Capítulo 128

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CAPÍTULO 128

*narra Mauro*

Mañana empezamos a grabar el cuarto programa y esta vez se me hace un poco raro porque la primera prueba será la prueba por equipos y ya tenemos la maleta preparada para el viaje de mañana. No tenemos ni idea de a dónde nos llevarán.

Hemos quedado esta noche para hacer algo, para respetar nuestra tradición de reunirnos. Desde la última quedada, donde Víctor se pasó quinientos pueblos, no hemos vuelto a estar juntos. Esperemos que hoy la cosa vaya mejor. He de decir que echo mucho de menos a Mendicuti, sin él las cosas aquí no son lo mismo. Manuel ha estado unos días muy raro y no se ha separado de Ana, con lo cual, yo no me he separado de Martina. No me malinterpretéis, estoy genial con ella, pero empieza a aburrirme el rollo pareja romántica, necesito hacer tonterías con mis amigos. Y por eso me falta Mendicuti, me faltan sus tonterías. Claro, Manuel no tiene la necesidad de un amigo porque con Ana es dos por uno, amor y amistad alocada. Pero Martina y yo en realidad nunca hemos sido amigos, nosotros nos queremos de otra manera. Cuando empiezo a cuestionarme sobre si debería empezar a acoplarme con Manuel y Ana de vez en cuando para salir de la rutina, alguien me pega un golpe con un cojín. Es Ana. Le devuelvo el golpe.

Mauro: Os habéis perdido una Masterclass muy interesante. - Ana se ruboriza y mira que ella no es de ruborizarse - ¿Habéis usado tus cuerdas? - arqueo las cejas y la miro de manera muy provocativa hasta que no aguanto más y empiezo a reír. Ella me pega mucho más fuerte con el cojín y nos sumimos en una guerra de cojines encima de los sofás de la sala común hasta que llegan todos los demás.

Guillermo: ¿Jugamos a la botella?

Aina: Estás a tope estos días proponiendo juegos, eh, Guille. - Guillermo hace un gesto modesto. Él, Aina y Víctor aceptan sin problemas, pero Martina, Ana, Manuel y yo dudamos. Lógico.

Víctor: Va, animaos. Son besos ficticios, a no ser que sintáis cosas que no esperabais.

Aina: No empieces, Víctor. - lo más raro es que Víctor le hace caso. Demasiado bien se llevan ahora estos dos, después de la que liaron el otro día.

Mauro: ¿Lo hacemos? - le susurro a Martina. Ella se encoge de hombros. La beso profundamente para sepa que solo me importa ella.

Manuel y Ana también aceptan finalmente.

Guillermo nos tiende dos botellas, una para Manuel y otra para mí.

Guillermo: Venga, empezad vosotros. Giradlas las dos a la vez.

Giro la botella preocupado. Y ya hacía bien en preocuparme, porque a mí me toca Ana y a Manuel le toca Martina.

Víctor: Uoooo, esto empieza interesante, intercambio de parejas.

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora