Capítulo 178

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CAPÍTULO 178

*narra Mauro*

Guillermo: A ver, Manuel, imagínate que eres Mauro... ¿Por qué entraste ayer hecho una furia en medio de nuestra pequeña fiesta?

Manuel carraspea. Yo me pongo nervioso, preparado para lo peor.

Manuel: Estaba muy dolido porque mi novia me ha dejado porque le gusta uno de mis mejores amigos y, claro, lo pagué con él. Si ahora tuviera la oportunidad de hacerlo, me disculparía con Manuel y le diría que me he dado cuenta de que él no ha hecho nada para que mi pareja corte conmigo y que he fui un estúpido por reaccionar así.

En el fondo sé que tiene razón, si actuas en caliente la solución nunca puede ser buena... Decido tragarme mi cabezonería y mi orgullo. Me acerco a Manuel y lo abrazo con fuerza.

Mauro: Perdóname... -mis lágrimas mojan mis mejillas y el pelo de Manuel- No debería dejar que ninguna chica nos separara y más si no ha pasado nada entre vosotros...

Manuel: Anda, tira, que al final sí que dejaré que te coma el cocodrilo. - se ríe- Me alegra que hayas entrado en razón, me dolía mucho esta situación...

*narra Claudia*

Efrén: Claudia, ahora tú eres Víctor... ¿Qué es lo que más echas de menos de Masterchef?

El trato era que yo ayudo a Efrén a separar a Ana y Manuel y él me ayuda a recuperar a Víctor. Así que ha eso ha venido su interrupción. Pongo la cara más coqueta que se me ocurre y empiezo a jugar.

Claudia: Echaré de menos la presión del reloj, las valoraciones de los juegos... Pero me alegro de que volvamos a estar todos juntos y me haya podido reencontrar con personas que me marcaron desde el inicio de Masterchef. Sobre todo con Claudia, quiero pedirle disculpas por lo mal que la traté y quiero decirle que me gustaría salir con ella, en serio.

Víctor: ¡Yo nunca diría eso!

Claudia: ¡Pues nada! ¡No quieras admitirlo! Aunque las disculpas no estarían mal...

Víctor: Déjame en paz...

Rocío: A ver Víctor, ¿Cuál es el mejor recuerdo que guardas de Masterchef? Contesta como si fueras Marta.

Víctor: Bueno, os podría decir que me divierto muchísimo humillando a la gente, pero el recuerdo más bonito para mí son todos los momentos que he pasado con Víctor, que sí, que le digo que quiero que las mariposas que siente sean erradicadas, pero en el fondo no soy capaz de soltarle la mano, no soy capaz de dejarlo marchar... Sí, Víctor es la persona que más me ha marcado.

No puede ser. No puede ser que Víctor siga tan enamorado de Marta. ¿Qué diantres tiene esa estirada para gustarle tanto a los chicos?

*narra Marta*

Dichoso Víctor. Él es el que no me deja marchar, me atrapa con sus dulces palabras. Pero yo tengo claro que a quién quiero es a Marcos. Aunque Víctor... Pf, ni siquiera sé qué siento por él. Es una relación muy extraña. Decido ignorar su comentario, será lo mejor, no quiero que se cree falsas ilusiones. Y me pongo a pensar en lo que Manuel me ha enviado justo antes de que empezáramos a jugar: "Aina ya se ha enterado de que le han robado los preparativos. Sospecha de ti. Cúbrete las espaldas". Gracias, Manuel, me las cubriré, de eso no tengas ninguna duda.

Marta: Lucas, contesta como si fueras Rocío. ¿Qué opinas sobre el chico que te gusta? - se la devuelvo a Rocío, ella me lanza una mirada de furia, sé que he tocado un tema espinoso.

Lucas: Joder. Ese chico soy yo, ¿no? - comenta, egocéntricamente, y estoy seguro de que Rocío quiere que le trague la tierra - Pues es el mejor del mundo: simpático, divertido, está cañón. Pero hay un problema, él pasa de mí y siempre lo hará. Además, él ya se ha fijado en otra chica. - Vaya tela con Lucas, este chico como aliado de humillaciones no estaría nada mal. Rocío le levanta el dedo corazón, Lucas se encoge de hombros. Me fijo bien en su expresión y sé que no ha dicho la verdad.

Lluc: Teresa, contesta como si fueras Guille. ¿Te alegras de que Teresa haya sido repescada?

Teresa: Era la persona que más ganas tenía de ver, pero ella no me hace ni caso. Y nunca me lo hará. Soy un idiota y no me entra en la cabeza y sigo presionándola.

Guillermo: Deja de mentir, Tere. Todos sabemos que lo que dices no es verdad. El orgullo no te lleva a ninguna parte, ¿sabes?

Lluc: ¡Que dejes de presionarla! ¡Ella ahora está conmigo!

Marta: ¿Qué? Cielo, has probado el caviar. Teresa es peor que una merluza, menudo cambio. Aunque si así me dejas en paz, todos contentos.

Teresa: ¿Y a ti quién te ha dado vela en este entierro?

Marta: Yo no necesito a nadie que me autorice para decir en voz alta lo que pienso. Hala, disfruta con Lluc y sus inseguridades. Aunque no dejes que te llame maduixeta, si lo hace es que todavía me sigue queriendo.

Teresa: Eres insoportable. Y Lluc y yo no estamos juntos. Yo no estoy con nadie. Punto.

Lluc: ¿Cómo que no estamos juntos?

Teresa: Ya hablaremos de eso en otro momento.

Marta: Ay, pobrecito, ¿cuándo te darás cuenta de que eres un cero a la izquierda?

Manuel me niega con la cabeza, sé a qué se refiere, que si sigo comportándome así no voy a conseguir a Marcos. Víctor, en cambio, me mira embelesado, debo de parecerle una diosa del Olimpo o algo así. Bueno, si puedo escoger, me pido Atenea. Y Marcos me mira decepcionado. Lo siento, chico, necesito soltar mi rabia por algún lugar. Y encima después de que Aina le haya besado. Ya lo arreglaremos en algún momento, ahora la prioridad es fastidiar a Aina y que mi fiesta reluzca por todo lo alto, consiguiendo así que Marcos se decida por mí de una vez por todas.

Ana por fin rompe el hielo.

Ana: Marta, ahora eres Aina. - Oh, sí, una perfecta oportunidad para lucirme - ¿Cómo prepararías una fiesta de cumpleaños?

Está claro que Ana está en el ajo. Y está claro que saben que he sido yo. ¿Para qué ocultarlo? Los demás tampoco sabrán de qué hablamos...

Marta: Pues mirad, chicos, - pongo la voz más detestable que consigo encontrar en mi repertorio - encargaría unos platos, vasos, banderillas... los más feos que encontrara y así decoraría la sala. Pero luego me daría cuenta de que es lo más cutre del mundo y lo llevaría a la "Deixalleria". Ay, perdona, a veces se me escapa el catalán y no me doy cuenta. - imito despectivamente una de las risitas de Aina. Os preguntaréis por qué sé lo de Deixalleria, si no soy catalana, eso es que salir con Lluc sirvió para algo, para aprender catalán. - Quería decir a un Punto Limpio, que ahí es donde se llevan las cosas viejas, ellos les darían un mejor uso. Aunque bueno, ya que estamos, podría llevar allí toda mi ropa, que ya sabéis que se me ha quedado vieja.

Aina: Vete a la mierda. - se levanta, con los ojos rojos. Y lo peor de todo es que Marcos se va con ella, no sin antes dirigirme una mirada de pleno odio.

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora