Capítulo 194

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CAPÍTULO 194

*narra Aina*

Aina: ¿Desde cuándo se llevan tan bien Marta y Manuel? - le insinúo a Ana mientras voy clavando las piquetas.

Ana: Es una buena pregunta.

Aina: No pareces muy molesta. ¿Hay algo que te haya hecho cambiar de opinión? - Mierda. He vuelto a meter el pie en el barro. Esta zona está llena de barro, no es muy idónea para plantar aquí las tiendas.

Ana: Esto... - todavía lleva en el pelo el diente de león que le ha dado Manuel - Pues ayer Marta estuvo hablando conmigo y...

Aina: ¿Hablando con Marta? Es una manipuladora, Ana.

Ana: Ayer no me dio esa impresión.

Aina: Porque es demasiado buena haciéndolo que no te das ni cuenta. - me molesta gravemente que Marta ahora tenga que interponerse también entre Ana y yo. Ana va a replicar pero alguien nos interrumpe.

Efrén: Hola, preciosa. ¿Necesitas ayuda? Mi tienda ya está montada. - Ana se coloca bien el diente de león, que estaba a punto de caérsele.

Ana: Pues... - mira fugazmente a Manuel - Sí, claro. - Efrén se queda embobado, creo que no se cree que Ana haya aceptado su ayuda tan fácilmente. - ¿Me ayudas con esta piqueta? - le dice coquetamente. Él se agacha para clavarla y Ana, en vez de quedarse con él, se dirige hacia Manuel. Chica lista. Yo me voy con ella para no tener que montar la tienda con Efrén.

Ana: ¿Cómo vais? - les dice, mirando exclusivamente a Manuel. Manuel se queda pasmado tocándose su pulsera mirando a Ana. Marta le pega un codazo.

Manuel: ¡Ay! Muy bien, muy bien. ¿Vosotras?

Ana: Bueno, tenemos a un ayudante gratis. - señala a Efrén con la mirada.

Manuel: Ah, muy bien... - se gira bruscamente y sigue montando su tienda. Ana se acerca a él por la espalda.

Ana: No lo decía a malas... - quiere tocarle los hombros pero no se atreve del todo. Manuel se queda quieto.

Aina: No pierdas más el tiempo, Ana, no vale la pena.

Marta: ¿Tú qué sabrás? Métete en tus asuntos. - Marta que estaba demasiado callada, ya la está tomando conmigo.

Aina: Eso tendrías que haber hecho tú antes de provocar su pelea. ¡QUE ANA Y MANUEL ESTÉN ENFADADOS ES POR TU CULPA! - demasiado odio, demasiado rencor guardados demasiados días, demasiadas humillaciones. Manuel se da la vuelta.

Manuel: Sabes que eso no es verdad, Aina. No quieras que la culpa recaiga toda en Marta cuando aquí el que ha actuado mal he sido yo. Lo reconozco, Ana, he estado pensando mucho y...

Aina: ¿POR QUÉ TIENES QUE DEFENDER LO INDEFENDIBLE? ¡MARTA ES INDEFENDIBLE! - me pongo roja. He explotado. Ya no hay marcha atrás.

Marta. ¿PERO QUIERES DEJARLOS TRANQUILOS? LO QUE PASA ES QUE IGUAL NO TE INTERESA QUE SE RECONCILIEN. ERES UNA EGOÍSTA.

Ante tanto grito, todos nuestros compañeros se han ido acercando a nosotros, forman un círculo alrededor, pero nadie se atreve a decir nada. Ni siquiera Marcos.

Aina: ¿EGOÍSTA? ¿YO? REVUÉLCATE EN EL BARRO, PERRA LOCA.

La empujo con toda la mala leche posible y cae de lleno en el charco que más barro tiene. Se levanta como puede, calada hasta los huesos y me tira barro en toda la cara. Ana y Manuel intervienen. Pero eso solo hace que caigan los dos en el charco. Juntos. Marco le tira barro a Martina para hacerse el gracioso y así es como se inicia una asquerosa guerra de barro. Aunque yo no estoy demasiado pendiente de lo que hacen los demás, estoy muy ocupada estirando de los pelos a Marta y llenándola todavía más de barro. Gruño y chillo hasta que me quedo sin aire. Me estoy desahogando pero bien. Mi mundo se vuelve un borroso lugar lleno de catapultas marrones. Todos contra todos. Sacando todo lo que llevamos dentro. Hasta que una de mis catapultas aterriza en la preciosa cara de Marcos. 

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora