Capítulo 176

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CAPÍTULO 176

*narra Aina*

Me levanto bien puntual, dispuesta a ir a buscar el paquete que me llegará en unos minutos. Voy a recepción y ahí está. Lo abro para comprobar que está todo y voy a guardarlo al cuartito de la limpieza, deseando empezar a montarlo todo y deseando ver ya a Marcos. Los de la otra residencia llegan después del desayuno.

Llego al comedor y ya están todos desayunando. Me fijo en que Manuel se sienta al lado de Martina pero ella se levanta rápidamente y se va a otra mesa. Entonces me siento yo a su lado.

Aina: Buenos días, Manuel. ¿No hace hoy un día estupendo?

Manuel: Claro, como verás a Mendi todo es perfecto... JAJJAA

Aina: ¡Y tú a Ana!

Manuel: Ya... - pero no lo dice nada convencido.

*narra Manuel*

Después del desayuno nos encontramos delante de la puerta de la residencia, esperando a que llegue el autobús. Me siento mal por estar traicionando a Aina, pero ya no me puedo tirar atrás.

Llegan todos y mi corazón vuelve a latir con fuerza cuando veo a Ana bajar del transporte. Tan guapa y natural como siempre. Veo que Marta se acerca a mí pero Ana nos intercepta.

Ana: Hola. -bajo la mirada- Ayer no apareciste para despedirnos. Le pregunté a todo el mundo por ti y nadie sabía dónde te habías metido...

Manuel: Ana, -levanto la vista, le indico con la mirada que nos separemos del resto y cojo aire- prométeme que no sientes nada por Efrén.

Ana: ¿Pero...? ¿A qué viene esto ahora?

Manuel: ¿Y a qué vino el abrazo en los columpios?

Ana: Yo... Joder, Manuel, ¡estaba dolida porque siempre defiendes a Martina y Efrén estaba ahí para apoyarme!

Manuel: Sabes que no voy a defender algo sobre lo que no estoy de acuerdo, aunque esté argumentando en contra de mi novia. Soy fiel a mis principios, creía que lo sabías.

Ana: Es verdad y es de lo que más me gusta de ti. ¡Pero entiende que me dolió que fueras detrás de Martina! ¡Prométeme que no sientes nada por ella!

Manuel: ¿Quieres saber una cosa? - ella asiente - Ayer Martina intentó besarme - Ana hace una fea mueca pero la pauso con la mano para que me deje seguir hablando- y le dejé bien claro que sólo tengo ojos para ti. -ahora sonríe- Me gustaría que lo asumieras de una vez por todas, ¡QUE NUNCA VOY A PODER QUERER A NADIE MÁS QUE A TI! -levanto la voz, necesito que le quede bien claro - No sé ya qué más hacer para que tus celos desaparezcan... Pero tienes que entender que Martina es una buena amiga, aunque ahora se muera de la vergüenza conmigo por haberla rechazado...

Ana: ¿QUE MARTINA INTENTÓ BESARTE? Será fresca... -frunce el ceño y cambia de tema- PUES NO VUELVAS A SENTIRTE AMENAZADO POR EFRÉN. Dijimos que nos íbamos a enfrentar nosotros contra él, juntos.

Manuel: Confío en ti, Ana. Pero me desconcertó que por la mañana lo machacaras y que por la noche estuvieras abrazándote con él.

Ana: Creo que quiere cambiar, que solo quiere recuperar mi amistad...

Manuel: Ten cuidado... Te quiero, ¿vale? No quiero que te pase nada malo. Y estoy harto de discutir contigo.

Ana: Y yo...

Coge un mechón de mi pelo y lo enreda entre sus dedos. Parpadea unas cuantas veces, coquetamente. Y finalmente me da el beso que tanto necesito, el beso que me da fuerzas para seguir apostando y confiando en lo nuestro.

Me doy cuenta de que Marta nos observa, me levanta el pulgar y me guiña el ojo. Supongo que se alegra de que Ana y yo volvamos a estar bien. Igual debería de dejar de ser el topo de Marta, ahora que estoy bien con Ana no quiero que otra cosa lo fastidie...

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora