Capítulo 88

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CAPÍTULO 88

*narra Marta*

Me encuentro en el medio de la pista, bailando sola, sintiendo la música. Me siento realmente cómoda dentro de otra identidad, eso es lo que me gusta más de los disfraces, que no puedan reconocerte.

Una mano sacude mi hombro y al girarme me encuentro con Víctor, que creo que va disfrazado de Gastón, de Bella y la Bestia. Pues no, este disfraz no ha servido para camuflarme.

Marta: ¿Tu disfraz refleja tu personalidad?

Víctor: Gastón es un pivón, así que, sí.

Marta: Y un prepotente. Como tú. Definitivamente has dado en el clavo con tu disfraz.

Víctor: Y tú con el tuyo. Una chica con personalidad, Mérida.

Víctor no se intimida con mis comentarios, al contrario, les da la vuelta y no para de hacerme cumplidos. Quiero matarlo. Pero en vez de poder matarlo, él me agarra de la cintura, me tira hacia su cuerpo y me besa. Un desconocido deseo se apodera de mí y respondo a ese beso con mil más. No puedo parar.

Marta: Vayamos a un lugar más reservado. - le susurro. Y noto que se pone nervioso.

*narra Mauro*

Entre la marea de disfraces diviso a mi Minnie, voy corriendo hacia ella, no sabéis las ganas que tengo de besar a Martina. En cuanto estamos a escasos milímetros, me lanzo a sus brazos y la beso. Pero al besarla me doy cuenta de que ella no huele así, de que sus labios no encajan con los míos. Me separo, desorientado y antes de volver a ubicarme recibo una buena bofetada.

Martina: ¡IMBÉCIL! ¿QUÉ PASA? ¿QUE YA NO SABES RECONOCER NI A TU NOVIA? - me lanza una mirada de odio y se va corriendo, mientras observo cómo se mueven sus orejas de Minnie. Me doy cuenta de que a la chica que he besado es Aina, por segunda vez, no puede ser. Ella también va disfrazada de Minnie.

Mauro: Perdona... No era mi intención... Voy a hablar con Martina...

*narra Mendicuti*

Llamadme desgraciado. Mi mejor amigo ha vuelto a besar a la chica que creo que me gusta. Y esta vez he tenido el "placer" de ser uno de los espectadores. Antes de cometer alguna locura, voy en busca de la persona que sé que me tranquilizará, que saca mi parte racional y me ayuda a afrontarlo todo con una sonrisa. Sé que va disfrazada de Mérida, de Brave. La busco incansablemente, con los ojos anegados en lágrimas por culpa de la rabia. Y sí, la encuentro. Pero no podía ser más inoportuno. Se encuentra entre unos árboles, con Víctor, besándose apasionadamente. Dispongo a marcharme sin hacer ruido, pero Marta se ha dado cuenta de mi presencia. Eso les corta todo el rollo.

Víctor: Tío, lárgate.

Mendicuti: Perdonad, no era mi intención molestaros. No sabía que estabais juntos. Marta... Yo... - se me escapa una lágrima - Necesito tu ayuda. - termino la frase, en un susurro apenas audible.

Marta, sorprendida, se nos queda mirando, con sus relucientes ojos azules, a Víctor y a mí, alternativamente, decidiendo con quién quedarse. 

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora