Magnolia - Amor natural

C014 - Pisando a la serpiente en medio de la noche

Entre el vapor creciente, en realidad era cierto que las ranas estaban cocinadas. Pero claro, era solo eso y nada más. Olvídese de llamarlo el más delicioso bajo el cielo, incluso no estaba calificado para ser llamado delicioso.

―No puedo terminar de comerlos, ah. ¿Qué hay de hacer una rana seca? La carne de la rana es muy tierna; probablemente se encogerá mucho cuando se convierta en una rana seca, ¿verdad ―Shu Shu miró el montón de ranas frente a él y se inquietó un poco. De repente escuchó algunos movimientos. Solo para descubrir que la gran serpiente estaba cerca y mirándolo con impaciencia. Aún más, la serpiente estaba golpeando el suelo con su cola.

¡Era realmente una mirada impaciente, no una viciosa!

Esa mirada, era la misma que cuando le había pedido comida a su dueño. Por supuesto, su acción había sido más lujosa que la de la serpiente en ese momento. ¡Todavía había podido unir sus dos patas y hacer una reverencia con las manos en alto delante! ¡Era absolutamente cien veces más adorable que la gran serpiente!

―¿Quieres comer? ―Shu Shu preguntó. Después de preguntar a la serpiente, pensó que era un poco tonto. La serpiente todavía no debe entender las palabras 'quieres'.

Al final... la enorme serpiente inesperadamente asintió brevemente con la cabeza.

¿Entendió esta serpiente? O, ¿entendió 'comer'? Shu Shu fue un poco curioso, pero sin embargo lo soltó rápidamente. Fue bueno que su discípulo fuera muy inteligente, ¡ah!

Shu Shu había atrapado un total de ocho ranas. Mantuvo dos, y los seis restantes fueron envueltos en hojas y colocados no lejos de la gran serpiente.

De hecho, eran bestias; incluso si comieran alimentos que han sido arrojados al suelo, no les harían daño. Sin embargo, Shu Shu era un espíritu de hámster que amaba la limpieza. Por lo tanto, cada vez que daba comida a la persona amable o a la gran serpiente, siempre la envolvía con hojas. Creía que, inevitablemente, habría un día en que él podría ser lo mismo que un humano. Bien, tan pronto como estuviera libre, haría unos cuantos cuencos de madera, ¡de acuerdo!

Hablando de comida, las seis ranas no eran más que una merienda ligera para Edgar. Sin embargo, esta vez estaba especialmente satisfecho con la comida. Observando al pequeño sub- bestia cercano que asaba las castañas en la hoguera agonizante para asar, su corazón se sentía cómodamente cálido.

Cuando los hombres bestia aún no habían desarrollado la ciencia y la tecnología, particularmente cuando habían estado en una sociedad primitiva, se decía que en algunas áreas, los hombres bestia y los sub-bestias habían vivido en las cuevas. En ese momento, cuando el hombre bestia había salido a cazar, el sub-bestia se había quedado en la cueva, preparando la comida para el hombre bestia. Los dos hombres vivían juntos íntimamente...

Fue una pena que estas ranas no fueran atrapadas por él... Edgar de repente se despertó a la realidad. Él... ¿Parecía que había comido la comida que el pequeño sub-bestia había traído con mucho esfuerzo?

Claramente, él debería ser el que mantuvo al pequeño sub-bestia. ¿Cómo podía dejar que el pequeño sub-bestia lo mantuviera?

―No esperaba que a la serpiente de hoy en día no le guste comer alimentos crudos y le guste comer alimentos cocidos. Este es un buen hábito. Gran serpiente, debes seguir viviendo y yo capturaré más ranas para que las vivas para que comas mañana. ―Shu Shu Shu no conocía la forma de pensar de Edgar. En este momento, él estaba parloteando mientras ordenaba su cueva, poniendo todo en su lugar. También cavó un rato, expandiendo un poco la cueva.

El hogar que originalmente parecía ser muy grande para él, después de la adición de una serpiente, ahora parecía ser demasiado pequeño...

El cielo pronto se oscureció, lo que, por supuesto, tuvo poco efecto en Shu Shu. Después de todo, la cueva siempre fue muy oscura. Por otra parte... En comparación con el día, en realidad prefería la noche.

Antes de que lo pusieran en esta situación, Shu Shu a esta hora preferiría salir a absorber el brillo del sol y la luna para avanzar en su cultivo. Sin embargo, hoy estaba muy cansado y optó por no hacerlo. En cambio, se metió en su habitación y se acostó temprano.

Por supuesto, antes de irse a la cama, tampoco se olvidó de infundir todo su poder espiritual en el cuerpo de la gran serpiente.

Enterrándose en el montón de hierba, Shu Shu al principio pensó que no podría dormir. Después de todo, había una serpiente afuera... También pensó que si no podía dormir esta vez, definitivamente debería abstenerse de cavar otro agujero y simplemente cultivarse adecuadamente en su lugar...

En el final... el pensamiento acaba de llegar a ese punto cuando Shu Shu se durmió.

El nido de Edgar estaba en el lado exterior de la cueva grande, y también se quedó dormido muy rápido...

Al borde de quedarse dormido, Edgar repentinamente sintió que alguien se acercaba a él, e incluso pisaba su cuerpo... ¿Quién se le estaba acercando de repente? Edgar instintivamente quería agarrar a esa persona; su cuerpo de serpiente se enrolla involuntariamente. Solo para descubrir que era el pequeño sub-bestia soñoliento y de ojos cerrados a quien había agarrado. En este momento, el pequeño sub-bestia abrió los ojos.

En la oscuridad, los dos hombres se miraron consternados. Al final, el pequeño sub-bestia que se levantó para ir al baño en medio de la noche gritó y corrió de vuelta a su agujero.

Edgar golpeó el suelo con su cola, algo deprimido. Debería ser improbable que el pequeño sub-bestia todavía le tuviera miedo, ¿verdad? Por cierto, justo ahora el pequeño sub-bestia parecía estar desnudo otra vez...

Shu Shu en realidad ya no le tenía miedo a la gran serpiente. Incluso descubrió que parecía haber dejado de asustarse hasta cierto punto por la gran serpiente, la serpiente ya se había enroscado a su alrededor, pero no le había comido. Ciertamente, había sido reacio a tragarlo hasta su estómago.

Pero al final seguía asustándose, ¡ah! ¡Es realmente horrible pisar una serpiente en su propio agujero por la noche!

Cuando el discípulo en realidad asustó al maestro, ¡estaba terriblemente mal! ¡Shu Shu pensó que era necesario dar algunas lecciones a la gran serpiente!

En cuanto a qué lecciones fueron....

Todavía temblaba ahora, y no se atrevió a pasar por la boca de la cueva para orinar afuera. Es mejor orinar en la cueva de la gran serpiente...