Capítulo 26.

271K 32.2K 125K
                                    

Maratón 2/2


El lunes por la mañana, Louis no se puede concentrar durante su clase de geografía, su tutor particular ha tenido que llamarle la atención en varias ocasiones porque el chico está muy distraído. Al final decide posponer la clase para otro día ya que no puede esperar para salir de casa, está realmente ansioso por poner en marcha su plan.

Saca el teléfono para llamar a Liam cuando se estaciona frente a su casa, y no tiene que esperar mucho para verlo salir. No fue muy fácil convencer a Liam, pero Louis le estuvo insistiendo toda la noche y parte de la madrugada, simplemente no pudo negarse.

—Estás loco, Louis, completamente loco. ¿Ya has visto la hora? Tengo que estar en la universidad en dos horas, sin pierdo la primera clase por tu culpa, te mataré. —Dice después de subir al carro y cerrar la puerta. Louis rueda los ojos.

—No me importa la hora, y tampoco me importan tus clases, Liam. Tengo que hacer esto antes de que Harry vuelva a casa de la academia. Eso es lo único que me importa. —Responde encendiendo el motor.

—¿Cuáles son tus planes?

—Ya verás. —Le guiña un ojo.

                              ×××

—Eso fue todo por hoy, practiquen la rutina en sus casas. —La señorita Collin pone los ojos en blanco—. Aunque sé que la mayoría de ustedes no lo hará. Ya pueden retirarse.

Todas las chicas se dirigen hacia los vestidores, y Harry las sigue. Al entrar, observa cómo Brianna les susurra algo a sus amigas, pero no le presta atención hasta que escucha sus risas.

—Chicas, acaba de entrar el mucamo, hagan silencio. —Brianna se burla. Todas las chicas sueltan una fuerte carcajada, provocando que Harry baje la cabeza.

—¿No te da vergüenza trabajar de mucamo? —Pregunta una de ellas con arrogancia. Harry la mira con molestia.

—No, ¿y a ti no te da vergüenza mirarte al espejo? —Responde, y todas las chicas dejan de reír.

—Al menos ella no tiene que limpiar baños, ni lavar ropa de otras personas... —Murmura otra de ellas. Harry suspira profundo para controlarse.

—Chicas, basta, no molesten al mucamo de mi novio, por favor, ya es parte de la familia. —Brianna se muerde el labio para ocultar su risa—. Mejor hablemos de las flores que mi amado novio me regaló. Observen lo lindas que son.

Harry levanta un poco la cabeza para mirar al grupo de chicas reuniéndose alrededor de Brianna mientras ella les muestra la pantalla de su teléfono. Todas comentan lo lindas que son, aumentando su ego.

—Me sorprendió mucho con el regalo, fue muy romántico, incluso las flores tenían una linda tarjeta que decía lo mucho que le gustaban mis ojos y lo mucho que amaba mi sonrisa. Jamás me había dicho cosas tan lindas, y después me llevó a cenar en un lujoso restaurant, porque a Louis le encanta darme lujos. —Miente, para no decir que en realidad su novio la llevó a McDonald's después de finalizar el partido de fútbol, como cada sábado. Presumiendo algo que nunca pasó para molestar a Harry—. Luego me llevó a mi casa, y ya no puedo contarles lo que hicimos... —Se ríe ruidosamente.

Harry no puede seguir escuchando toda esa basura, así que decide no cambiarse de ropa, y en lugar de quitarse la lycra como siempre lo hace después de terminar la práctica, se viste con la lycra puesta para salir más rápido de los vestidores y evitar la estúpida conversación de Brianna. Realmente siente náuseas, eso le sucede cada vez que imagina a Louis teniendo sexo con esa zorra y haciéndole cumplidos falsos.

Houseboy 🍭 Larry AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora