaria?

Una sonrisa asoma a labios de Angelica.

— Querido Chris. Puedo ser una vampiresa, puedo tener precios caros, pero ofrezco el mejor de los servicios. Y si uno de los servicios de los que se me demanda no le convienen a mi cliente, se lo digo. Tú viniste en mi ayuda con tu problema con el demonio. De momento, sigo trabajando en una posible solución. Ahora tienes otro problema con tu padre y trabajar en los dos sería contraproducente. 

Frunzo el ceño y aprieto los puños a ambos lados de mi cuerpo.

— Y, según he podido observar, — añadie, alzando la vista hacia mí por primera vez desde que he entrado — te queda poco tiempo hasta que pierdas el control por completo.

Me quedo en silencio. Tiene razón, aunque nunca se lo admitiría. Solo me gustaría saber cómo demonios lo puede saber con solo mirarme.

— Si yo estuviera en tu lugar, intentaría alejarme de cualquier persona.

Tomo aire frunciendo el ceño, aunque por dentro me siento abatido. 

"No le hagas caso a esa fea no muerta. Venga, date prisa. Tu amigo te está esperando. Y su querida y deliciosa compañera".

Me dirijo hacia la puerta. La Negociadora me acompaña:

— Espero poder cumplir con mi parte — me asegura ella. — Sería una pena perder a un cliente como tú. Me caes bien para ser un cazador.

Y tras decir esto, la puerta se cierra dejándome fuera en la oscuridad de la noche. En silencio. Sombrío. Con la seguridad de que no duraré siendo yo mismo mucho más tiempo.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETAWhere stories live. Discover now