Capítulo 157

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CAPÍTULO 157

*narra Mendicuti*

No podemos ir a la otra residencia hasta mañana por la mañana. Realmente no sé si tengo ganas de volver a ver a Aina, no sé cómo voy a reaccionar.

Troceo mi merluza, pero no tengo mucho hambre. Lucas me da un codazo para que coma, el típico hermano sobreprotector. Yo le saco la lengua y Rocío se ríe al ver cómo nos comportamos el uno con el otro.

Marta: ¿No te gusta la merluza, Marcos? - levanta las cejas, todos nuestros compañeros nos observan. Pero faltan Ana y Efrén, no sé dónde están. Pobre Manuel...

Mendicuti: He probado cosas mejores. - contesto, de mal humor, no sé qué quiere conseguir Marta con este comentario.

Marta: Entiendo, una vez que pruebas el caviar es difícil conformarse con una simple merluza...

Mendicuti: ¿A qué juegas? - me levanto de la mesa, Marta me saca de mis casillas.

Marta: ¿A qué juegas tú? - ella también se levanta. - Será mejor que te decidas y dejes de jugar a dos bandos. - me insinúa, mientras se acerca a mí. - Pero que sepas que a juegos no me gana nadie. - me mira fijamente, sin parpadear, ha decidido dejar atrás su lado dulce, pero ese tono de voz me vuelve loco y lo sabe. Entonces, sin que me lo espere, me besa pasionalmente. - No te conformes con la merluza cuando tienes caviar a tu disposición, pero no creas que voy a esperarte eternamente. - me susurra, tras un beso que me ha dejado tonto.

*narra Manuel*

Tras un día agotador psicológicamente, me dirijo a mi cama a ponerle fin de una vez por todas. Pero a partir de mañana estoy decidido a dejar de comportarme así, sé que a Ana no le gustaría.

Me tumbo en mi cama pero hay algo duro en mi almohada que no deja que me acomode. Meto las manos dentro de la funda y saco unas cuerdas, con una nota. Al ver la letra de Ana se me empañan los ojos, todavía estoy demasiado sensible.

"Úsalas bien. Te quiero, bacalao"

Ay, Ana, gracias por estar siempre presente... Las cojo con fuerza, cojo mi saco de dormir y me voy al Árbol del Ahorcado mientras pienso en la suerte que he tenido de haber conocido a Ana.

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora