Capítulo 52.

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Louis se dirige a su habitación, se cambia de ropa lo más rápido posible, toma las llaves de su carro, y vuelve a salir. Jimena lo espera fuera de su habitación, pidiendo explicaciones sobre su comportamiento, pero Louis no puede articular palabras. La ira que siente no le permite pensar con claridad.

—Louis, por favor, no hagas algo de lo que te puedas arrepentir. —Louis le envía una mirada asesina, antes de darle la espalda y caminar con la caja, lejos de ella con mucha prisa.

Cuando entra en el cómodo interior de su carro, trata de controlar su respiración antes de encender el motor del vehículo. Tampoco quiere provocarse un accidente por conducir furioso. Intenta pensar en otra cosa, pero el pensamiento de Jacob no se lo permite. Y luego, para su mala suerte, recuerda a Michael. Recuerda la paliza que le dio aquél día que intentó abusar de su tierno novio, ese día también sintió impotencia y frustración. Ver a Harry despojado de su ropa, con mirada torturada, y temblando de miedo, simplemente lo trasportó a un mundo de malicia, justo como ahora que Jacob envía cantidades de paletas a Harry para seducirlo y chantajearlo.

¿Qué carajos se cree?

¿Cómo se atreve Jacob a desafiarlo de esta manera? ¿Cómo se atreve a enviar esa maldita mierda hasta su jodida casa? ¿Cómo se atreve a mandarle notas indecentes? ¿Acaso piensa que Louis es un maldito discapacitado que no puede cuidar lo que es suyo? Ahora le dará el gusto de comprobarlo.

Louis gira la llave con tanta fuerza que el motor ruge. No le importa una mierda la estabilidad del carro en este momento. Pisa el acelerador y gira el volante, saliendo disparado del garaje.

El camino se le hace más largo de lo habitual, sus manos se aferran del volante con fuerza, imaginando que se trata del cuello de Jacob ahora mismo. Su mandíbula está tensa, sus ojos entrecerrados enfocados en la carretera frente a él, esquivando carros como si estuviera compitiendo en una carrera callejera. No le importa cumplir las leyes de tránsito justo ahora, realmente le valen mierda las sanciones que tal vez tenga que pagar. Justo ahora sólo quiere descargar su furia con el causante de todas las heridas de Harry, con el causante de su inseguridad y sus miedos.

Cuando finalmente llega al estacionamiento del centro comercial, le entrega las llaves a un parquero y sale del vehículo a toda prisa, con la caja en sus manos. Realmente ahora no necesita perder tiempo buscando un maldito puesto vacío para estacionar.

Camina por los pasillos del centro comercial, y sabe con exactitud donde está situada la tienda del infeliz, así que camina directamente hacia ella.

Al entrar en la tienda, logra visualizar al chico sonriente detrás de la caja registradora mientras atiende a un par de chicas, evidentemente coqueteando con ellas. Su furia se incrementa.

—Pueden regresar cuando quieran, linduras, siempre estoy aquí. —Dice, ladeando una sonrisa. Las chicas se estremecen como pubertas enamoradas, antes de salir de la tienda susurrando entre ellas lo hermoso que el cajero es. Louis pone los ojos en blanco.

Cuando Jacob encuentra la mirada de Louis, sonríe descaradamente. El enojo no se compara con lo que siente Louis en este momento, sobrepasa los límites.

Se acerca a la caja, con pasos largos, y Jacob frunce el ceño al ver la caja blanca en sus manos.

—No deberías tener eso... —Dice, señalando la caja. Louis esboza una sonrisa falsa antes de estampar la caja directamente en la cara de su oponente. Y definitivamente Jacob no esperaba eso.

Todos los clientes enfocan su atención en los chicos, mirando a Louis con indignación.

—¡Tú no deberías enviarle mierdas a mi novio! ¡Maldito iluso! —Exclama Louis.

Houseboy 🍭 Larry AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora